· FICHA ·
Título:‘La Puerta’
Autor: Manel Loureiro
Editorial: Planeta
Fecha de publicación: noviembre de 2020
Sinopsis: El hallazgo del cadáver de una joven, asesinada mediante un antiguo ritual a los pies de la Puerta de Alén, desconcierta a sus investigadores. La agente Raquel Colina es una recién llegada a ese rincón perdido de Galicia para tratar de salvar a su hijo, al que la medicina ya no puede curar. Sin otra alternativa, Raquel recurre a una menciñeira local. Sin embargo, la misteriosa desaparición de la curandera y el descubrimiento de la víctima de la Puerta hacen sospechar a Raquel que ambos casos están relacionados. Junto a su compañero, en un ambiente mágico y rural donde todo el mundo parece guardar un secreto, la agente comenzará una desesperada cuenta atrás para resolver el caso y así hallar la última tabla de salvación que le queda a su hijo.

En este libro encontrarás: un angustioso drama familiar, una mujer desesperada por salvar a su hijo, un thriller para el que, sentimos, no encontraremos respuesta, una Galicia no solo misteriosa, también mágica.

La nueva novela de Manel Loureiro nos traslada, según encontramos en su portada, a una misteriosa y legendaria Galicia. Tengo que insistir en el hecho de que estas tres palabras relacionadas –misteriosa, legendaria, Galicia– cuentan desde el principio con toda mi atención. ‘La Puerta‘ me ha hecho considerar, a medida que avanzaba la trama, a medida que no encontraba una respuesta en la realidad que conozco, en una Galicia también mágica. Mágica de verdad. Sobrenatural e imposible. La Galicia mágica que me gusta disfrutar y creerme, en largos paseos o en páginas de un libro. En este sentido, y aunque el contexto en que Loureiro nos la presenta no es el más agradable porque guarda relación con crueles asesinatos, le estoy agradecida. Al fin y al cabo, esos ambientes legendarios a los que nos remitimos estaban relacionados, inevitablemente, con crueles asesinatos en forma de sacrificios.

Todo esto lo encontramos en ‘La Puerta’, que está ambientada en la actualidad que conocemos. La protagonista de esta historia es Raquel Colina, una brillante agente de policía que deja atrás su vida, su puesto de trabajo en la cómoda Madrid y su lugar habitual de residencia, para mudarse a un rincón perdido en la profunda Galicia. A su hijo, enfermo de cáncer, le quedan unos meses de vida, pero Raquel, luchadora y llena de esperanza, no se da por vencida. Está dispuesta a recurrir a cualquier método, y así se topa con una menciñeira local. Una curandera que, según lee en un foro de Internet, ha sido capaz de curar a tres personas también enfermas de cáncer.

Aquí tenemos el primer misterio, el primer resquicio de magia. La primera reminiscencia a una época en la que no existía la medicina moderna; en la que la creencia en las brujas y las curanderas era todo lo que tenían las mujeres y los hombres desesperados. La resolución de este primer misterio, por muy extraño que nos resulte al principio, tiene mucho que ver con la actualidad.

Cuando Raquel llega a Galicia y se establece en el puesto de la Guardia Civil de Viascón, no tiene manera de saber que unos kilómetros más arriba, entre las nubes, en el monte Seixo, se ha cometido un doble asesinato. El de una joven que parece obedecer a un ritual que no puede comprender; el de un hombre que estaba en el momento equivocado en el lugar equivocado. Aunque su prioridad es su hijo, y por tanto encontrar a la menciñeira desaparecida tan solo unas horas antes, debe enfocarse en este doble asesinato al entender un par de cosas. Que estos asesinatos están conectados con la curandera, y que todo el mundo en el lugar guarda un secreto que los remite al pasado y a esa puerta al Más Allá que parece tener vida propia.

‘La Puerta’ está narrado en primera persona cuando Manel Loureiro nos presta los ojos de Raquel para conocer la historia. Cambia a tercera persona cuando es otro personaje –el hijo de Raquel, Julián, o su compañero, Juan– el que narra para nosotros. Es una herramienta cada vez más empleada que, personalmente, no termina de convencerme, como tampoco me ha convencido demasiado la propia voz de Raquel, que nunca he terminado de sentir, precisamente, propia, o clara. Con personalidad. Los personajes no me han dicho demasiado, en general, aunque sus bondades sobre todo, sus defectos no tanto, sí están reflejados en la historia.

Es la historia lo que constituye la fuerza de ‘La Puerta’. El elemento que te hace quedarte, engancharte, seguir leyendo. Ese misterio imposible que se va enredando y que quieres resolver. Si tomas este libro en una tarde en la que tengas todo el tiempo por delante, a tu disposición, seguramente no quieras soltarlo. Hay misterio, hay intriga y hay tensión, y hay un vehículo emocional muy poderoso en esa madre que no quiere perder a su hijo. No necesitas conectar con ella como personaje –ya digo, yo no lo he hecho– para sentir lo que ella siente, temer lo que ella teme, sospechar que puede suceder en cada momento. Así que ‘La Puerta’ es una carrera a contrarreloj, en la que continuamente sucede algo, en la que se atraviesan muchos escenarios y en la que se conocen muchos personajes secundarios pero importantes.

La realidad y la ficción, la magia, se van entrelazando poco a poco hasta fundirse en un solo escenario en el que todo es posible. Y esto llega de manera natural, en pleno thriller, en plena investigación policial con El Método de Raquel, racional a más no poder, formando parte. Pero te lo crees. Al menos yo me lo he creído, quizá porque soy una lectora predispuesta a ello. Sí hubiera agradecido un tono más literario en ciertos momentos, también que muchos acontecimientos se hubieran desarrollado más pausadamente. O tal vez, simplemente, que la historia hubiera durado más, hubiera tenido más pasos antes de la conclusión final.

En cualquier caso, ‘La Puerta’ es como es, y como es puede gustar. Puede enganchar. Esta es, como sabemos, la principal características de los best-seller. La adicción que crean. No es el libro más adictivo que he leído, pero sí he sentido que las páginas corrían entre mis dedos de forma veloz, sin darme cuenta. Y esto siempre es bueno. Más allá de eso, es un thriller bien pensado y asentado en esa misteriosa, legendaria y mágica Galicia, con una narración correcta y unos personajes correctos. El final gustará a unos, y no gustará a otros, pero el recorrido hasta el mismo es sencillo de leer. Apetece hacerlo. Siempre defenderé que esto es una de las mejores cosas que se pueden decir de una obra, sino la mejor.