‘Los pálidos’ arrasa en el Teatro Valle Inclán de Madrid. Una obra escrita y dirigida por Lucía Carballal y protagonizada por Israel Elejalde, Miki Esparbé, Natalia Huarte, Alba Planas y Manuela Paso. ‘Los pálidos’ transcurre en una writer’s room: la habitación en la que los guionistas escriben todas esas series de televisión que, cada día más, ocupan nuestro tiempo como espectadores.  

En una de estas salas, un guionista veterano junto a su equipo tiene que sobreponerse al fracaso que ha supuesto su último trabajo. Se trataba de una serie sobre un club de voleibol femenino que, si bien pretendía ser un canto a la fuerza de las mujeres, ha terminado siendo completamente criticada por sexista. Caídos en desgracia, tratan de pelear de nuevo por crear un éxito real.  

Para ello, tendrán que hacer malabares entre lo que se supone como mainstream y la corrección política del momento. Basculando entre el efectismo y la honestidad, entre lo que es bueno para su ficción y lo que es mejor para sí mismos.  

Lucía Carballal debuta como directora y lo hace por todo lo alto. ‘Los pálidos’ es una pieza teatral que cuestiona las relaciones de poder y los conflictos de clases que están presentes en el sistema de producción. Su argumento se articula en torno a estas relaciones de poder y las contradicciones presentes en la creación de las ficciones y las tendencias actuales incluso de nuestras propias vidas.   

En un escenario de ansiedad, vaivenes de información y diversidad de opiniones, el espectador verá a unos personajes que tendrán que enfrentarse a sus responsabilidades. Así se cuestionarán hasta qué punto pueden aguantar la presión de no decir nunca lo que piensan con tal de protegerse a sí mismos y poder sobrevivir en este complicado y cambiante mundo del espectáculo.  

Ser quienes cuentan las historias te coloca en una posición de poder y de responsabilidad. Es una manera de existir y sobrevivir en un momento en el que estamos permanentemente buscado la novedad y lo original. Fomentando así la creación de identidades y modelos inspiradores que no siempre se pueden mantener en el tiempo.

‘Los pálidos’ se mueve entre lo que somos y lo que nos gustaría ser, planteando un espacio entre la política y el entretenimiento. Una lucha de poderes de lo más actual que por momentos nos hace olvidar que estamos presenciando una representación teatral. Luchas entre géneros y entre diferentes generaciones que podría extrapolarse a muchas situaciones y escenas cotidianas fuera de las tablas.

Una propuesta rompedora, valiente y muy acertada. Lucía Carballal propone un guion crítico que consigue mantener muy bien en todo momento. Con las ideas muy claras, logra una dirección impecable que dan como resultado una obra de teatro imponente, realista e incluso sobrecogedora.

‘Los pálidos’ resulta también de lo más emotiva y emocionante, especialmente en un epílogo final en el que Israel Elejalde se come el escenario. El momento culmen de la obra que te dejará totalmente cautivado y con el que te reirás y reflexionarás. Hay muchas cosas que destacan en esta obra como la asfixiante y por momentos lúgubre escenografía de Alessio Meloni; así como la iluminación (o ausencia de ella) de Paloma Parra.

Asimismo, ‘Los pálidos’ es un éxito también por su brillante reparto. Si ya he nombrado a un magnífico Israel Elejalde, cabe mencionar a un inmenso Miki Esparbé que se crece en cada escena. Junto a ellos, el elenco femenino está soberbio: Natalia Huarte, Alba Planas y Manuela Paso son las réplicas ideales para este reparto coral.