‘Despiértame’ fue su single adelanto. Un tema que habla de una relación tóxica. De esos amores que nunca deberían llamar a nuestra puerta. Una forma de cerrar la herida y seguir caminando. Como esa nota recordatoria de lo que nunca debería volver a suceder.

Andrés Suárez tiene ganas de carretera. De kilómetros a sus espaldas. De volver a abrazar a todo ese público que ya es de la familia. Aunque, en el fondo, lo que más desea es que seamos capaces de no olvidar. De tener memoria suficiente para darnos cuenta que vida solo hay una. Que debemos respetar el único planeta que conocemos.

Mi corazón, mi alma y mi energía no estaban en un disco que llevo escribiendo un año y medio.

MEW Magazine (MW): ¿Cómo estás viviendo esta cuarentena?

Andrés Suárez: Estoy todo el rato con filosofía de humor porque no nos queda otra. Y la otra es hundirse y yo no me pienso hundir. Bastante mal está todo como para aportar yo más oscuridad. Y, luego, veamos el lado bueno porque tengo que tratar de leer, escribir, ver cine, ver las series que antes no podía y me quejaba todo el día. Antes iba todo el día como pollo sin cabeza corriendo en la furgoneta, en el avión, en el tren… (Risas). Tener tiempo para la cultura es un regalo, eso sin duda.

MW: ¿Has intentado como programarte un horario para no entrar en el caos?

Andrés Suárez: Sí, es inevitable. Porque vivimos siempre anclados a ese horario de promoción, grabación, gira… Ahora no existe eso. Y por suerte tengo cosas que hacer. En mi caso, tengo mucho trabajo. No remunerado evidentemente. Pero sí de manera espiritual.

MW: ¿Seremos capaces de no olvidar todo esto y actuar en consecuencia a lo aprendido?

Andrés Suárez: Es lo que deseo. A mí miedo me da. No sé si vamos a ser mejores personas o no. Ojalá así sea. Ojalá entendamos de una maldita vez que lo primero son los amigos, la familia…que el dinero no puede pesar tanto. Que el planeta Tierra se iba a la mierda, con perdón. Lo estábamos matando. La gente que dice que no es para tanto…perdóname pero vivo a 33 kilómetros de Madrid, en la sierra, y veo Madrid desde la ventana. Y antes de esta pesadilla yo no veía Madrid de la contaminación que había. A mí me despiertan las aves por la ventana. Nos estábamos cargando el planeta. No sé si saldremos mejores pero espero que salgamos repletos de memoria.

Si con esto no entendemos que la sanidad y la investigación es lo primero, ¿qué más necesitamos?

MW: En esa situación, en este contexto, ¿cómo ves el sector de la música? Incluso el de la cultura en general con un público que ahora se aferra a ella pero, ¿la apoyarán realmente en la vuelta a esa nueva normalidad?

Andrés Suárez: Hablemos de memoria… No soy quien para juzgar a nadie pero yo sí tendré ejercicio de memoria. Lo bonito de esto, lo precioso, es que resulta que las asignaturas que eran las ‘Marías’ en la educación, vienen expertos, psicólogos y demás y nos dicen que son las únicas que nos van a salvar del confinamiento. Así que resulta que ya no somos la última mierda, con perdón.

Lo grande de esto es que aquí nadie está pasando una factura. Los artistas lo están haciendo de manera altruista y a mí, por lo menos, me están salvando. Yo, desde luego, me voy a acordar. Vaya que si me voy a acordar de la gente que me hizo ser feliz en uno de los peores momentos de toda mi vida. Me acordaré del modo que sea, yendo a comprar su libro, yendo a un evento, concierto, estando ahí de algún modo.

Yo no persigo cifras en seguidores, persigo hacer una buena canción.

MW: Y a nivel profesional cómo se vive todo esto y cómo de complicado es tomar la decisión de aparcar el lanzamiento de un nuevo álbum…

Andrés Suárez: En mi caso, no podía. Me encanta que me hagas esta pregunta. Mando un abrazo a todos mis compañeros porque necesitamos unidad más que nunca. Y unidad significa que algunos de mis compañeros han decidido lanzar sus discos, que los aplaudo, pero yo no me he visto capaz. Quizá, por ser hijo de enfermera, hermano de personal sanitario o familiar, mejor amigo, de médicos. Teniendo esa incertidumbre y ese miedo de si se van a contagiar. De cómo pueden estar trabajando en el año 2020 sin EPI y envueltos en plásticos, jugándose la vida. Mi corazón, mi alma y mi energía no estaban en un disco que llevo escribiendo un año y medio.

MW: Normal…

Andrés Suárez: Claro, yo ya hago discos para salir a abrazar a la gente. Para salir a la carretera. Para hacer firmas de discos y encontrarme con mi gente de Murcia que hace trece años que llevo viendo en bares.

Lanzar mi disco al espacio infinito y ver quien lo oye y cómo lo oye y no poder abrazar a mi público, pues no. No fui capaz. Yo no quiero. Y me gustaría alargarlo así hasta lo más cerca que tenga de poder abrazar a mi público.

El golpe ha sido fuerte, como un tsunami. Ahora, hay gente que está muchísimo peor que yo. Gente que está muy jodida. Gente que no sabe si va a volver al trabajo. Entonces, no me quejo, pienso en esa gente.

