Tiempos complicados para la industria musical en el que la extrema rapidez para sacar los nuevos singles hace que los productores y cantantes vayan a contracorriente para lanzar sus nuevos temas. En los últimos lanzamientos se ha observado una clara y evidente bajada de calidad y de creatividad en las portadas de los temas.

Salvo que los diseñadores gráficos de las discográficas tengan en común una obsesión y admiración por los diseños y creaciones de aires retro o vintage, poca justificación tienen esas caratulas que brillan por la ausencia de complejidad. La rapidez por producir contenido y publicarlo lo antes posible puede jugar una mala pasada pero nada más lejos de la realidad. Existe muy poco trabajo detrás de algunos temas a nivel visual.

Lo que es incomprensible es que en pleno 2020 cuando la mayoría de diseñadores gráficos tienen en sus dispositivos o portátiles los programas esenciales de diseño (o popularmente conocidos como pack Adobe) se limiten a recortar el perfil de dos imágenes, las cambien de color y las sobrepongan. Esto para artistas que están comienzan y que se están buscando un hueco en el panorama musical es su mayor piedra en el camino. De nada sirve tener un buen tema cuando la portada del mismo te echa para atrás.

El único lanzamiento que se salva de esta tendencia es el de David Bisbal y Aitana, “Si Tú La Quieres”. En una etapa en la que la sencillez predomina, los equipos de ambos han sabido adaptarse. El videoclip se basa en una continuación de imágenes domésticas de sus familiares. La portada del tema ya indica lo que se van a encontrar en el videoclip en un periodo de videollamadas.

Tiempo de creatividad

El estado de alarma tiene que ser aprovechado como un estadio de crecimiento personal y profesional. El estar recluido en casa no es negativo. Sirve para mejorar esos puntos débiles y profundizar en los fuertes. La creatividad es uno de los aspectos que más tiene que brillar en el mundo del diseño gráfico. Si quieres puedes. Hay muchos diseños que se han realizado estando en casa con programas rudimentarios o básicos que son una auténtica obra de arte.