El divorcio es una situación que ninguna pareja quisiera vivir, pero que lamentablemente, a veces se presenta de manera irremediable. Cuando eso ocurre lo mejor es tratar de buscar las salidas más adecuadas, que afecten lo menos posible la tranquilidad de los ex cónyuges. Para lograr ese objetivo, se recomienda recurrir al divorcio express, por todas las ventajas que ofrece.

En pareja no todo es color de rosa y el “felices por siempre” no siempre se cumple. A veces surgen problemas entre los cónyuges, que se convierten en serias dificultades que pueden llevar a que ambos decidan romper el vínculo matrimonial definitivamente. 

Ante este tipo de situaciones, lo aconsejable es buscar las salidas más convenientes para ambas partes, una en la que se llegue en buenos términos a la separación y liquidación de todos los lazos que los unían, entre ellos los legales, administrativos y económicos.

Tipos de divorcios

Las normativas legales vigentes establecen dos tipos de divorcios: el de mutuo acuerdo o divorcio express, que se ejecuta con pleno consentimiento de ambos, y el contencioso, o litigioso, que se desarrolla en los tribunales. Cada uno tiene sus características propias, siendo el primero el más conveniente para todos; averigüemos por qué.

El divorcio contencioso se presenta cuando las partes no llegan a acuerdos y deben someterse al dictamen de un juez en las instancias jurisdiccionales competentes, quien debe dirimir el conflicto y decidir la sentencia de divorcio con las condiciones que estime adecuadas, según los estamentos legales que se apliquen a cada caso. 

El procedimiento suele ser largo, tedioso y bastante costoso, por todos los gastos judiciales y administrativos que deben cubrirse, además requiere el apoyo legal de abogados especializados en divorcio, quienes también deben recibir sus correspondientes honorarios.

En cambio, el divorcio express es mucho más rápido, casi instantáneo, por cuanto no es necesario recurrir a los juzgados, solamente hay que formalizarlo ante un notario y, listo, divorcio inmediato.

Es un divorcio bastante sencillo y fácil de ejecutar, en el que interviene un solo abogado, quien funge como mediador entre las partes y ayuda a que estas lleguen a acuerdos amistosos para solucionar el conflicto legalmente sin tantos procedimientos. Además, es un proceso económico, tan solo se deben pagar 100 euros por cónyuge, cuando no se tienen hijos, o 150 euros si se tienen.

¿Cómo se ejecuta el divorcio express?

Para impulsar la formalización de un divorcio consensuado o exprés, lo primero que se debe hacer es buscar el asesoramiento legal adecuado con despachos de abogados especializados en el área. 

Por ejemplo, si vives en Madrid, tienes la oportunidad de acceder a los servicios del despacho Abogados Cebrián, que es una firma legal con harta experiencia en divorcios express y con la que puedes contar cuando lo necesites.

Este escritorio jurídico está dirigido por el jurista Don Alberto Gª. Cebrián, letrado especializado en derecho matrimonial, quien se ha centrado en el tratamiento de la abogacía preventiva antes de ir a tribunales. Su objetivo es buscar soluciones amistosas, libres y saludables a crisis familiares que ya no tienen reconciliación.

Sus abogados apuestan por la mediación familiar para lograr el entendimiento de dos personas que necesitan divorciarse y que pueden alcanzar un mutuo acuerdo para hacerlo de forma más rápida, sana y económica, en comparación con un juicio contencioso.

Una vez se tenga el despacho de abogados que necesitas para divorciarte, solo hay que atender las indicaciones que dé el abogado asignado a tu caso e iniciar las conversaciones entre las partes involucradas para conseguir acuerdos satisfactorios.

Con los convenios establecidos, solo queda que el jurista redacte el acuerdo regulador en el que se fijan las condiciones del divorcio, como son distribución de bienes, guarda y custodia de los hijos menores, si los hubiere, aplicación de pensiones alimenticias, etcétera. 

El referido documento se presenta ante el notario para que ambos ex cónyuges lo firmen y dejen constancia de la voluntad de divorciarse y el funcionario lo certifique y legalice, con lo que queda formalmente validado el divorcio. Es así de fácil, sencillo y rápido.