‘Nieva en Benidorm’ es la nueva película de la directora Isabelle Coixet, producida por El Deseo, Televisión Española y Movistar+. Este thiller cuenta la historia de Peter Riordan (Timothy Spall), un hombre que vive en Manchester y que, cuando el banco en el que trabaja le jubila forzosamente, decide ir a visitar a su hermano en Benidorm. Al llegar, descubre que su hermano Daniel era propietario de un club de burlesque y ha desaparecido. Peter tratará de averiguar qué le ha ocurrido a su hermano junto a la socia de su club, Alex. ‘Nieva en Benidorm’ llegará a los cines el próximo 13 de noviembre.

Hay que tener cuidado con ‘Nieva en Benidorm’ porque su clasificación como thiller te puede decepcionar. Esto se debe a que la película no funciona bien como thiller. Sí, tenemos un misterio y hay algunos momentos de tensión, pero estos no llegan a un ningún punto álgido. ‘Nieve en Benidorm’ va perdiendo su condición de thiller según a avanza, se desinfla en ese sentido. Así que, si este es uno de los tus géneros predilectos, es posible que ‘Nieva en Benidorm’ te decepcione. ¿Falla entonces la película? Bueno, podríamos pensar que, estando calificado dentro de este género, sí, lo hace. Pero la realidad es que ‘Nieva en Benidorm’ sorprende de otra forma: con una entrañable historia de amor.

Si tuviera que definir ‘Nieva en Benidorm’ lo haría diciendo que es eso, un romance rodeado de toques de misterio. La desaparición de Daniel Riordan se convierte solo en una excusa para ver como se desarrolla la relación de Peter y Alex (Sarita Choudhury). Y es que, muchas veces durante esta historia, perece que estos personajes acaban encontrando en Daniel eso mismo, una excusa para conectar.

Pero a pesar de que la historia de amor de la película sí funcione, ambos “enfoques” tienen el mismo problema común: pierden fuerza e interés según avanza la historia. Tendría que ser al contrario, ya que nos va acercando a la respuesta de la desaparición de Daniel, pero no consigue materializarlo de manera que mantenga enchufado al espectador.

Los personajes

Al igual que con la tensión, parecen quedarse incompletos. Se nos dan unos personajes atractivos como el de Alex o la policía obsesionada con Sylvia Plath. Nos pone la miel en los labios, pero parece que no conseguimos terminar de conectar con ellos. Es como si el misterio que las envuelve acabe jugando en contra. El personaje de Alex es un ejemplo claro. Durante toda la historia va dejando entrever que ha tenido una vida dura y eso ha afectado a su carácter. Pero se niega a compartir su historia. Y aunque esta sea una decisión que sí perfila al personaje parece que se nos queda inacabado, que nos falta algo.

No se llega a profundizar en sus historias. Al que más conocemos es a Peter, con la meteorología como su hobby y marcado por una infancia triste. Pero ¿se esconde algo más detrás de su obsesión con la meteorología? En general, los personajes se quedan como un dibujo incompleto de los que tendrás ganas de saber más, por lo que se hace bastante difícil que te remuevan algo como espectador.

Le estética es el punto fuerte de ‘Nieva en Benidorm’. Bonito, posiblemente , sea el adjetivo más banal y básico que existe, pero es uno de los primeros pensamientos que se te vienen a la cabeza cuando ves ‘Nieva en Benidorm’: es bonita. Consigue encontrar la belleza en el tiempo nublado de Manchester y en los edificios grises de Benidorm. Crea su propio mundo a través de los colores y la poesía de Sylvia Plath. No te queremos desvelar demasiado, pero quédate con la imagen de una muralla rosa. El tiempo y la meteorología se utilizan para crear un lenguaje propio y narrar la historia desde otra perspectiva. Las nubes, el sol, la niebla y, como no, la nieve, representan los diferentes tonos que adquiere esta historia.

‘Nieva en Benidorm’ es una película tierna, de la que saldrás conmovido por sus personajes y te sacará más de una sonrisa. Incluso alguna carcajada. Pero no esperes un thriller intenso ni un gran misterio por resolver si quieres disfrutar de ella.