Leer Hilos de cristal ha sido una experiencia profundamente significativa. No solo porque en sus páginas se encuentra una historia de amor entre mujeres, sino porque Ysera Sevriens consigue algo muy valioso: tratar ese amor con una delicadeza, humanidad y profundidad que rara vez se ve en la literatura mainstream.
Desde el primer momento, se nota el mimo con el que están construidos los personajes. Ashley y Diane no son solo dos mujeres que se enamoran; son personas completas, con sueños, miedos, contradicciones y fortalezas. No están ahí para cumplir una fantasía, sino para mostrarnos una historia real, tangible, emotiva. La autora no recurre a clichés ni a conflictos forzados. En cambio, nos ofrece una narrativa en la que el amor entre ellas fluye con una naturalidad reconfortante, sin necesidad de justificar su existencia. Es claro, es sincero y es hermoso.
Lo que más se agradece de este libro es su capacidad de convertirse en un referente. Durante mucho tiempo, ha sido difícil encontrar historias donde mujeres que aman a otras mujeres pudieran hacerlo abiertamente, sin castigos narrativos ni finales trágicos. Hilos de cristal no solo llena ese vacío: lo hace con elegancia, con sensibilidad y con un profundo respeto por nuestras vivencias.
Necesitamos más libros como este. No como una moda o una cuota, sino como un acto de justicia emocional. Porque todas merecemos vernos reflejadas, reconocidas y celebradas. Ysera Sevriens nos regala justo eso: un cuento moderno que, sin renunciar a lo romántico, nos recuerda que nuestro amor también es digno de ser contado.
Comments