‘La familia Big Foot’ llega directamente a Movistar+ este viernes 18. Esta película es la secuela de ‘El hijo de Big Foot’, una película de animación que tuvo gran éxito en taquilla en 2017. ‘El hijo de Big Foot’ nos cuenta la historia de Adam, un adolescente que decide partir en busca de su padre que había desaparecido en circunstancias extrañas y acaba descubriendo que se trata de Big Foot.

En ‘La familia Big Foot’ regresamos a esta familia, con un Big Foot que trata de usar su fama para ayudar al mundo. Adam tendrá que aceptar que su padre vuelva irse de casa, pero las cosas se tuercen y volverá a ir en su búsqueda. ‘La familia Big Foot’ trata de transmitir no solo valores familiares, sino también un fuerte mensaje ecológico.

¿Qué no funciona?

A pesar de que su animación es impecable y de que tiene los ingredientes para triunfar, no he logrado conectar con ‘La familia Big Foot’. No he sentido que esta película aporte nada nuevo a la historia que nos contaba en la primera parte ni al género de las películas de animación en sí. En realidad, ‘La familia Big Foot’ está llena de clichés que hemos visto una y otra vez en este tipo de películas: una crisis familiar, un mensaje ecologista y animales que hablan. Y aunque todo esto puede funcionar, no consiguen levantar la película y se queda bastante plana.

Durante toda la historia nos vemos venir que va a ocurrir y no hay nada que consiga realmente cogerte por sorpresa. Ni si quiera el final tiene un giro que consiga cerrar la película en un punto álgido . Si al menos consiguiera engancharnos podríamos perdonar todo esto, pero la verdad es que a menos de la mitad de ‘La familia Big Foot’ ya estaba comprobando cuanto le quedaba para acabar.

Uno de los grandes aspectos más desaprovechados son las habilidades de Adam como hijo de Big Foot. Le vemos utilizar sus poderes en contadas ocasiones y quizás, verle tratar de manejar y aprender a usar estos poderes hubiera añadido algo de interés a la historia. La crisis familiar con su padre también se trata de forma superficial. Le vemos enfadarse con él por sentir que les vuelve a abandonar, pero parece que esta sensación de Adam aparece al principio de la película y no se le vuelve a dar importancia. El problema de ‘La familia Big Foot’ es que cada aspecto se trata de forma superficial y nos dan una trama bastante floja.

Lo que podría haber sido

Tampoco terminan de funcionar los personajes, sobre todo los que tienen que dar el toque de humor a la película. El mapache Trapper y el oso Wilbur son los encargados de llevar el peso de todos estos comentarios humorísticos y tratan de hacer reír a los espectadores. Y aunque alguno de los comentarios irónicos de Trapper me sacaban alguna sonrisa, la verdad es que conmigo lograban el efecto contrario. Sus intervenciones se me hacían totalmente innecesarias y forzadas, añadiendo una nueva razón para desconectar de la película.

‘La familia Big Foot’ es una de esas películas que ves y pasan sin pena de ni gloria por tu vida. La verdad, es que para mí ha sido una pequeña decepción. La calidad de su animación merecía una historia que estuviera a su altura y había aspectos, como los poderes de Adam o la lucha por el medio ambiente, que de haber tenido más protagonismo podrían haber hecho que ‘La familia Big Foot’ me hubiera dejado una sensación menos agridulce.