No hay pócima más efectiva en el mundo que la del “Veleno” de Baiuca y Rodrigo Cuevas. Y es que, tras conocer hace solo unas semanas “Luar”, el primer adelanto del que será el esperadísimo álbum largo de Baiuca, uno de los nombres de referencia para entender la alianza sonora entre música tradicional y electrónica de vanguardia, el segundo adelanto de lo que será “Embruxo” viene venenoso. Y se te extenderá por el cuerpo en los casi cuatro minutos que dura.

Cantado en galego, asturianu y castellano, “Veleno” cuenta con la ilustrísima colaboración del artista asturiano. Otro de los nombre fundamentales de la recuperación y resignificación de los códigos de la música tradicional ibérica, para llevarla a nuevos territorios.

El espacio en el que el gallego Baiuca y el asturiano Rodrigo Cuevas consiguen llevar “Veleno” es un auténtico ritual que consigue embrujarnos en la primera escucha. Una canción tan cerca de la estructura de una canción de pop ritual como del tribalismo norteño ibérico. De la folktrónica cantada o un downtempo de vocación global.

“Veleno” está llamado a convertirse en uno de esos hits bisagra que acerca a ambos artistas a territorios inexplorados. A la vez que los expone en un espacio mixto y posiciona “Embruxo”, el inminente nuevo álbum de Baiuca, como uno de los fieles candidatos a convertirse no solo en el mejor disco del año: sino también en el más importante.