Si buscas un romance dulce con cupcakes y finales de cuento… suelta el libro y corre. Aquí lo que hay es Nell Gallows, única superviviente de una masacre, que en vez de ir a terapia decide meterse en Malum, un escuadrón que la odia más que a los spoilers. Inteligencia emocional: cero; capacidad de supervivencia: diez.
Y claro, aparece Bones: superior directo, amargado de manual, con más traumas que paciencia y la simpatía de una piedra pómez. Vamos, el hombre ideal para trabajar en equipo… si el equipo fuera un ring de boxeo. Entre pulla y pulla, la tensión sexual aparece como un elefante en una cacharrería: imposible de ignorar y dispuesto a destrozarlo todo.
K. M. Moronova no te da respiro. Aquí no hay diálogos azucarados, sino balas emocionales y escenas que a veces te hacen pensar: “¿de verdad era necesario tanto drama?”. La respuesta es sí, porque de eso va el libro: de arrastrarte por el barro emocional mientras disfrutas cada puñalada literaria.
Lo mejor: la intensidad, los personajes llenos de cicatrices y la sensación constante de que todo puede explotar.
Lo peor: que Nell y Bones tienen más problemas de comunicación que dos adolescentes en pleno salseo de WhatsApp, y a veces desesperan tanto que quieres mandarlos a un retiro espiritual.
En definitiva, Déjame atrás es un cóctel explosivo de acción, deseo y veneno emocional. Un libro que te engancha, te cabrea, te hace reír (a veces por no llorar) y que demuestra que la autora sabe manejar tanto la dinamita como el romance oscuro.
3/5 estrellas y un bono descuento para terapia de pareja, cortesía de Malum.
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