La cocina es, probablemente, la piedra angular del hogar. Su versatilidad y polivalencia permiten desarrollar todo tipo de funciones: Desde cocinar, pasar un rato en familia o, incluso, trabajar. El gran volumen de tiempo que invertimos a diario en su interior hace que se convierta en uno de los puntos protagónicos de cualquier estrategia decorativa o de reforma.

Pero, ¿cuáles son las tendencias en cocinas que veremos durante el próximo 2023? A continuación, te hablamos de ellas. ¡Toma nota!

Cocinas semiabiertas: La gran tendencia

Las cocinas de estructura abierta se han mantenido como una constante durante mucho tiempo. Sin embargo, a lo largo de los últimos años, las propuestas más intermedias han ganado mayor peso porque, unifican las ventajas asociadas a las cocinas cerradas y a las que cuentan con un diseño orientado a la comunicación entre diferentes estancias.

Las cocinas semiabiertas poseen puertas correderas de materiales generalmente ligeros como el cristal por lo que su grado de aislamiento es relativo, lo cual favorece a una mayor privacidad en la zona de trabajo sin que ello suponga una renuncia a la buena conexión visual con otros puntos de la casa o a una buena iluminación.

Cocinas con encimera de mármol

Si hay un componente fundamental dentro de las cocinas es la encimera. Este año, dentro de un contexto especialmente vinculado con la naturaleza, la sofisticación y el minimalismo, la encimera de mármol se posicionará como una solución bastante generalizada. En el mercado es posible identificar diferentes tipologías de mármol para encimeras. Desde tonalidades claras, a soluciones cromáticas más oscuras. Sin embargo, si algo tienen en común todos ellos es su veteado natural, elegante y capaz de proporcionar una gran presencia al mobiliario.

Modernidad y materiales naturales

La transición verde ha dejado un impacto claro en las tendencias decorativas y, de forma especial, dentro de las cocinas. La sostenibilidad ha pasado a posicionarse como uno de los objetivos más perentorios del milenio. La sustitución del plástico por materiales naturales es una de las principales pautas. El mármol, el granito o la madera sin pintar adquieren un protagonismo sin precedentes y, en parte, se debe a sus implicaciones medioambientales y, también, por sus efectos beneficiosos para la salud. A diferencia de lo que ocurre con otras soluciones sintéticas, no requieren de tratamientos químicos periódicos para garantizar su correcta limpieza y desinfección.

Electrodomésticos eficientes desde el punto de vista energético

La durabilidad y la sostenibilidad también hacen acto de presencia a la hora de seleccionar el mobiliario más apropiado. A la hora de escoger electrodomésticos, habrá factores de decisión que irán más allá de sus prestaciones o su acabado estético. En ese sentido, adquirirán prioridad las alternativas que cuenten con una mayor vida útil y cuyos ratios de consumo estén tan optimizados como sea posible. El ahorro energético (y económico) marcarán los hábitos de consumo de forma especial, situando como primeras opciones aquellos aparatos que posean sistemas inteligentes de ahorro de energía o certificaciones energéticas A+.

Gabinetes de cocinas más cuidados

Los armarios de cocina constituyen un componente fundamental, no sólo en lo que respecta a funcionalidad, sino también desde el punto de vista estético. Este año, ganarán especial visibilidad las soluciones de corte minimalista. Esto se traducirá en una considerable reducción de tiradores o perillas. Además, los gabinetes de cocina con estructura de frente plano o con sistemas integrados de apertura automática serán tendencia. En general, habrá una apuesta generalizada por las fórmulas de estilo italiano moderno, en donde la sencillez será inseparable de la elegancia.

Personalización y diseño de cocinas 100% adaptados

A pesar de que el minimalismo seguirá primando por encima de otras corrientes, la customización seguirá teniendo su espacio. Al atemporalidad y el desarrollo de fórmulas 100% adaptadas a las necesidades y preferencias de cada propietario constituirán el caldo de cultivo perfecto para dar cabida a los muebles modernos, elaborados por especialistas y diseñados para optimizar espacios y optimizar la organización de recursos mediante separaciones y otro tipo de estructuras con clara vocación práctica.

No te olvides del metal

Aunque habrá una clara orientación hacia las soluciones más naturales, no podemos obviar la presencia indiscutible de las propuestas industriales. La integración de metales y materiales que se complementen bien con éstos en soluciones cromáticas monocromáticas (el gris tendrá especial peso) combinados con elementos en madera proporcionarán frescura y un matiz estético más contemporáneo. Esto también será aplicable a los electrodomésticos que frecuentemente presentarán frentes metálicos y brillantes.

La naturaleza dejará huella en la paleta cromática

Tal y como hemos puntualizado en epígrafes anteriores, el cálido aliento de la madre naturaleza será el hilo conductor durante los procesos de conceptualización. En la paleta cromática su presencia será, también, incuestionable mediante fórmulas veteadas, texturizaciones en mármol, tonalidades neutros y aturronados, negros pizarra o grises. A nivel general, las combinaciones de color más vanguardistas harán referencia a un futuro más equilibrado en donde se encuentren la tecnología, la naturaleza y el minimalismo.