Xoel López podría haberse conformado con hacer suyo el sonido de todos los cantautores de este país y escribir con una guitarra en la mano sobre la vida, y seguramente hubiera estado muy bien. Seguramente, porque su talento como letrista y su voz lo valen, hubiéramos estado ahí la mayoría de los que ahora estamos. Pero es que este músico no es ese tipo de músico, por eso estamos los de siempre y cada vez hay más. Es lo que tiene probar, moverse, atreverse, y ser fiel a uno mismo.

Con ‘Si Mi Rayo Te Alcanzara’, su último álbum de estudio, demostró unas cuantas cosas al respecto. Que más que estar abierto al cambio, lo busca. Que ser un músico consolidado no le libra de la inquietud de los nuevos sonidos sino que le empuja a perseguirlos. Y que ha hecho lo que le apetecía hacer. Quizá sea su álbum más libre.

‘Si Mi Rayo Te Alcanzara’ vio la luz el 27 de noviembre de 2020, hace hoy un año. 10 canciones, 35 minutos, varios adelantos que despistaron para bien, porque en esos adelantos no encontramos un denominador común más allá de su figura que nos diese una pista de su forma completa, de su dirección. No hay una dirección: hay muchas diferentes que dan como resultado un álbum de enorme variedad musical y emocional. Como la vida, vaya. La vida que a veces es un merengue y otras un pez globo venenoso.

Un año después sigue siendo un disco que apetece escuchar con frecuencia. Recuerdo no ser capaz de soltarlo en sus primeros meses de vida, persiguiendo sus ritmos cambiantes, intentando descifrar las movidas que nos contaba. Xoel ha tenido sus momentos crípticos, pero sobre todo es muy metafórico y esta característica se despliega con naturalidad y fuerza en este disco. Es un gustazo, claro, entender y jugar con ello. Entretenerse en encontrar un sentido propio para cada canción, porque siempre, como creador, ha permitido bastante que esto suceda.

Las canciones de ‘Si Mi Rayo Te Alcanzara’ son personales, algunas muy personales, pero llegan a la gente, porque Xoel López llega a la gente, y entonces adquieren un carácter universal. Lleva siendo así dos décadas. Y después de tanto tiempo no hay sensación ni sospecha de declive ni de ocaso, más bien al contrario. Cada nuevo trabajo, especialmente este nuevo trabajo, apuntala la certeza de que estamos ante un músico del que siempre vamos a querer escuchar lo próximo. Es casi un milagro tener esto hoy en día.

Así que hay que disfrutarlo y celebrarlo, que es la intención de estas líneas. Compréndase que este ejercicio de escoger tres canciones que resuman de manera completa lo que es, precisamente, un sonido completo por la enorme variedad que lo compone, es complicado. Más que complicado, irrealizable. Pero sirva al menos como introducción para aquellos que aún no hayan descubierto a este músico que no entiende de etiquetas, estilos ni límites.

‘Tigre de Bengala’, arriba y arriba

Antes de que te des cuenta estás bailando con ‘Tigre de Bengala’. Es el merengue de la vida, una canción cuyas primeras notas ya te anuncian ese baile. En ella caben todo tipo de ritmos y una percusión constante te invita a mover la cabeza, poco a poco, hasta que tus pies también se mueven. Y la sonrisa va apareciendo, porque pone de buen humor. ‘Tigre de Bengala’ pone de buen humor. Se van introduciendo sonidos nuevos y otros se marchan, convirtiéndose así en una sorpresa constante incluso después de las decenas de escuchas que promete. Los coros del final invitan a cantar, a formar parte de ello, a acompañar al músico y su canción en su ascenso último, hasta que rompe y se acaba y te la vuelves a poner.

