En pleno centro de Cáceres se encuentra Borona Bistró, un rincón gastronómico con cocina de raíz extremeña a manos del chef Víctor Corchado. Aquí ofrecen un menú especial centrado en el mejor producto de sus proveedores locales.
La propuesta gastronómica está basada en la cocina tradicional extremeña, pero con una visión contemporánea y muy personal del chef, quien rinde homenaje al producto, al paisaje y a la memoria.
En Borona Bistró encontramos dos menús degustación que cambian cada mes y se complementan con una nueva carta estacional. Destacan platos como las migas con patatera de Malpartida; su famoso gazpacho de poleo con atún rojo y mazamorra de almendra; la lenteja beluga con codorniz escabechada y bearnesa de lima con foie gras; el bonito encebollado o el flan de la abuela Julita para terminar a lo grande.
Una carta en la que se reconoce la tradición, con una sencillez bien entendida y mucho que aportar en la combinación de sabores y texturas. Además, también puede reconocerse la cocina cordobesa conectando con el origen de Rocío Rey, cofundadora del proyecto.
Para ello, utilizan la mantequilla de Fuente Obejuna, que aparece en el pase inicial de los menús como símbolo de esa raíz cordobesa, o los vinagres artesanos de Doña Mencía, que aportan profundidad y acidez equilibrada a diversas elaboraciones.
Proveedores locales
Otro de los puntos fuertes a destacar de Borona Bistró es que trabajan con más de 30 productores locales para sostener su cocina. Desde el cordero merino negro criado en extensivo a 500 metros del restaurante como parte del proyecto Merineando en la sierra de la Mosca.
Hasta el delicioso pan de masa madre de la panadería artesana Pan Habla, los pistachos de La Turruca (Azuaga, Badajoz), con los que se elabora su coulant de pistacho o las verduras frescas de la huerta de Lorenzo Erce en Ribera del Marco. Cada producto llega al plato con nombre, apellidos y raíces. Y lo mismo ocurre con los pescados, carnes, setas y hongos.
De esta forma, Borona Bistró se presenta como una cocina de cercanía, con identidad propia y responsabilidad. Así pone en valor tanto el sabor como el saber hacer de su entorno y la importancia de los productos de proximidad.
Borona Bistró abrió en 2021 en un pequeño local, apostando por una cocina sencilla, artesana y honesta. Dado su éxito, en septiembre de 2024 se trasladaron a un local más grande para aumentar el número de comensales y que su proyecto gastronómico pudiera llegar a más gente. Ese mismo año fue distinguido con un Sol de la Guía Repsol y es uno de los restaurantes recomendados por la Guía Michelín.
Una cocina creativa pero que se siente también muy tradicional con los sabores y las elaboraciones de siempre. Un menú muy variado con mucho potencial y platos sorprendentes, curiosos y deliciosos.
Por último, su bodega reúne más de 140 referencias que recorren el panorama vinícola nacional, con especial atención a Extremadura y Montilla-Moriles. Se trata de nuevo de un reflejo de su compromiso con la calidad y la diversidad del panorama vinícola de nuestro país.
Esta cuidadosa selección de vinos complementa a la perfección los menús degustación del chef Víctor Corchado, creando armonías que realzan los sabores de cada plato y ofrecen una experiencia sensorial completa.

Destaca también el espacio decorado con mucho gusto de forma elegante y discreta. Un local con capacidad para acoger a 30 comensales que ha sido diseñado para ofrecer una experiencia íntima, cálida y muy personal.
“Queremos seguir cocinando a fuego lento este proyecto, sin perder la raíz, pero sin miedo a florecer cada temporada”, destacan desde el restaurante.
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