MW: Entiendo que para ti, carne de carretera, de directos, de rodar y rodar, tiene que ser muy complicado sacar un álbum y no poder estar ahí, con tu gente…

Andrés Suárez: ¡Claro! No solamente vivimos nosotros. Y cuando digo ‘nosotros’, digo el autor, el cantante, el artista. Es que yo llevo un técnico de luces, de sonido, llevo un backliner, un chófer, otro chófer para una segunda furgo, …puedo seguir diciendo durante quince minutos nombres de personas que no saben cuándo van a volver a trabajar. Vivimos del directo. De estar en la carretera toda la vida. Es nuestro ingreso y, de repente, ha desaparecido.

Aparte, es el propio valor. Es con lo que mides, realmente, el éxito o el fracaso de un trabajo. Por el número de entradas que vendes. El número de aplausos para ver si está gustando o no. Todo eso se mide ahí. No se mide, con todos mis respetos, por Instagram. Por la cantidad de seguidores que tienes o viendo cuantos ‘likes’ tienes en una foto. Que estamos ahí dentro igualmente, repito. Eso es maravilloso pero yo lo que quiero es ver la realidad y salir a la carretera.

MW: Medir el éxito por la cantidad de seguidores…hay artistas que quizá no tengan millones en redes sociales pero son capaces de hacer rodar su gira a lo largo de más de 150 conciertos, en una misma temporada. Y gente, con millones de seguidores, que no son capaces de fijar en su calendario más de 10/20 fechas.

Andrés Suárez: Es que creo que Internet, como toda droga mal utilizada, es horrible. Quiero decir, yo era de los que odiaba MySpace…imagínate. Porque todas las horas que yo me pasaba a la guitarra dejé de pasarlas para estar pegado a una pantalla. Al final, entendí que no puedes luchar contra la tecnología.

Internet es una herramienta maravillosa. Subo un video con el móvil y, a lo mejor, me ven en Japón. Es algo increíble. Ahora, dónde está el estudio de guitarra, el estudio de piano, el cantar…el hacer canciones. Lo otro, llega un momento que, solo se convierte en marketing. Me parece algo muy delicado. Para mí, las cifras, están en la calle.

Yo no persigo cifras en seguidores, persigo hacer una buena canción.

MW: La mejor publicidad en conciertos, creo, que sigue siendo el boca a boca… Ir a un directo, salir con la emoción a flor de piel y recomendarlo.

Andrés Suárez: No hay súper potencia en la tierra y, evidentemente, no lo estoy diciendo por mí, me excluyo, como el del boca a boca. El poder de la gente. El poder del pueblo. Ya puedes tener una gran discográfica detrás, una gran editorial, una gran oficina de management que, si lo que estás ofreciendo no está poniendo los pelos de punta al que ha pagado la entrada, le dirá a la persona que tiene al lado que no vaya. El boca a boca no hay quien lo destruya.

MW: En qué momento uno descubre que ‘Despiértame’ tiene que ser el single que encabece ese nuevo proyecto, ese nuevo concepto.

Andrés Suárez: Pues creo que fue el maestro de maestros, Joaquín Sabina, quien dio con la clave. Creo que fue él quien lo dijo aunque no puedo jurarlo. Dijo algo así como “una buena canción es una buena letra y una buena música. Y algo más que nadie sabe lo que es pero es lo único que importa”.

Para mí, ‘Despiértame’, no sé si es una gran canción pero si te puede decir que la escribí llorando a lágrima viva, mojando el papel. Hablando de la verdad que mencionábamos antes. ‘Despiértame’ me puso los pelos de punta cuando nació. No sé ni como nació, no lo buscaba.

Describe la toxicidad de un verano horrible que yo viví de dos meses. Una relación tóxica. Y que, por desgracia, mucho público sabe de lo que hablo. Con lo maravilloso que es el mundo y hay veces que acabamos con quien no debemos.

Al terminarla me dije “me está doliendo tanto, me está haciendo tanto daño que creo que tiene mucha verdad”. Creo que a alguien le puede ayudar.

Mucho más que sea comercial, elijo el single que me haga daño. Que esa canción pasen quince años y la siga cantando. Y creo que ‘Despiértame’ me va a acompañar muchísimo tiempo de mi vida.

MW: ¿Eres capaz de descubrirte en cada nueva canción?

Andrés Suárez: Sin duda. ‘Despiértame’ también tiene una parte de rabia hacia mí. Esa parte de “cómo has sido tan tonto de caer en algo que vale tan poco la pena”. Lo describes en un papel y dices “hostia, pues a lo mejor siento más de lo que creía”. Una canción te muestra cómo eres por dentro. Y lo bonito es descubrir que tienes más amor de lo que pensabas.

MW: ¿Alguna palabra por la que jamás comenzarías una canción?

Andrés Suárez: (Risas) Buena pregunta… Te diría alguna canción que evocase pasado pero “Todavía quedan restos de humedad” de Pablo Milanés es acojonante o ‘Ayer’ de Juan Luis Guerra, donde hay guiños al pasado preciosos… Creo que las utilizaría todas. Todo comienzo de canción puede ser un acierto.

MW: ¿A qué recuerdo de infancia le debes aún una canción?

Andrés Suárez: Mira, en este disco, rompí, por fin, con parte de mi pasado. Y cumplí con parte de mi futuro porque al que fue mi mejor amigo en EGB, en octavo de EGB, que murió de sobredosis con catorce años, en la Galicia de los 90, le hice la canción. No se la había hecho nunca. Tengo aun alguna que otra cuenta pendiente. Y ahora que me veo capacidad en tiempo, en voluntad y fuerza, espero hacerlo pronto.

MW: La música me ha ayudado a…

Andrés Suárez: A respirar. Yo que soy asmático descubrí en la música un oxígeno mucho más puro que el que nos ofrece el mundo.