Pero no hay que dejarse engañar. ‘Tigre de Bengala’ es una canción optimista, pero no es una canción feliz. Es un abrazo a uno mismo en los momentos más bajos. Como lo es ‘Lodo‘, una canción tremendamente reconfortante y amable, pero esta desde otra perspectiva. ‘Tigre de Bengala’ no es un amigo animándote a aguardar y después avanzar: eres tú mismo haciéndolo. Por qué yo no me habría de salvar, canta, y no es tanto una pregunta como una seguridad.

‘Tigre de Bengala’ es una canción única en la trayectoria de Xoel López, que se atreve también a bailar y nos deja claro, con ello, aquello de la libertad creativa y la búsqueda de sonidos nuevos. Toda su influencia, sus viajes y su mirada a otras culturas se siente aquí, en esta preciosa canción que te dice que la vida puede ser una mierda, pero que mejor báilala.

‘Joana’, te hago desaparecer

Cuando has escuchado ‘Joana’ tantas veces y has comprendido su peso emocional, se hace muy complicado hablar de esta canción desde fuera. Digo desde fuera y no desde la distancia porque ‘Joana’ no admite distancia alguna. Esta canción es una voz contándote una historia y nada más, y como tanto lo primero como lo segundo es íntimo y de verdad, te sientes formando parte de alguna manera. Aunque sea para sufrirla.

‘Joana’ es sensible y delicada. Hacia el final, el piano añade gravedad a versos memorables. Porque como de tu mano como lo hacen los esclavos y no quiero desaparecer. Yo soy todo lo que quieres cuando todo lo que tienes no te basta. Y el que, personalmente, más brutal me resulta: eres todo lo que quiero estrellándose en la acera a mis espaldas. Porque quieres, y se rompe, y ni siquiera lo ves. Para escribir esto hay que saber de lo que se habla, hay que tener el talento para darle esa universalidad que necesita la música y hay que ser también muy valiente.

No sé si es la mejor canción de ‘Si Mi Rayo Te Alcanzara’, quizá lo sea. Es, sin duda, una de las mejores de la vida artística de Xoel López. Y creo también que es una de esas canciones que no mueren, de las que dentro de diez años se seguirá diciendo: muy fuerte ‘Joana’. Qué fuerte lo que cantó.

‘El destello’, un hombre nuevo

Por calidad musical, por su importancia en ‘Si Mi Rayo Te Alcanzara’, por la manera en la que ilustran esa variedad mencionada y por su trayectoria durante este año (y pico), las dos anteriores eran de obligada mención. El asunto se complicaba a partir de ahí. ‘La Espina de la Flor en Tu Costado’ ha sido una obsesión para muchos y es un tema excelente, y tiene esta versión que es maravilla. Personalmente, siento una especial afinidad con ‘Pez Globo‘ y ‘Vampiro blanco‘. Podría seguir porque, ya se ha dicho, todas son diferentes entre sí y todas tienen su porqué y su lugar en el disco, pero estaría faltando a lo prometido si no detuviera esto.

Así que lo detengo y ‘El destello’ es la elegida. Es la primera canción de ‘Si Mi Rayo Te Alcanzara’ y parece una promesa de lo que está por venir. La voz de Xoel ocupa todos los espacios musicales posibles y nos invita a una intimidad semejante a la de ‘Joana’, pero en esta ocasión sirviéndose de algo diferente a una historia. ‘El destello’ parece más bien un resumen de un momento.

Evoluciona desde un piano tranquilo a sonidos menos clásicos que advierten y, precisamente, sirven de resumen: en ‘Si Mi Rayo Te Alcanzara’, Xoel López se ha atrevido con cosas nuevas. Estos sonidos se entremezclan unos con otros hasta el caos final, donde la combinación exaltada de éstos, tu destello, mi destello, los ecos, los sonidos casi electrónicos, la voz presente, doblada, distorsionada… Uno se pregunta cómo llegó hasta ahí, hasta aunarlo todo para concluir con un ritmo que nos lleva a otro continente.

Y después, también en otro continente, empieza ‘Tigre de Bengala’ y luego todo lo demás. Qué gustazo de álbum, qué gustazo de músico.