La adolescencia es un periodo de muchos cambios, de emociones a flor de piel y de rebeldía. Pero también es un periodo de desconexión. Es el momento en el que nos comenzamos a conocer más a fondo, pero en el que nos alejamos más de la realidad. De nuestras familias, de nuestros maestros y de un entorno que, de repente, se torna aburrido, gris y absurdo. Esto es algo que vemos bien reflejado en ‘Beef’, corto dirigido por Ingride Santos y coescrito junto a Lluís Segura.

En él, nos colamos en una clase de instituto. Una joven llamada Melisa muestra un comportamiento inadecuado e irrespetuoso, sobre todo en lo que respecta a la profesora. Y, tras entregar su examen en blanco, se enfrenta a ella. Delante de toda la clase, y ante nuestra atenta mirada, ambas discuten acerca de la importancia de la educación y del futuro. Y es en esa conversación donde más fácilmente encontramos o reconocemos esa desconexión.

La realidad es que entre ellas, profesora y alumna, no hay tanta distancia. Simplemente, una de ellas no sabe verlo. Está cegada por una etapa en la que las malas contestaciones y los malos comportamientos -y también absurdos- parece la mejor opción. Una forma de rebeldía que, en realidad, está muy lejos de ser tal cosa.

En ‘Beef’ se nos muestra una escena, por desgracia, cotidiana. En la que una persona intenta denigrar y ridiculizar a la otra. Y en la que la falta de comunicación y de conexión es notable. No hay distancia física y tampoco debería haberla a nivel emocional o personal, pero un pequeño paso en la adolescencia se siente como un abismo. Abismo que encontramos en la mirada desesperada y dolida de la profesora, interpretada por Ruth Gabriel, y en los ojos fríos de la joven, a la que da vida Melisa Peralta.

Un cortometraje que da pie a una importante reflexión que, pese a estar continuamente en la palestra, parece caer siempre en el olvido.

‘Beef’ forma parte de la programación oficial de Visual Art, Festival Internacional de Cinema de Lleida.