Difícilmente habríamos imaginado que Martin Scorsese estrenaría una de sus películas en una plataforma como Netflix. Uno de los grandes maestros del cine moderno disfrutando de tan solo unos días en las salas y acudiendo al abrigo de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de consumo. Y no por gusto. Fue el amplio presupuesto de ‘El irlandés’ el que provocó que la cinta aterrizara finalmente en Netflix y no siguiera el camino clásico de cualquier largometraje, una historia que podría repetirse con su próximo trabajo: ‘Killers of the Flower Moon’. 

Hace tan solo unas horas, se ha sabido que el director neoyorkino está tanteando de nuevo a esta plataforma y a Apple TV+ para que apuesten por su nueva película y la co-produzcan junto a Paramount. En esta ocasión, el estudio no se ha borrado por completo de la fotografía y, en principio, se mantendría en el proyecto, abierta también a que la cinta se estrenara finalmente vía streaming, aunque esto no está confirmado por ahora. Han sido los 200 millones de dólares de presupuesto, 27 más que ‘El irlandés’, los que han forzado a Martin Scorsese a volver a llamar a la puerta de las plataformas de streaming. Un paso que están tomando otros muchos directores de prestigio, como es el caso de Alfonso Cuarón. 

Su ‘Roma’ fue uno de los títulos destacados hace un par de años, una película que no habría sido posible sin el apoyo económico de Netflix. Aunque la confianza de críticos y académicos hacia la plataforma no era ni mucho menos amplia, ésta está demostrando su firme compromiso para con el cine y la ficción, abrazando todo tipo de historias. También esos blockbusters que, según el propio Scorsese, inundan las salas de cine quitando espacio a las películas de autor, pero sin olvidarse de cintas arriesgadas y valientes que requieren de más o menos presupuesto. En Netflix o Amazon Prime Video da la sensación de que hay cabida para todo, incluso para lo que los estudios tradicionales consideran imposible. 

La pregunta, entonces, es bastante clara: ¿quién apuesta más por el cine en estos momentos? Y, sobre todo, ¿por dónde pasa el futuro del séptimo arte? En muchos países, como el nuestro, el precio de las entradas de cine es casi inasumible para una amplia flanja de público y prácticamente similar al de una mensualidad en una de estas plataformas, lo que hace que muchos apuesten por la segunda opción, dejando a un lado las salas clásicas. Una pena, sobre todo para los verdaderos amantes del cine, que no encontrarán la misma experiencia en sus casas. Pero cuando hay que pagar facturas… También hay que eliminar placeres y caprichos. Ahí, ganan las plataformas. 

Asimismo, ganan cuando apuestan por lo arriesgado y por cine de autor y se cuelan incluso entre los académicos, rompiendo con prejuicios y normas absurdas. Los estudios, por supuesto, siguen apostando por historias que merece la pena contar y que están bien contadas, más allá de los blockbusters. De hecho, continúan siendo mayoría. Pero atendiendo a ejemplos como los de Scorsese y Cuarón, o como el de Isabel Coixet en España (‘Elisa y Marcela’), todo indica que la tendencia de cara al futuro será que la balanza se vaya inclinando poco a poco hacia el lado de las plataformas. Ya lo hemos visto en las series, cuya calidad no deja de aumentar siempre y cuando hablemos de plataformas. Parece que las cadenas tradicionales han quedado atrás o han apostado directamente por trabajar codo con codo con estas plataformas, dando el salto que los espectadores llevan pidiendo años y provocando un importante cambio en el panorama.