Me da cierta rabia que el nombre de James Blunt vaya a estar siempre asociado a ‘You’re Beautiful’ (que es, por cierto, una canción preciosa) como a veces asociamos las cosas: pensando que habiendo escuchado una canción, lo hemos escuchado todo. James Blunt tiene talento, repertorio y creatividad de sobra como para seguir sorprendiendo una década después, y ‘Once Upon A Mind‘, su último álbum, es un ejemplo perfecto de que puede hacerlo.
Por la forma en que James se ha adecuado a los sonidos actuales o, más bien, por la forma en que ha conseguido adecuar estos sonidos a los que él siempre ha perseguido. Mis canciones predilectas de este nuevo disco siguen esta línea: ‘The Truth‘, ‘5 Miles‘ y también ‘Cold‘, con un cierto toque country. Sonidos electrónicos con los que le canta a la pérdida, al descubrimiento de la primera chispa del amor y a lo que queda tras esa pérdida, respectivamente. Solo en el caso de ‘5 Miles’ la letra acompaña al ritmo casi bailable de la melodía, pues tanto en ‘The Truth’ como en ‘Cold’ advertimos esa dualidad que tiene la música de hacernos llegar sonidos alegres mientras nos canta cosas tristes. Y poniendo un poco de atención también se puede comprender que el artista británico le canta a todo esto con inteligencia, ignorando los moldes consabidos y relamidos, rebuscando en lo más profundo de las emociones para extraer de ellas todo el jugo posible.
Hablando de emociones, este ‘Once Upon A Mind’ ha copado titulares y comentarios con una canción como centro de todos ellos: ‘Monsters‘. No es para menos. En esta canción, James le canta a su padre, nos habla de despedidas, de luchas, de conocerse y aceptarse, de librar él las batallas contra los monstruos y los miedos que un día libró su padre para protegerlo. ‘Monsters’ es una de las canciones más sinceras y emotivas que he escuchado en mucho tiempo, y una semana después de que llegase a mí no he conseguido escucharla sin que me tiemble algo. Y puede que me equivoque, pero ‘I Told You‘ parece estar escrita pensando en sus hijos. El propio James ha explicado que es su álbum más sincero desde ‘Back to Bedlam’, así que parece cantarle a todos los ámbitos que tienen una importancia en el momento que vive.
También al paso del tiempo, como comprendemos al escuchar ‘Stop The Clock‘, uno de los mejores temas de ‘Once Upon A Mind’. En una de las primeras escuchas, me descubrí pensando que asociaba de alguna manera esta canción con la franquicia de James Bond, supongo que porque escucho en ella algo parecido a lo que he escuchado antes en temas como ‘Skyfall’, de Adele, o ‘Writing’s On The Wall’, de Sam Smith. Con sus respectivos estilos y sus voces inconfundibles, los tres artistas comparten similitudes en el modo de entender la música, así que esta asociación no me es extraña.
Todo lo demás es un ejemplo de que James se mantiene fiel a sí mismo, pero sin aburrir nunca con canciones que resultan similares las unas a las otras o reproducciones de las anteriores. El artista tiene su estilo, y partir de él crea cosas, siempre nuevas. ‘How It Feels To Be Alive‘ suena al James Blunt contundente, duro, casi cruel, pero es nueva. ‘Champions‘ suena al James Blunt que ama y busca ser valiente, que lucha y le canta al optimismo. Como ‘The Greatest‘, pero de otra manera, porque en esta canción también abruma la vulnerabilidad que a veces James tiene en la voz mientras nos canta, a todos nosotros, que seamos valientes y fuertes.
‘Once Upon A Time‘ es, al final, un álbum honesto, idóneo para cualquier momento de nuestra vida, porque James Blunt encuentra el tiempo, la forma y las palabras para cantarnos sobre lo que nos importa a todos. Como siempre.
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