Este artículo contiene spoilers de la primera temporada de ‘Euphoria’.

Dice Rue sobre Maddy Perez que siempre supo quién era, desde pequeña. Y en eso estoy, en parte, de acuerdo con ella. Desde niña, escogió un camino y no ha dejado de trabajar para recoger los frutos esperados. Y sí, con trabajar me refiero a estudiar los comportamientos de mujeres ricas, a aprender a contentar a los hombres y a convertirse en un as de la manipulación. Maddy es todo eso, y cuando se olvida de lo demás, se le da de lujo. El problema es que esa es simplemente la capa superficial de una joven que sufre a escondidas, que no se quiere y que no se gusta. Es la cara sonriente que esconde detrás una necesidad exacerbada de amor. De querer y de ser querida.

También dice Rue sobre ella que todos la amaban desde que tenía memoria, y que por eso gozaba de una gran confianza en sí misma. Puede que esto último fuera real en algún punto. Pero ahora, en el instante en el que la hemos dejado al finalizar la primera temporada de ‘Euphoria’, prácticamente no queda ni rastro de esa confianza en sí misma. Y, desde luego, no se siente amada por todos. Sí que hay un carácter magnético en ella, sobre todo a nivel físico, y lo sabe. Pero hace tiempo que ya no es suficiente. Maddy ha crecido y sus necesidades han cambiado y han aumentado.

Ahora, vemos a una joven insegura, que trata de cubrir todas sus carencias con una imagen fría y altiva que poco o nada tiene que ver con lo que guarda en su interior. Hasta este momento, había enfocado toda su vida, toda su personalidad y todo su crecimiento a convertirse en una mujer rica, aparentemente florero, pero dominante. Una carrera en la que se ha perdido a sí misma, algo que comprende cuando el maltrato que sufre por parte de Nate se incrementa. Y se hace más visible y más evidente.

La verdadera Maddy Perez

Detrás de las capas que ha ido construyendo con el paso de los años, a través de la observación activa y de su implicación, Maddy Perez es una joven necesitada. La situación en casa no ayuda. Padres enfrentados y algo ausentes y, en definitiva, frío y soledad. Casi no conoce el calor del amor, aunque sí se haya sentido admirada y deseada. Por eso, necesita sentir que hay alguien que se preocupa por ella, que quiere cuidarla y abrazarla. Una persona a la que acudir, que la acepte tal y como es y que se sienta orgullosa de tenerla a su lado. Una serie de necesidades que no solo no ve cubiertas, sino que cada vez son más pronunciadas.

La Maddy que encontramos en la primera temporada de ‘Euphoria’ conoce sus armas y las explota. Es ahí cuando está segura, cuando se siente poderosa. Pero, en realidad, se ha quitado todo el valor a sí misma y se lo ha dado al personaje que ha creado. Por eso, cuando se quita el disfraz, la Maddy que aparece prácticamente no guarda ninguna similitud con la que ha mostrado al mundo. Insegura, temerosa, triste y solitaria.

Esa Maddy es la que, por su necesidad de sentirse querida y de no encontrarse sola en todos los momentos y todas las facetas de su vida, la empuja a volver con Nate. Incluso cuando es consciente de que está siendo víctima de su maltrato. Cuando se cansa de ser humillada y despreciada en público y en privado. Vuelve porque no tiene a nadie más, ni siquiera se tiene a sí misma. Y ese es un vacío insoportable para cualquiera.

Ahora que ha comprendido que los comportamientos de Nate no son correctos y que ha sabido ver la importancia de alejarse de él, debe encontrarse. Debe aprender a verse a sí misma, a ser quien realmente quiere ser y a quererse. Es el primer paso de su nuevo camino. Uno en el que podrá sentirse poderosa sin necesidad de que ese sentimiento resida en el comportamiento de los demás para con ella. Y en el que sabrá cómo cubrir las necesidades que ahora mismo la ahogan y la empujan hacia el precipicio.

Detrás de sus maquillajes y sus looks extravagantes hay una mujer inteligente, con mucho amor que entregar y dispuesta a proteger a todo aquel que le importa. Es alguien a quien sus necesidades no le han dejado ser y que vive presa de una serie de prejuicios y falsas verdades que la maltratan tanto como lo hace su propia pareja. Maddy podría ser todo lo que quisiera ser, pero por ahora no se ha atrevido a soñarlo ni, por supuesto, a serlo.

En la segunda temporada de ‘Euphoria’, que comienza a rodarse el próximo mes de marzo de 2021, podríamos ver este salto definitivo. El reencuentro de Maddy consigo misma, el amor propio que se ha negado en privado y el renacimiento de esta joven que, con máscara o sin ella, se ha ganado a todo el público de la serie. Alexa Demie tiene un 50% de la culpa.

La primera entrega de ‘Euphoria’ y sus dos episodios especiales están disponibles en HBO.