‘Una terapia integral’ es una obra en el Teatro Fígaro escrita y dirigida por Cristina Clemente y Marc Angelet. Un curso intensivo con cuatro magníficos intérpretes: Antonio Molero, Marta Poveda, Esther Ortega y César Camino, que nos hará reflexionar sobre la necesidad de creer en algo que con mucha ironía trata el negocio de la felicidad.  

Toni Roca lleva más de diez años impartiendo cursos para enseñar a hacer pan. Hay pocas plazas y bofetadas para apuntarse. Los alumnos que se inscriben saben que los cursos de Toni Roca son únicos ya que el método parte de una simple y curiosa premisa: “Para hacer un buen pan, no hace falta la harina o la levadura más fresca, para hacer un buen pan solo es necesario estar bien con uno mismo”. Así de fácil.  

Para Toni Roca: “Somos el pan que hacemos”. Y por eso una corteza crujiente puede ser sinónimo de problemas laborales, una miga demasiado densa seguramente es indicativo de una crisis de pareja y un pan soso solo puede ser el resultado de una vida sexual insatisfactoria. Si quieres hacer un buen pan, debes arreglar todo aquello que no está funcionando bien en tu vida.  

Y este curso te garantiza que, después de las sesiones, el alumno conseguirá hacer un pan excelente. El sistema de aprendizaje es muy heterodoxo y los alumnos no solo amasan o controlan la temperatura del horno. Aquí ellos se confiesan, lloran, gritan y se liberan de todo lo que tienen dentro. Las mejoras en el pan -y en la vida- se hacen evidentes enseguida. Tres nuevos alumnos se han apuntado al curso de este año, tres alumnos con intereses, voluntades y momentos vitales totalmente distintos para cada uno de ellos.  

‘Una terapia integral’ es una comedia que pone en cuestión nuestra necesidad de creer en algo. El retrato de una sociedad que parece que está eliminando la religión pero que todavía tiene la necesidad obsesiva de creer, de tener fe en algo. Buscar algo que nos ayude a encontrar sentido a nuestras vidas caóticas, aunque ese algo sea totalmente inaudito.

Una obra de teatro muy entretenida que invita al público a la reflexión. Con escenas y diálogos muy divertidos, ‘Una terapia integral’ ofrece un discurso que quiere hacer que trascienda para que los espectadores se queden pensando en su propia vida y circunstancias personales. Con un texto muy original y una narración divertida y amena. Además, Antonio Molero, Marta Poveda, Esther Ortega y César Camino forman un gran equipo interpretativo sobre el escenario.