‘El secreto de mi marido’, de Liane Moriarty, llegó a nuestro país de la mano de SUMA, en 2014. Lo leí de casualidad; antes más que ahora, tendía a realizar una especie de sorteo entre todos los libros que alguna vez me había apuntado en la interminable lista de “por leer”. Cuando me tocó ‘El secreto de mi marido’, arrugué un poco el morro. El título no me decía nada; y si me decía algo, desde luego no era bueno. Pero había escuchado hablar de Liane Moriarty y, pensé, si tenía ese libro en la lista es que en algún momento de mi vida había leído buenas referencias. Así que lo leí. Concretamente, lo leí en dos tardes.

«Imagina que tu marido te hubiera escrito una carta para que la abrieras después de su muerte. Imagina también que la carta contuviera su secreto más oscuro y mejor guardado, capaz de destruir vuestra vida juntos y también vidas ajenas. Imagina, entonces, que encontraras la carta mientras tu marido todavía estuviera en plenitud de facultades… Cecilia Fitzpatrick lo tiene todo: lleva su negocio boyante, es un bastión de su pequeña comunidad y una esposa y madre abnegada. Su vida está tan ordenada e inmaculada como su hogar. Pero esa carta está a punto de echarlo todo por tierra, y no solo para ella: Rachel y Tess, que apenas la conocen ni se conocen entre sí, también van a sufrir las devastadoras repercusiones del secreto de su marido.»

¿De qué va ‘El secreto de mi marido’?

Este libro es entretenido a rabiar, y está muy bien escrito. Es una historia de historias cruzadas, con tres protagonistas muy bien definidas y presentadas. La narración comienza con Cecilia, quizá un poco más protagonista que al resto, sin quitar por ello méritos al peso emocional y de acción que tienen Rachel y Tess. Cecilia descubre una carta de su marido, escrita para leer después de su muerte. Pero su marido, John-Paul, está muy vivo. Aunque Cecilia, una persona controladora de manual, intenta olvidarlo, no pude ignorar su existencia ni el nerviosismo que parece sentir él al mencionarla. Mientras, Tess vive una crisis matrimonial inesperada y Rachel se enfrenta a una rutina desesperante tras descubrir que su hijo se muda a Nueva York con su nieto, su única alegría, y sin poder olvidar la tragedia sucedida hace años.

Como digo, es un libro de historias cruzadas. Particularmente, disfruto mucho de esta clase de propuestas, creo que le confiere a los libros un tipo de interés por parte del lector que no se encuentra en otro tipo de lecturas. Como desde el principio sabemos que sus vidas han estado, están o estarán unidas de alguna manera, estás atento a cada detalle. Y esa atención, ese interés, no decae en ningún momento, tampoco cuando te adelantas a las revelaciones que se van teniendo a medida que avanza la lectura. Y que ni siquiera terminas de necesitar: ‘El secreto de mi marido’ plasma tan bien tres vidas tan diferentes que nos vemos envueltos en ellas, y viviendo con ellas; a través de una escritura cercana y directa, las sentimos reales, de verdad. Y, si te gusta convivir con personajes, entonces estás atrapado.

¿Qué más tiene ‘El secreto de mi marido’?

Estarás atrapado durante dos tardes que tengas a tu disposición, pues es el tiempo que tardarás en leerlo. En primer lugar, por el misterio, con el que la autora sabe jugar bien. Hay dos incógnitas principales; una sustenta la primera parte del libro, la otra hace lo mismo con la segunda mitad. La primera es más concreta y es la que anuncia el título: ¿qué secreto esconde John-Paul? La segunda es una pregunta más abierta, y entraña muchas posibles respuestas.

Su organización y su desarrollo es sensacional, sobre todo cuando te das cuenta de que, mientras estabas pensando en esos dos misterios, están surgiendo ante ti un sinfín de temas en los que también tienes que pensar.

Por ejemplo: los secretos que ocultamos a los demás. Los secretos que los demás pueden estar guardándose. ¿Conocemos realmente a nuestros compañeros de vida? Cómo puede cambiar la vida de un día para otro. Cuántas veces somos capaces de pensar de una manera similar en un mismo asunto. Cuántas veces cambiamos de opinión y de sensación cuando ese asunto es complejo. Que somos grises, no blancos, tampoco negros. Lo mucho que pensamos y lo poco que hablamos. Que todas nuestras decisiones y actos tienen consecuencias. En el feminismo, en el feminismo también te hace pensar. No es un libro excesivamente reflexivo, aunque tiene sus momentos, pero a través de esa conexión que trazas con las protagonistas eres tú mismo el que llevas las reflexiones que no están escritas hasta el final.

Creo que la mayor virtud de ‘El secreto de mi marido‘ es lo ya comentado: te atrapa, en todos los sentidos. Perfecto para dos tardes de entretenimiento.