Qué bien nos hace saber que no somos los únicos que estamos atravesando una etapa concreta, que no solo nosotros reproducimos una serie de pensamientos repetitivos una y otra vez, que no solo nosotros estamos cansados de la sociedad actual y de su forma de vida. Sentirnos acompañados y representados puede salvar nuestra vida, no de manera figurada, sino literalmente. Un testimonio, una canción, una película, un simple post de Instagram, pequeños o grandes saltos al vacío que nos colocan en un lugar seguro y nos abrazan en medio de la locura y la soledad que reinan a día de hoy. ‘how i’m feeling’, el primer álbum de estudio de Lauv, es todo esto. 

No hacía falta que escucháramos este disco, ya sabíamos que el de San Francisco es una de las voces de la generación Z, uno de esos altavoces que no ha tenido miedo de desnudar su alma y dejarla al descubierto para beneficiar a terceras personas que, como él, viven una realidad plagada de luces y sombras. Lo sabíamos por los temas que ya habíamos escuchado y por la sinceridad con la que siempre nos habla, ya sea a través de canciones o de discursos improvisados. Pero qué bien sabe reconfirmarlo con un primer álbum que también sabe a gloria, por lo que significa y por lo bien construido que está, sobre todo para los que ya nos consideramos fans de este joven cantante y compositor. 

Como esperábamos, ‘how i’m feeling’ es algo similar a pasar una tarde gritando a los cuatro vientos quiénes somos, qué nos preocupa y qué nos hace felices. Es un encuentro con nosotros mismos, con el propio cantante y con la sociedad de la que formamos parte, a la que Lauv juzga desde la posición de tantos miles de jóvenes que se sienten perdidos, desilusionados y deprimidos. Pero también es un canto a la vida, al amor y a la aceptación propia, a esa lucha contra los fantasmas de la ansiedad, la depresión, la soledad, la obsesión y el miedo, que solo nosotros podemos protagonizar. Es, en definitiva, exactamente lo que muchos -o todos- necesitábamos escuchar, porque al hacerlo se nos tiende una mano que va a acompañada de un mensaje que a veces pisoteamos y al que no le damos la importancia que realmente tiene: “te comprendo”. 

A lo largo de sus 21 canciones, muchas de ellas inéditas, el estadounidense reflexiona sobre todo acerca de la sociedad putrefacta en la que vivimos, que fomenta la aparición de trastornos como la ansiedad o la depresión en los más jóvenes, que han crecido con unas expectativas que ahora ven imposibles de alcanzar. Unos jóvenes que se ven sometidos a una enorme presión en todos los ámbitos de su vida y que, en la mayoría de las ocasiones, acaban siendo presos de la medicación y de una soledad que cubren con bonitas fotos en redes sociales. Igual que, en cierta manera, Lauv cubre los duros mensajes de sus temas con ritmos amables y animados, pegadizos como pocos y muy radiables. Es increíble y admirable su capacidad de emocionar hasta las lágrimas en la misma canción que nos hace saltar, bailar y reír hasta quedar sin aire, un rasgo que me atrevería a señalar como su esencia y que me recuerda a los Twenty One Pilots de hace unos años. 

Junto con esta seña de identidad está su enorme sinceridad y su manera directa de decir las cosas. Muchas veces, las metáforas no sirven de nada y caen en saco roto. Supongo que de ahí nacen canciones como ‘Sad Forever’, en la que Lauv habla claramente del proceso de recuperación de una depresión, de lo que genera en las personas la medicación que deben tomar cada día y de lo complicado que es salir de ese bucle. De nuevo, lo hace con ritmos amables pero con palabras afiladas. Su talento es como un cuchillo recién afilado, elegante y brillante, pero capaz de clavarse en el alma de quien escucha sus temas con los oídos, la mente y el corazón bien abiertos. 

Este ‘how i’m feeling’ no tiene sorpresas, es exactamente lo que se esperaba de él. Y, aunque cualquiera puede escucharlo con facilidad, precisamente porque Lauv es experto en crear un pop aparentemente amable, creo que es un disco que vamos a disfrutar especialmente los que gustamos de su estilo y de su forma de componer y de cantar historias. Porque estas están presentes en todos y cada uno de los temas, todos del mismo corte y en los que no se arriesga en forma, pero sí en contenido. Escuchándolo una y otra vez durante esta semana, además de reflexionar, emocionarme y sentirme abrazada, no he podido evitar cruzar los dedos fuerte para que su directo en La Riviera no termine en el saco de conciertos cancelados o pospuestos. ‘how i’m feeling’ en vivo tiene que ser un auténtico estallido de pureza y de cosas buenas.