Edu Pericas se encarga de la adaptación y dirección de ‘Los monólogos de la vagina’, una exitosa obra teatral de la autora y guionista Eve Ensler. Después del gran éxito en Estados Unidos, Londres y Barcelona, ha vuelto al Nuevo Teatro Alcalá en Madrid. La obra está protagonizada por Albanta San Román, Rocío Madrid y Olga Hueso.

‘Los monólogos de la vagina’ es una comedia que rompió tabúes -y sigue haciéndolo- e hizo historia sobre el papel y los escenarios. Es una magnífica comedia sobre las mujeres y su sexualidad, los tabúes sociales que existen sobre ella, así como la presión respecto a este tema y, sobre todo, la incultura sexual femenina.

La vigencia, universalidad y contemporaneidad en todos los sentidos del tema hacen que ‘Los monólogos de la vagina’ sea una obra necesaria en escena y de lo más actual. Y es que aquí reside parte de su éxito: se trata de una obra no solo universal sino también todavía atemporal. Al tratar abiertamente sobre la sexualidad de la mujer es una representación explícita y con un mensaje directo que desarrolla de forma clara y concisa.

Todo ello sin entrar en la tortuosa relación entre hombre y mujer, centrándose sobre todo en la parte femenina. ‘Los monólogos de la vagina’ es un espectáculo pensado para hacer reír al público pero sin dejar de lado la parte reflexiva de todo lo que nos dice. Una obra de teatro escrita para hacer pensar a los espectadores en este tema que sigue siendo tan tabú en una sociedad que dice ser moderna.

‘Los monólogos de la vagina’ arranca con una presentación cercana en forma de un monólogo con mucho desparpajo de Olga Hueso. A través de anécdotas y vivencias contextualiza al público sobre el eje central: el desconocimiento sobre su vagina y la sexualidad femenina. A continuación, toma el relevo Rocío Madrid que derrocha simpatía. Finalmente, aparece en escena Albanta San Román para hablarnos de miedos y preocupaciones.

Esta obra está creada para despertar todo tipo de sensaciones y emociones en el público ya que va pasando por distintas fases. Irá en crescendo para terminar de una forma brutalmente reivindicativa. ‘Los monólogos de la vagina’ es de lo más acertada y certera con una reivindicación clara.