“Un joven y famoso escritor regresa a casa en Navidad. Lo hace para arreglar la herencia de su madre. Una vez allí, ordenando todos los recuerdos, descubre un diario que puede contener secretos de su propio pasado y de una hermosa joven que aparece de forma inesperada”. Esta es la sinopsis de ‘El diario de Noel’. Uno de los últimos estrenos en Netflix y que nos reconcilia con el universo.

La película que tiene de protagonistas a Justin Hartley (‘This is us’) y Barrett Doss (‘Station 19’) está basada en la novela del autor Richard Paul Evans de 2017. Y se nota. Porque cuando una historia, aunque sea de Navidad, viene de una novela, tiene una factura diferente. Completamente diferente a esas películas de tarde. Hay mucho más en su trasfondo. Hay mucho más en la inconsciencia de lo que suele ser habitual.

Un solitario escritor y una joven que busca respuestas

La historia nos muestra a Jake Turner, un reconocido escritor de misterio, que debe volver a su pueblo natal, días antes de Navidad, ante el fallecimiento de su madre. Un reencuentro que sucede veinte años después de su huida hacia un futuro mejor. Y el motivo principal es que hereda la casa familiar, lo que provoca un viaje al pasado, a esos recuerdos de niñez que siempre nos acompañan. A tener que abrir de nuevo el corazón e identificar aquello que nos provoca dolor, pero sobre todo miedo.

El solitario escritor, junto a su con su fiel amiga, su perrita Ava, encuentra un auténtico desastre de casa. Con una inmensa colección de cosas que su madre guardaba y almacenaba.  Entre ellas, un misterioso diario que pertenecía a mujer llamada Noel. ¿Quién es Noel? ¿Qué ocurrió en aquella casa años atrás? Poco a poco, con el transcurso de los minutos, observamos que Jake no tuvo la infancia deseada. Que tuvo que creer antes de la cuenta. Y huir. También tuvo que huir sin mirar atrás. Un hombre hecho a sí mismo y con una necesidad clamorosa por la soledad.

Y como en Navidad todo es posible y los milagros existen, observamos atentamente la llegada de Rachel a la vida de Jake. Una mujer que busca a su madre 30 años después de su adopción. Ambos emprenderán un viaje de búsqueda y de encuentros. Siendo conscientes de lo necesario que es confiar. Confiar en uno mismo y en lo que el destino tenga o no preparado. Con ese mensaje inconsciente de que cualquier proceso, por complejo que sea, siempre ha de ser bienvenido.

Licencias acertadas del director

En la película vemos a Jake como un tipo solitario que tras los maltratos que padeció en la infancia tiene problemas para socializar. Por lo tanto, su única compañía es Ava, una perrita de raza pastor australiano. Aunque esta fiel mascota que conquista la cámara desde el primer momento no aparece en la novela original. Se trata de una inclusión del director Charles Shyer. Además de estar basada en su propia perrita.

En una entrevista a The Hollywood Reporter, el director mencionó que esta decisión resultó clave para el personaje de Jake. La inclusión de Ava se hizo para darle más humanidad al protagonista. Mostrando como una persona que no tiene mucha compañía, no necesariamente es alguien solitario. Una decisión más que acertada porque el objetivo se vio cumplido con creces. Jake y Ava son de esas parejas entrañables que no te dejan apartar la vista de la pantalla.

Aunque el director tuvo la idea de basar a Ava en su propia perrita, para la película se utilizó a Skye que pertenece a Ariane M. Bailey, una entrenadora de perros profesional.

‘El diario de Noel’ es una historia que habla de comenzar de nuevo, identificar, curar y aparcar las heridas para construir y ser desde la serenidad.