· FICHA ·
Título: ‘Vardø. La isla de las mujeres’
Autora: Kiran Millwood Hargrave
Traductora: Aitana Vega Casiano
Editorial: Ático de los libros
Fecha de publicación: septiembre de 2020
Sinopsis: Nochebuena de 1617. Una tempestad sobre la isla noruega de Vardø acaba con cuarenta hombres muertos en el mar. Así se convierte en una isla de mujeres. Entre ellas, Maren, que ha perdido a su padre, su hermano y su prometido. Las mujeres de la isla tratan de hacer lo posible por salir adelante, pero las noticias llegan a las autoridades. Así, una siniestra figura llega a la isla para poner fin al gobierno de las mujeres: el comisario Absalom Cornet. Con él, viaja su joven esposa, Ursa, que ve en Maren algo que nunca ha conocido: una mujer independiente, con quien surgirá una relación que lo cambiará todo.

En este libro encontrarás: un relato basado en hechos reales que te envuelve a medida que avanza, una comunidad de mujeres perfectamente retratada, el foco puesto en dos de ellas a las que quieres sentir cerca, un misticismo y una magia que siempre está presente.

Me costó bastante entrar en ‘Vardø. La isla de las mujeres’. Quizá porque esperaba una cosa que no estaba siendo, o tal vez porque no estaba en mi mejor momento de lectura. Las cien primeras páginas, en cualquier caso, se me hicieron bastante cuesta arriba. Creo que si volviera a leerlas ahora, con el conocimiento de la propuesta entera, las sentiría diferente. Las disfrutaría mucho más. Captaría detalles que terminan siendo muy valiosos para la historia. Estaría también más familiarizada tanto con el vocabulario empleado como con esta comunidad que me queda tan lejos en tiempo y espacio.

He tenido que viajar hasta principios del siglo XVII para conocer esta historia, que está además basada en hechos reales. A veces no es fácil retroceder tanto en el tiempo, pero el esfuerzo que tal vez se deba hacer para avanzar merece la pena. Al final, ‘Vardø. La isla de las mujeres’, escrito por Kiran Millwood Hargrave, me ha parecido un buen libro.

‘Vardø. La isla de las mujeres’ está formado por un total de cuarenta capítulos, escritos en tercera persona con diferentes tiempos verbales. Sigue una narración lineal en el tiempo: la historia comienza con la tragedia en el mar y recorre las diferentes etapas que atraviesa una comunidad de mujeres que terminan siendo también víctimas de esa tragedia. Sus hombres mueren en el mar. En la isla no hay comida, no hay un líder, no hay un plan. Hay angustia, miedo, tristeza y desesperación. Pero se levantan; deciden recomponerse, ayudarse las unas a las otras, tenderse la mano y avanzar, juntas. Con conflictos de fe, de espacio y de perspectivas sobre lo que debe ser una mujer, pero juntas. Al menos, hasta que Absalom Corner llega a la pequeña isla.

Absalom Corner es, por resumirlo de manera rápida, un cazador de brujas. Está especializado en detectar, perseguir y enjuiciar mujeres acusadas de brujería. En Vardø, le han dicho, la brujería está llegando lejos. Mujeres viviendo solas, qué peligroso. Así que acude a la isla acompañado de su joven y reciente mujer, Ursa, una joven de ciudad que nunca ha tenido que sobrevivir por sí misma. A partir de ahí se abren dos caminos: el camino que sigue los pasos de Absalom y sus cómplices, y el camino que siguen Ursa y Maren, que es la protagonista originaria de la isla. También lo son otras mujeres, pero estas dos nos regalan una historia apasionante sobre la mujer, la amistad, la compañía, la amabilidad, la pasión, el entendimiento y, al final, el amor. El amor en muchas direcciones, el amor puro, el que no entiende de complicaciones.

La parte que me ha costado de ‘Vardø. La isla de las mujeres’ tiene que ver con sus primeros episodios. Cuando el mar se traga a los hombres, las mujeres tienen que, como digo, organizarse y avanzar. Y por supuesto que este es un asunto muy interesante, pero el libro está escrito desde un tono frío y desapasionado. Este tono encaja muy bien con el escenario propuesto, pero no me ha ayudado a la hora de interesarme, más que teóricamente, por esos conflictos. Es, en cambio, el mismo tono el que consigue que más tarde aprecie el valor de la historia y me haya sumergido en ella sin melodramas. Con serenidad, con seguridad, con contundencia. La pasión despierta con las imágenes que invoca, y despierta también en nosotros, los lectores, en nuestra imaginación y nuestras sensaciones.

Al final, insisto, me ha gustado. De hecho, sus últimas páginas me han gustado mucho. Hacia la segunda mitad del libro me he sentido inmersa en la historia, involucrada con la escritura de la autora e incapaz de dejar de leer, un sentimiento que se ha acrecentado a medida que llegaba al final. Final que he sentido precipitado, pero todavía no he decidido si es porque quería más o porque realmente lo es. Supongo que, y cuidado por el comentario que viene porque puede ser un spoiler, acaba como solo puede acabar un libro de mujeres brujas que aman demasiado inscrito a comienzos del siglo XVII.

¿Te va a gustar ‘Vardø. La isla de las mujeres’?

Creo que puede gustar a aquellos lectores que disfruten con una narración lenta, en la que los días se suceden sin más emoción que la misma emoción de estar vivo. También puede gustar a los interesados en la historia, porque en ‘Vardø. La isla de las mujeres’ hay mucha historia. La historia de una pequeña isla noruega a comienzos del siglo XVII, con sus costumbres y todas las figuras que poblaban el territorio. También la historia de la caza de brujas, que nos hace recorrer Noruega y nos traslada así mismo a Escocia para conocer algo más de esa persecución que casi parece ficticia y que estuvo encabezada por el mismísimo rey.

La historia de la mujer, del lugar que ocupa y que debe ocupar y que quiere ocupar en una sociedad. De la sororidad que siempre ha estado ahí, de los conflictos y los prejuicios y la necesidad de tendernos la mano. Todo esto está en ‘Vardø. La isla de las mujeres’, que es además una historia de identidad y de pertenencia.

Y una historia repleta de emociones contenidas, emociones que se descubren poco a poco. Una historia sobre el descubrirse, precisamente, sobre el conocerse y sobre el amor. Todo esto último es lo que me ha conquistado a mí. Es lo que ha conseguido que terminase el libro con satisfacción y con ganas, incluso, de volverlo a leer.