Passenger es sin duda el artista del momento en toda Europa y está disfrutando de los meses más dulces de su carrera gracias a su canción-joya “Let Her Go” con la que acumula ya más de 12 números uno en las listas de singles de toda Europa y a su nuevo álbum “All The Little Lights que también se encuentra en los puestos más altos de las listas de ventas de toda Europa y Australia (Top10 en 10 Países incluyendo Reino Unido y Australia). El próximo 10 de junio Passenger visitará España coincidiendo con la publicación en nuestro país de la edición física de su nuevo álbum “Al The Little Lights”. Como parte de su visita promocional el día 11 de junio ofrecerá un showcase exclusivo en el 40 Café de Madrid.

Cuando se escucha a Passenger cantando Let Her Go, uno se queda hipnotizado. La canción tiene riqueza melódica, emoción y encanto, y la voz de Mike Rosemberg (que evoca a Cat Stevens) no puede dejar indiferente a nadie. Si tuviésemos que decir de qué trata el disco, no sería el típico tema del cantante viajero (el amor) sino el amor por la vida misma. Passenger es la nueva referencia del movimiento folk-pop que recorre la escena actual combinando el folk tradicional con el pop-rock, acaparando premios (buenos ejemplos son Mumford & Sons o Band of Horses) y recibiendo los parabienes de la crítica, encantada del retorno a las canciones sencillas, con letras muy cuidadas, armonías vocales perfectas y las guitarras acústicas mandando sobre el resto de los instrumentos. Passenger, con Mike Rosemberg al frente, es la última sensación de este movimiento, que llega ahora con su nuevo álbum All The Little Lights, el single Let Her Go y una historia detrás.

Para el cantautor nacido en el Reino Unido pero que triunfó en Australia, Mike Rosemberg, la independencia ha sido el mejor camino que podía haber tomado. A principios de la década del 2000, había cinco personas que formaban una banda llamada Passenger y publicaron un álbum debut que fue éxito de críticas, Wicked Man’s Rest. Pero, cuando los miembros de la banda decidieron separarse en 2007, Rosemberg optó por conservar el nombre Passenger como su apodo y confiar en que su música, su voz y su guitarra lo llevaran donde quisieran. Tomó las calles y descubrió no sólo que la experiencia fue muy divertida, sino que también fortaleció al agradable trovador musical que había en él. “Estoy contento con que me esté yendo bien ahora, pero tocar en las calles y pasar la gorra se ha convertido en un estilo de vida. Su concepto y el hecho de estar solo, disfrutando de las ciudades y viajando, no sé, hay algo “lo-fi” en ello, y algo honesto y sencillo en ese estilo de vida, que echo de menos cuando no lo hago”, admite Mike.

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Fuente | Sony Music Spain