El CBD cada vez gana más espacio en productos para la piel y el cabello. Y no solo por moda, sino porque, bien formulado, funciona.

Entre las marcas que lo trabajan con seriedad, una de las que más confianza inspira es caliweed,  tu marca favorita de CBD, que ofrece una amplia variedad de artículos de la más alta calidad, inspirados en California.

¿Qué hace el CBD en la piel?

Lo básico: el CBD (cannabidiol) es un compuesto derivado del cáñamo. No es psicoactivo, o sea que no coloca ni altera la percepción, y su uso en cosmética se centra sobre todo en sus efectos antiinflamatorios, calmantes y antioxidantes.

La piel, además, tiene su propio sistema endocannabinoide, algo que no mucha gente sabe. Esto significa que puede “dialogar” directamente con el CBD cuando lo aplicamos, activando mecanismos naturales que ayudan a mantener el equilibrio. En términos simples, puede reducir rojeces, regular el sebo, calmar brotes o simplemente mejorar la textura general de la piel.

No es un ingrediente mágico, pero sí tiene un enfoque distinto: no tapa los síntomas, ayuda a que la piel se autorregule. 

Casos en los que puede ser útil el CBD para la piel

Para piel grasa o con tendencia al acné, el CBD puede ayudar a frenar el exceso de producción de sebo. En pieles muy secas o reactivas, en cambio, tiende a calmar la irritación, evitando esa sensación de tirantez que a veces dejan otras cremas.

También hay productos con CBD pensados para pieles sensibles, donde otros ingredientes fallan. Y eso es clave. Porque si ya probaste exfoliantes, tónicos con alcohol, ácidos o productos perfumados que te dejaron peor, entiendes el valor de algo que funcione sin generar más problemas.

Además, se lo está empezando a usar mucho como soporte en rutinas anti-edad, gracias a su capacidad antioxidante. No borra arrugas, pero ayuda a prevenir el estrés oxidativo, que es una de las causas del envejecimiento prematuro.

En cuanto a sus formulaciones, hay mascarillas exfoliantes de CBD, cremas hidratantes y aceites como las fórmulas más aplicadas y eficientes para cuidar la piel.

CBD para el cabello

En el mundo capilar, cada vez se ven más fórmulas que incluyen CBD, sobre todo en champús, mascarillas o sérums para el cuero cabelludo. Y tiene sentido.

Muchos problemas del cabello —caspa, caída, picor, exceso de grasa— no empiezan en el pelo, sino en el cuero cabelludo. Y si esa zona está irritada o desequilibrada, el resto también se ve afectado.

El CBD puede ayudar a regular esa piel, sin irritar ni sobre estimular. En ese contexto, lo que hace es facilitar un entorno más sano para que el pelo crezca fuerte. No es un estimulante capilar como los clásicos tratamientos anticaída, pero prepara el terreno. También se usa por su capacidad de calmar la picazón y reducir inflamaciones que suelen pasar desapercibidas, pero terminan afectando la salud del cabello.

¿Cómo saber si un cosmético con CBD es bueno?

No alcanza con que diga “con CBD” en la etiqueta. Hay productos que apenas tienen unas gotas para poder usar el nombre. Por eso, lo ideal es leer la concentración (debería estar en mg o en porcentaje) y ver si el extracto es aislado, de amplio espectro o de espectro completo. El de espectro completo suele ser más eficaz, porque contiene otros cannabinoides y terpenos que refuerzan su acción.

Sin efectos secundarios

En general, no. El CBD es bien tolerado por casi todos los tipos de piel. Aun así, si es la primera vez que vas a usarlo, lo lógico es probar primero en una pequeña zona, como harías con cualquier otro cosmético. Es raro, pero algunas personas con piel muy sensible pueden notar una leve irritación. Por eso, mejor ir de a poco.

Lo que sí hay que evitar es mezclarlo sin sentido con otros activos muy potentes, como ácidos exfoliantes o retinol fuerte, sin saber cómo van a interactuar. El CBD es bastante compatible con casi todo, pero más vale no sobrecargar.

¿Vale la pena incluirlo en una rutina de cuidado?

Si ya tienes una rutina de cuidado, con pasos que te funcionan, no hace falta tirar todo por la borda para sumar CBD. Puedes incorporar un sérum, una crema puntual, o un aceite si tienes la piel seca. Es más, a veces con cambiar solo un paso ya se nota la diferencia.

En el cabello pasa algo parecido. Si tu cuero cabelludo está sensible, un champú con CBD puede ser una buena forma de empezar. O un tratamiento que uses una o dos veces por semana. No hace falta hacer un giro radical. A veces menos, es más.

Hay estudios que avalan las propiedades del CBD para la piel, sobre todo en relación con la inflamación, la sensibilidad cutánea y la regulación del sebo. Por ello su aplicación para la piel y el cabello está cada vez más extendido y puede ser un buen complemento en tratamientos de belleza.