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‘Infiltrado en el KKKlan’, una gamberrada visionaria más de Spike Lee

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Spike Lee decidió, de manera natural, dedicarse al cine. Lo hizo después de pasar una infancia entre salas de cine y películas ahora míticas. Y, casi de la misma manera, también decidió de forma natural utilizar su cine como plataforma y refugio para las historias que nunca se habían contado. No es que no hubiera personajes negros en el cine antes de que Spike Lee comenzara a crear y rodar. Pero sí había una brutal ausencia en cuanto a sus historias. Estos personajes habían quedado reducidos a delincuentes callejeros o a esclavos. Un sesgo evidente que no hace otra cosa que mostrar el racismo que siempre ha bañado Hollywood, y que sigue estando presente. 

Aunque fue arriesgado en su día, su conciencia social y su identidad le empujaron a contar esas historias que hacían falta. A reflejar la realidad de una comunidad despreciada y maltratada durante siglos. Y sus películas se convirtieron en un refugio para los suyos y en un motivo de orgullo, mientras él se transformaba en un mito viviente. Ya era un mito viviente entre la población afroamericana durante su juventud. Un espejo en el que mirarse, un ejemplo a seguir y un hermano que les tendió la mano jugándose su carrera. Curiosamente, aunque hayan pasado décadas y, en teoría, hayamos evolucionado, con cada película y cada discurso, Spike Lee se sigue jugando mucho. 

Este mismo viernes estrena ‘Da 5 Bloods: Hermanos de armas’, una versión poco mostrada de la Guerra de Vietnam y de sus consecuencias en las personas, así como las consecuencias del racismo. De nuevo, un film arriesgado en el que la crítica afilada es el eje en torno al que se construye todo. Lo mismo que ocurría con ‘Infiltrado en el KKKlan’, aunque en este largo el tono era mucho más gamberro. Ahí llega mi recomendación personal de este viernes, una película divertida e increíblemente reveladora, en la que el cineasta volvió a unir pasado y presente con una naturalidad pasmosa. 

Que vienen, que vienen

Infiltrado en el KKKlan
Foto: David Lee / Focus Features

‘Infiltrado en el KKKlan’ nos traslada directamente a uno de los periodos más convulsos de la historia reciente de Estados Unidos: los años 60. Fue en esta década cuando se produjeron algunos de los disturbios raciales más importantes hasta el momento, como los acontecidos en Detroit en 1967. El descontento de los afroamericanos llegó a unos límites incontenibles, mientras los movimientos supremacistas blancos crecían y tomaban fuerza. Precisamente esto último es lo que vemos en la cinta de Spike Lee, en la que nos infiltramos en el Ku Klux Klan de la mano de  Ron Stallworth (John David Washington), el primer agente negro del departamento de policía de Colorado Springs. Con la inestimable ayuda de su compañero judío Flip Zimmerman (Adam Driver). 

Esta historia, basada en hechos reales, nos muestra los entresijos de la organización, así como los pilares en los que se fundamenta y los líderes que la elevaron en su día. Lo hace a través del humor, uno de los mejores vehículos para la crítica social. Y también lo hace conectándonos de una manera maestra con la realidad que nos rodea ahora. ¿Cómo? Muy sencillo. A través de la figura de uno de esos líderes: David Duke. Un ser despreciable y absurdo que, curiosamente, se ha situado al lado del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Quien, también curiosamente, utiliza expresiones directamente relacionadas con estos movimientos superrealistas blancos y con el ya mencionado Ku Klux Klan. 

Spike Lee es experto en generar reflexiones y, sobre todo, análisis en su público. Y aquí lo hace con una solvencia admirable, que le valió su primer Oscar -a Mejor Guión Adaptado-. Nunca lo da masticado, pero tampoco esconde el mensaje que quiere dar. Su cine es guerrero, es peleón, es comprometido. Pero también es divertido, es intenso y es, incluso, extravagante. Unas cualidades que recoge ‘Infiltrado en el KKKlan’ y que conectan al cineasta con muy diversas generaciones. Esta película ha sido, además, para muchos jóvenes el descubrimiento de un director único, diferente y atrevido. Una de esas figuras que ya ha marcado la historia del cine y que continúa marcando vidas. Porque hace cine que importa, sin por ello olvidarse del entretenimiento. Todo ello mientras nos señala como cómplices, culpables o ciegos. 

Perfecta para comenzar

Infiltrado en el KKKlan

La filmografía de Spike Lee es una de esas que todos deberíamos repasar de principio a fin. Pero a quienes les pillan algo lejos sus historias, les puede costar entrar. Por eso creo que ‘Infiltrado en el KKKlan’ puede ser una buena manera de iniciarse. Porque aunque nos lleve a los Estados Unidos de la década de los 60, nos muestra una realidad que observamos en la actualidad. Porque nos habla de problemas que no nos son ajenos y de mandatarios que gobiernan a día de hoy. Y porque el Ku Klux Klan, por desgracia, está reviviendo ahora, junto a otros movimientos supremacistas blancos. No se me ocurre un mejor momento para verla. 

A partir de esta cinta, la curiosidad irá tirando sola del hilo. Después, lo lógico sería ir en orden cronológico, con pareado incluido. Pero si no dispoones del tiempo suficiente, apuesta por ‘Do The Right Thing’, ‘Nola Darling’, ‘Malcom X’ o ‘Una mala jugada’. Y olvídate de prejuicios que, por desgracia, todos llevamos a nuestras espalda. Empápate de una cultura que nos han intentado ocultar y más tarde criminalizar. Analiza cada puntada que da Spike Lee y, sobre todo, observa cuántas historias quedaron por contar antes de que alguien se atreviera a hacerlo. 

Rosa Suria
Periodista. Escribo y hablo continuamente de cine, series y música.

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