La apariencia física nunca tiene que ser lo más importante de nuestra vida, tampoco el elemento principal del que sentirse orgulloso en el día a día. No obstante, todo aquel que diga que la belleza no importa y que no tiene influencia en valores clave para el bienestar psicológico como la autoestima, está mintiendo. Sentirse bien frente al espejo es de lo más embriagador y, para ello, es prioritario conceder cierto interés a la estética. De ahí que los tratamientos de este sector de la medicina gocen de una alta demanda. En esta ocasión queremos hablar de la criolipólisis: un recurso de última generación que está cambiando todo lo que se creía saber sobre dicho ámbito asistencial. ¿Todavía no lo conoces? Te lo contamos en detalle.  

En qué consiste la criolipólisis

La medicina ha logrado evolucionar de manera drástica con el paso de los años. Lo que hace algunas décadas nos parecía ciencia ficción, hoy es una realidad en los mejores centros especializados. Esto se puede ver perfectamente reflejado con la criolipolisis, la cual ya se ha convertido en una de las terapias más solicitadas en el mundo de la estética.

El procedimiento se basa en la fragmentación de los adipocitos a base de la aplicación del frío. Dicho de otro modo: congelar las células de grasa para romperlas y tonificar la figura. A pesar de lo extraño que pueda parecer, ya es una práctica muy habitual en nuestro país y son muchas las personas que lucen una apariencia física libre de grasa en su día a día.

Ahora bien, es prioritario que la intervención se haga en los centros mejor preparados para ello. Esta técnica puede provocar quemaduras en la piel si no se hace correctamente. Por lo que se debe colocar una membrana anticongelante en la zona a tratar para evitar la creación de hielo, ya que el cabezal de la criolipólisis alcanza los -11ºC para así obtener los efectos deseados. ¡Busca las clínicas de alto nivel y no asumas riesgos innecesarios!

Qué zonas se pueden tratar

Ahora bien, ¿qué zonas exactamente se pueden tratar con la criolipólisis? A fin de cuentas, cada intervención quirúrgica que se plantea en los centros de medicina estética aborda un área concreta del cuerpo y es de esperar que esta técnica tenga sus límites. Sin embargo, el paciente dispone de una extensa libertad para deshacerse de la grasa en cualquier parte de la figura.

Lo más habitual es tratar zonas como el abdomen o los flancos, sobre todo cuando las dietas y el ejercicio no dan los resultados esperados. De este modo, se logra obtener una apariencia mucho más definida sin que las molestas células de grasa se sigan acumulando de manera indefinida.

No obstante, tal y como hemos anticipado, es posible tratar el exceso de grasa en cualquier zona que así se desee. Los muslos, los glúteos, los trocánteres, los brazos, las rodillas o incluso la papada destacan como otras tantas áreas que se pueden tratar con la criolipólisis. Un método que ha servido para poner fin a los complejos físicos más habituales.

Beneficios con respecto a otros tratamientos

Más allá de la versatilidad de áreas de acción de la criolipólisis, es importante destacar que presenta una larga lista de beneficios que conviene valorar en detalle. Hoy en día existe un extenso abanico de intervenciones de estética y todas ellas sirven para modificar aquello que no nos gusta de nuestro físico. Pero, ¿cuáles son las ventajas de esta técnica con respecto al resto de las opciones que eliminan la grasa?

Por un lado, se trata de un tratamiento no invasivo que aborda zonas concretas con absoluta precisión. No es necesario solicitar la baja por el procedimiento, pero sí otorga una remodelación corporal 360º. Asimismo, los resultados no tardan más de dos semanas en empezar a apreciarse (momento en el que se produce la fragmentación) y se completan aproximadamente en seis.

Así que, si la grasa te está dando problemas emocionales y no sabes qué hacer con ella, la solución que estabas esperando reside en la criolipólisis.