Con el calor que hace ahora en Madrid, nada como refugiarse en el Teatro. Por ello, el Grupo Smedia nos presenta uno de sus últimos estrenos: ‘Aristócratas conversos’ en el Teatro Fígaro.  Se trata de una obra del cómico, actor, director, presentador y escritor de teatro José Andrés López de la Rica, integrante del exitoso Corta el cable rojo.

¿Qué pasaría si una familia supuestamente adinerada para la que las apariencias externas son vitales estuviera completamente arruinada? ¿Hasta dónde estarían dispuestos a llegar para mantener el estatus social que creen que les corresponde? Esto y mucho más es lo que se pondrá a prueba en ‘Aristócratas conversos’.

Una disparatada comedia en la que unos personajes peculiares intentan mantenerse en la cúspide de las familias de las clases más altas. En ‘Aristócratas conversos’ conoceremos al pusilánime Marqués junto con la maniática y exigente Marquesa. Ellos tienen dos hijos: una hija que saca su faceta artística y un hijo que se sale de la norma dentro de esta familia. Con ellos estará siempre, cómo no, el resabiado mayordomo.

Todos se verán inevitablemente inmersos en una serie de hilarantes enredos que les llevarán a conseguir su objetivo de mantenerse entre lo más alto. Los protagonistas de ‘Aristócratas conversos’ están demasiado desesperados por mantener unas apariencias irreales y para ello intentarán timar al odioso Duque, su egocéntrico rival. Sin embargo, todo se irá complicando de manera surrealista, dejando a nuestros protagonistas sin otra salida que la de intentar huir hacia adelante.

Se trata de una comedia escrita un poco como las de antes en lo que al verso y las rimas se refiere, pero muy adaptada al presente en el que vivimos. Una obra de teatro de lo más actual, crítica y, ante todo, bastante divertida. El público se reirá ante las situaciones que vivirán los protagonistas sobre el escenario.

Todo ello con unas magníficas interpretaciones de un reparto a la altura: Carlos Chamarro, Juan Carlos Martín, Yolanda Vega, Jesús Cabrero, Mireia Zalve y Álvaro Larrán. ‘Aristócratas conversos’ es sencilla, pero resulta muy amena y entrenida.