Con un reparto de lujo y un director como Asghar Farhadi, que tiene en su filmografía tan aclamados como ‘A propósito de Elly’ (2009), ‘Todos lo saben’ se convirtió pronto en una de las películas más atractivas de 2018. El cineasta iraní llevaba tiempo dando vueltas a la idea de rodar una película en nuestro país, con sabor español, pero como su cine es muy universal, a pesar de lo local, terminó haciendo lo que anuncia el título: un thriller que es universal, y que también es muy nuestro.

‘Todos lo saben’ sigue la historia de una comunidad de vecinos de un pequeño pueblo de España. A su lugar de nacimiento regresa Laura (Penélope Cruz), que vive en Argentina desde hace años con su marido (Ricardo Darín) y sus dos hijos. Regresa para celebrar la boda de su hermana Ana (Inma Cuesta), y se reencuentra así con su familia de sangre y también con otro tipo de familia, como es Paco (Javier Bardem), su amor de juventud al que siempre se sentirá muy unida. Durante la celebración de la boda, cuando todo parece felicidad, cuando todo lo que parece importar es volver siempre, ocurre una tragedia. Entonces empiezan las sospechas, resurgen los rencores y los conflictos pasados, y una verdad por encima de todo lo demás que es la que condiciona todo, el pasado, el presente y el futuro.

Lo que me gusta de ‘Todos lo saben’

En primer lugar, la primera mitad de la película. La presentación, los minutos hasta que tiene lugar la tragedia, son redondos. Son de diez. Refleja a la perfección lo que quiere reflejar: ese volver, la alegría de volver al pueblo, la alegría de sentir que hay cosas que no cambian aunque pase el tiempo, los reencuentros con la familia, que cuando es familia nunca deja de serlo, ese ambiente festivo que se corresponde con los veranos, aunque en ‘Todos lo saben’ no sea exactamente verano. Todavía vive, en el pueblo y en todos ellos.

El pueblo. Quien haya nacido, o crecido, o nacido y crecido en un pueblo, se verá en estas primeras imágenes. La relación con los vecinos, no siempre fácil, la confianza, la cercanía, la sensación de conocerlos a todos. La comunión, la unión. Las imágenes que se capturan fuera de la historia refuerzan esta idea, sirven casi a modo de documental, que es a veces lo que parece esta película. Y lo elevan a la excelencia unos intérpretes que están maravillosamente naturales. Javier Bardem el primero, pero también Bárbara Lennie, Elvira Mínguez, Ramón Barea o un Eduard Fernández de escándalo.

Me gusta que cuando empieza el thriller el ritmo decaiga, porque es lo que tiene que ser en este caso. Porque la velocidad acompaña a los momentos de alegría, el ritmo frenético es para cuando todo va bien; cuando las cosas se complican, el ánimo de los personajes decae y los diálogos son lentos, pausados, pesados, y es lo que tiene que ser.

Me gusta volver a verla y encontrar detalles camuflados que siempre han estado ahí y que nos van diciendo que nosotros también podríamos saberlo desde el principio: un abrazo y una mirada, otras miradas que se apartan porque no se soporta la verdad, las locuras de uno y otra, las preguntas que se quedan en los labios… Todo esto está, y está desde el principio.

Lo que me gusta de ‘Todos lo saben’ es que se tiene muy claro lo que se quiere contar, y el tipo de historia que se tiene que construir, y como Asghar Farhadi es un cineasta fantástico y el reparto es un reparto fantástico, idea y forma se hacen una. Y sale una película muy buena.

¿A quién le recomiendo ‘Todos lo saben’?

Sobre todo los primeros compases, ‘Todos lo saben’ es para todo el mundo. Incluso aunque no seáis muy dados a las películas donde no pasa nada, estoy (casi) segura de que os atrapará la realidad de las imágenes, lo cercanos que podéis sentiros a ellas y esa sensación de estar casi viendo un documental bien hecho. Si entráis en la película, si conectáis con los personajes, entonces seguiréis la parte del thriller con interés y con atención, sobre todo cuando comprendáis que hay algo que todos saben, y queráis saberlo vosotros también.