‘Come, Reza, Ama’ ha sido siempre una diana para las críticas. Supongo que podría comprender alguna de ellas (si me apeteciera hacerlo), aunque de la mayoría me sitúo a años luz de distancia, pero a veces me ha salido solo pensar que la mayoría vienen provocadas por lo poco que gusta a la sociedad el viaje que realiza la protagonista. ¿Un viaje egoísta, egocéntrico, de niña rica? Vaya, una mujer con posibilidades tomando decisiones al margen de lo que dicta la sociedad y sin que le importe un pimiento lo que se diga de ella, qué horrible. Ay, esperad, que me he calentado demasiado rápido.
‘Come, Reza, Ama‘ está basada en la novela homónima de Elizabeth Gilbert. También la he leído. Me gusta menos que la película, si soy sincera, y me entiendo bastante menos con nuestra protagonista, que en realidad es una mujer estadounidense contando una historia real. El caso es que no necesito conectar con ella en todas sus decisiones y razonamientos para disfrutar de un viaje interior en el que suceden cosas de verdad. Os puedo asegurar que tampoco conecto con el espíritu estadounidense, ni soy especialmente dada a decir eso de que los ricos también tienen problemas. Y aun así, en serio, disfruto de esta historia. Se puede. Se puede disfrutar de esta película.
Sobre la película
La dirige y la escribe Ryan Murphy; esto último junto a Jennifer Salt, habitual colaboradora del cineasta en ‘American Horror Story’. Protagonizada por Julia Roberts, la película sigue la historia de Liz Gilbert, que tiene todo lo que una persona puede desear: un trabajo, una casa, un marido y una buena posición económica. Pero es que a veces esto no es suficiente, y despierta un día sintiendo con una fuerza demoledora que su vida, simplemente, no le gusta. Así que decide separarse, renunciar a todo lo que conocía y comenzar una nueva etapa, que le lleva después de unos meses hasta Italia. Tras Italia, llega India, y por último Bali. Un año de viajes, por el mundo y también hacia su interior. Hacia lo que de verdad desea. En este año, Liz Gilbert debe aprender a conocerse, comprenderse y quererse, perdonarse y aceptarse, y también debe aprender a disfrutar.
‘Come, Reza, Ama’, la película, es entretenida y está llena de sensaciones. Primero en la bella Italia, con su comida, sus despreocupaciones y sus ganas de vivir la vida; después en India, con la paz que persigue y sus colores templados, sus silencios y sus costumbres; por último Bali, con sus playas paradisíacas, sus particularidades y la tranquilidad que ofrecen sus paisajes, y un ritmo diferente de entender los días. En esta última etapa entra en escena Javier Bardem; antes, tenemos a Richard Jenkins en un papel fantástico, y en esa bella Italia tenemos un grupo variopinto de personas que nos hace comprender el valor de una comida entre amigos, por ejemplo.
Los viajes de ‘Come, Reza, Ama’
‘Come, Reza, Ama’ nos lleva de viaje, hacia dentro y por el mundo. Julia Roberts está tan bella como Italia, y algunas de sus reflexiones pueden servirnos para que descubramos nosotros nuestro camino. Como digo, ni siquiera necesitamos tener que estar de acuerdo con todos los pasos que va siguiendo: podemos igualmente disfrutar de los aspectos positivos que vamos encontrando en la historia. ¿Es una película de autoayuda? Pues sí, puede serlo, pero es también entretenida, colorista y muy bonita de ver, y no soporto la condescendencia con la que se habla de la oda a la espiritualidad que se realiza. Por qué tendremos tanta manía de criticar lo que a otros les hace bien sólo porque no podamos o no queramos seguir el mismo camino. No lo sigas, pero deja que otros lo hagan si es lo que quieren. Tampoco, en cualquier caso, tenemos por qué quedarnos con las enseñanzas de su personaje: podemos limitarnos a disfrutar del viaje. Parece que es demasiado para algunos y, como ya he dicho antes, no puedo evitar pensar que no nos gusta ver cómo una mujer insatisfecha (¡por la razón que sea!) decide armarse de valor y descubrir qué vida es la que quiere vivir. ¿Una oda a la espiritualidad? A mí me parece una oda a la autonomía de la mujer, me caiga bien o mal esa mujer.
‘Come, Reza, Ama’ me hace un buen servicio los días que no me apetece ver gran cosa, que generalmente son los días en los que lo que me apetece estar en cualquier otra parte del mundo soñando con una vida llena de posibilidades, porque, eso sí, nada me gusta más que las posibilidades. Y nunca he tenido ninguna necesidad de llevar a término las ideas más locas en este sentido, pero me encanta verlo realizado en otras personas en una pantalla. Y ‘Come, Reza, Ama’ es una realización de ensueño. Dejadnos soñar y dejadnos que disfrutemos de los colores y de esas sensaciones, hombre ya.
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