Esteban Crespo escribe y dirige su segunda película, ‘Black Beach’, un thriller político que se presentó en la pasada edición del Festival de Málaga. Carlos (Raúl Arévalo) es un alto ejecutivo que está a punto de convertirse en el socio de una importante empresa. Pero antes de eso recibirá el encargo de mediar en el secuestro del ingeniero de una petrolera americana en África. Este incidente está poniendo en grave peligro la firma de un contrato millonario. En este viaje deberá enfrentarse a las consecuencias de sus acciones del pasado cuando fue voluntario en el país y elegir entre sus intereses personales y profesionales.

La película, que nace de las propias vivencias del director, refleja las injusticias del continente en contraste con el lujo de países como Estados Unidos. La ostentación y la riqueza en contraposición a la pobreza. El dinero mueve el mundo y todo el mundo está dispuesto a pagar un precio muy alto por conseguir un poco de poder. Un retrato de un país africano en el que quedan patenten todas estas diferencias sociales y económicas.

Un thriller a la altura

‘Black Beach’ es un thriller político que, aunque tiene muchas cosas en común con otros thrillers de este tilo, también consigue innovar para sorprender al espectador. El conflicto de intereses entre diferentes empresas con el añadido de un secuestro de por medio es algo a lo que estamos acostumbrados. Pero si está fórmula se lleva a cabo de una buena forma, el producto audiovisual que se nos ofrece puede ser tan bueno y entretenido como resulta ‘Black Beach’. Aunque los intereses de todos los personajes están claros, en esta película no hay ni buenos ni malos, cada uno tiene su propio punto de vista y lo defenderá como pueda.

Se trata de un thriller dramático al que no le falta de nada. Con una trepidante escena de acción protagonizada por un entrenado Raúl Arévalo que te mantendrá en vilo durante todo el tiempo. Y un gran dspliegue de medios. La intriga y el misterio también están asegurados hasta el final. Un thriller vibrante e intenso que mantendrá al espectador en la butaca en todo momento porque en ‘Black Beach’ no hay descanso. El ritmo es ágil y rápido, siempre está pasando algo.

Lo malo es que, pese a todo el potencial que tiene, puede resultar una película que peca de ambiciosa por lo que es algo enrevesada en algunas partes del guion y se queda demasiado corta en algunas otras. ‘Black Beach’ tiene buenas intenciones, con un guion muy interesante y bien desarrollado. En general es un thriller sorprendente y entretenido que te hará disfrutar del género por la historia que cuenta y los personajes que la protagonizan. Esteban Crespo dirige con maestría un thriller con un fuerte guion escrito junto a David Moreno.

Raúl Arévalo y su impecable interpretación

El peso de ‘Black Beach’ por supuesto recae en un brillante Raúl Arévalo que es el alma de la película. Una vez más demuestra ser uno de los grandes actores de nuestro país con una enorme versatilidad y una presencia en pantalla completamente cautivadora y arrolladora. Su interpretación es magnética, protagonizando escenas que ni siquiera requieren de diálogos gracias a su intensa mirada que habla por sí sola. Junto a él, Candela Peña se convierte en su pareja perfecta en esta aventura en África.

Por último, pero no por ello menos importante, cabe destacar la impresionante fotografía de ‘Black Beach’. Con unas imponentes localizaciones que hacen que se cree una atmósfera inmersiva y envolvente que atrapa al espectador para llevarlo directo al continente africano.