¿Quién no ha pasado veranos e inviernos jugando al Cluedo en familia o con amigos? Es uno de esos juegos adictivos que, por mucho que lo quememos, siempre revive. Por la intriga y por ese juego de mentiras y engaños en el que nos sentimos actores de nuestro propio show. Personalmente, me considero una gran fan del juego. Pasan los años y ahí sigo, probando nuevas versiones y contagiando mi pasión a nuevas generaciones. Sí, con esta intensidad y con esta emoción. Las mismas que me generó ‘Puñales por la espalda’ incluso antes de su estreno.
La cinta de Rian Johnson es un viaje a ese tablero que tantas veces he recorrido. También es un gran y evidente homenaje a Agatha Christie y a su imaginario. Y un disfrute para cualquier espectador. Muchos hablan de ella como la película perfecta, de 10. Y, dentro de sus intenciones y de su razón de ser, puede serlo. No es la más compleja o la más profunda, pero por mucho que me empeñe no consigo encontrarle ni un solo error. Ni siquiera un pinchazo. Es un producto redondo que salva cualquier tarde o noche de pereza.
En mi caso, se ha convertido en un comodín para esos momentos en los que no sabes qué ver, pero tampoco apetece un reto excesivamente exigente. También una recomendación con la que ir sobre seguro, para amigos y familiares. Considero que ‘Puñales por la espalda’ es una película que gusta a todo el que llega a ella. Una de esas que es imposible que no conecte con el público, que no entretenga y que no intrigue. Probablemente, el producto total de entretenimiento.
Reparto de lujo
Antes de entrar siquiera en la cinta, ya podemos encontrar su primer gran atractivo: su reparto. El cartel está repleto de rostros conocidos, combinando actores con larga trayectoria y prestigio con algunos de los nombres emergentes más admirados. Así, en una misma mansión, ‘Puñales por la espalda’ reúne a Christopher Plummer, Michael Shannon, Daniel Craig, Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Ana de Armas, Chris Evans, Katherine Langford, Jaeden Martell y Keith Stanfield, entre otros.
A veces, un cúmulo de estrellas como este termina siendo un fracaso absoluto. Demasiadas ansias de protagonismo y una historia vacía cuyo único pretexto es reunir a todos esos nombres conocidos. Es decir, lo contrario de lo que ocurre en la cinta de Rian Johnson.
Aquí, el equilibrio es perfecto. Entre actores y entre personajes. Todos destacan en su justa medida y todos disfrutan del espacio necesario para que el espectador les deconstruya y les conozca. No era fácil, son muchos personajes y muchas pequeñas historias las que forman el universo Thrombey. Y, sin embargo, terminamos el visionado sintiéndonos parte de esa peculiar familia y creyendo conocer a todos sus miembros a fondo. Tanto que cualquier podría escribir un perfil de cada uno de ellos. A través de los detalles concretos que se nos dan, pero sobre todo de las pinceladas que deja el director para que sea el espectador el que vaya uniendo los hilos.
El humor negro y la necesidad de descubrir la verdad
Otro de los puntos fuertes de ‘Puñales por la espalda’ es su humor negro, que habita en todas las conversaciones. Y también en la propia concepción de los personajes. Ya desde el comienzo, encontramos cierta comicidad en los miembros de la familia. Pero conforme vamos conociendo sus historias, la comicidad aumenta y juega con lo grotesco de algunos de ellos.
Estamos hablando de un thriller, sí, pero en el que el humor es un elemento fundamental que no sacrifica la tensión. Vas a reírte viéndola, eso es innegable. Pero también vas a sentir cómo la ansiedad y la necesidad de conocer la verdad se apoderan de ti. Con eso juega Johnson desde la dirección y desde el guion. Con generar el aura de misterio que corresponde a una buena historia de crímenes, a una historia que bien podría haber estado escrita por el propio Harlan Thrombey. Y también con la empatía que se genera rápidamente con el personaje de Ana de Armas, por la bondad de la joven enfermera y la sensibilidad de la actriz cubana.
Así, te verás envuelto entre risas e intentos constantes de adelantarte a la investigación del detective Benoit Blanc y su peculiar equipo. Como en el Cluedo, según avanza el visionado, irás escogiendo un camino u otro, tratando de descubrir cuánto de lo que ves y cuánto de lo que dicen los personajes es verdad. O cuánto es real. Porque, al fin y al cabo, podríamos estar siendo una pieza más del juego de un brillante escritor de suspense.
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