La gran pantalla tiene la finalidad de remover conciencias. El cine es ese elemento en el que se destapan esas historia escondidas y en las que nadie quiere indagar. En últimos años se ha observado el crecimiento de una tendencia de crítica social y eso es lo que sucede con ‘Corral’. El documental de Marcelo Brennand nos muestra la cara oculta de una realidad en la que el tráfico de influencias y la egolatría de la sociedad han marcado la pauta.

‘Corral’ narra la historia de la dramática situación en la que vivían algunos barrios olvidados de Gravatá (Brasil). Una dura sequía hacia que la promesa de proporcionar agua al municipio fuese la principal arma populista de unos políticos que están dispuestos a todo con tal de ganar las elecciones. Durante años la polarización política se ha dividido entre azul y rojo, dos oligarquías que luchaban entre ellos por el poder. Bajo esta premisa nos presentan a Chico Caixa, un ex trabajador público que ha perdido su trabajo por llevar agua a dicho barrio. Pese a eso, un conocido de la infancia le ofrece trabajar en su campaña para lograr ser concejal. En ese instante el turbio y oscuro mundo de la corrupción política ocupa el primer plano.

Marcelo Brennand ha creado un drama y thriller político ambientado en uno de los países donde la corrupción política es más importante. En ‘Corral’, se observa como los dirigentes políticos han ido ascendiendo y logrando sus puestos a base de sobornos, ya sea de dinero o comida. De este modo, se aprovechaban de una población que estaba al borde de la indigencia y que no le quedaba más remedio que aceptarlo si querían seguir adelante.

La dignidad al servicio de la moralidad

En este proyecto de Marcelo Brennand reflexiona sobre la dignidad humana. La población en riesgo de exclusión se agarra a un clavo ardiendo frente a una clase política que no tiene ningún tipo de reparo con tal de sacar adelante su proyecto. Por su parte, dentro de esa población olvidada existen personas que mantienen sus principios y no se dejan amedrentar por unos políticos que no tienen límites.

A lo largo de la película la situación de asfixia está presente desde el primer momento. Todo ello parte de la idea de escasez de agua, esa que tanto se anhela y no se logra. La idea de que un mismo problema se esté alargando y sea la moneda de cambio de una clase política que no le importa, hace que la población se revele. Están cansados de falsas esperanzas y eso es lo que sucede con Chico Caixa, que al final de ‘Corral’ tiene una escena propia del caso Malaya y de ‘La casa de papel’.

Grabado en unas localizaciones prácticamente perfectas, ‘Corral’ invita al espectador a reflexionar sobre en qué situación se encuentra la sociedad. Bajo esa premisa, las clases políticas intentan tergiversar una realidad a su antojo, pero es la sociedad la que debe ponerle freno. En líneas generales, es cierto que se trata de una película previsible y que no aporta nada adicional, pero es digna de ser visionada al menos una vez.