· FICHA ·
Título: ‘Akelarre en Nueva York’
Autora: M.H. Gorostiza
Editorial: Autopublicado
Fecha de publicación: junio de 2020
Sinopsis: Lilith llega al Manhattan del siglo XXI para reencontrarse con el espía británico Benjamin Solomon. Juntos se enfrentarán a una organización criminal que planea enviar una sospechosa carga desde Latinoamérica. En esta peligrosa misión, Lilith conocerá a diversos personajes neoyorkinos que le evocarán las luces y las sombras de su pasado en el Reino de Navarra del siglo XVII.

En este libro encontrarás: un paseo por Nueva York lleno de detalles, historias y personajes, una aproximación a la misteriosa magia de una familia antigua.

M.H. Gorostiza inicia con ‘Akelarre en Nueva York’ una trilogía que mezcla magia y realidad, Nueva York y Navarra, aventura e historia, misterio y misiones del MI6. Casi nada. Y no resulta demasiado. Creo que moverse entre géneros es uno de los aciertos de este libro, pues están bien equilibrados, con espacio para el romance o el drama familiar. ‘Akelarre en Nueva York’ lo es todo un poco y tiene, además de ilustraciones capitulares, esta preciosa portada:

Desde el principio me interesó la trama general de esta novela. Una mujer que posee algún tipo de magia, que parece ser inmortal, que se acerca a los vampiros pero parece ser algo más. Que vive a través del tiempo y que cuando despierta de nuevo se encuentra con un Nueva York diferente al que solía conocer. El Nueva York del siglo XXI. En este sentido, es fácil recorrer las calles de esta apasionante ciudad con un personaje que, siente, lo está viendo por primera vez, pero que al mismo tiempo tiene recuerdos propios. Cuando se pierde en estos recuerdos es cuando más me gusta Lilith, como así se llama nuestra protagonista.

La Lilith del siglo XXI, y con ella la trama del siglo XXI, no me ha gustado demasiado. Sé que es una percepción enteramente subjetiva, pero he encontrado casi todo demasiado frívolo para mi gusto. Tanto los deseos de la protagonista, como sus acciones, como sus pensamientos, como sus acompañantes en el camino y las motivaciones del conjunto. Es en el siglo XVII, en Navarra, cuando este libro ha conseguido tener un efecto más intenso en mí. Pero el tiempo que pasamos recorriendo y conociendo el pasado es menor del que transcurre en el presente.

Durante la lectura, pensé que soy una lectora bastante más tradicional que todas estas mezclas de búsquedas en Wikipedia, Shazam, canciones y demás. Porque sin duda aportan valor a la historia, porque añaden significados, pero a mí en ningún momento han terminado de convencerme. Tampoco esa repetición de frases y expresiones, sin duda establecidas para crear un vínculo con el espectador, un guiño. Es decir: hay en ‘Akelarre en Nueva York’ recursos perfectamente válidos, que se salen de lo habitual, que pueden entusiasmar a muchos lectores, pero que a mí personalmente no me han gustado. Me han entorpecido la lectura.

Desde ese principio en que ya me interesaban las generalidades de la historia, lo cierto es que he encontrado la lectura algo confusa. No solo los primeros capítulos. Más adelante todavía seguía preguntándome cuál era exactamente el porqué de esta historia, su asunto central, aunque ya empezara a disfrutar de sus pequeños detalles, de las paradas en el camino que deben conducirnos al final. Ciertas cosas, como esas misiones de Ben Solomón que nunca se terminan de aclarar, concretar ni presentar, también han dificultado que en algún momento me haya sentido dentro de esta historia.

No nos detenemos en muchas de las escenas que deberían ser importantes, y ese viaje vertiginoso de Lilith puede jugar en su contra porque, si bien es cierto que puede ser muy fácil de leer, puede que nunca termines de encontrar la profundidad en esta historia. Creo que eso es lo que me ha pasado a mí. Nunca he terminado de conectar con su protagonista, nunca me ha terminado de entusiasmar su modo de vida, sus rutinas o sus objetivos.

Creo, en cualquier caso, que ‘Akelarre en Nueva York’ es un libro que puede gustar ahí fuera. Sobre todo a las personas que, como yo, siguen buscando la magia en cada uno de sus días y, al no obtenerla, recurren a los libros. En ‘Akelarre en Nueva York’ hay magia, y está también un retrato de esta gran ciudad repleto de detalles e historias, y muy actual.