A esta delicada y chispeante voz hay que sumarle el talento como compositora que tiene una artista que este próximo mes de diciembre cumplirá 30 años. En ella encontramos la figura clásica de una diva del pop con millones de seguidores detrás, y aunque con esto sería suficiente para alabar sus aportaciones a la música reciente, con grandes éxitos como ‘Shake It Off’ o ‘Blank Space’, hace tiempo Taylor demostró que es más que una artista capaz de subirse a un escenario y dejarnos a todos con la boca abierta. Taylor es, diría sobre todo, emoción.

Esto lo hemos vuelto a sentir en ‘Lover’. Y aunque este disco tiene el sonido de siempre de Taylor Swift, al mismo tiempo se ha reinventado con él. Su esencia está ahí, pero sigue dando pasos hacia futuros musicales que ni podemos imaginar y que solo descubriremos a medida que ella nos los vaya enseñando. Este sonido de Taylor y esta emoción la encontramos en canciones como ‘Cruel Summer‘, que podría pertenecer a cualquiera de sus anteriores producciones y al mismo tiempo no. Nos encanta reconocer los giros, los recursos y los sentimientos de siempre, y nos encanta descubrir otros nuevos.

‘Lover‘, la canción que da título al álbum, tiene la melodía clásica de una balada de siempre, pero Taylor la concibió a su manera y por eso el sonido es el de siempre, pero diferente. Esta canción, por cierto, es una canción de amor tan personal que aunque todos la entendamos, solo Taylor puede entenderla de verdad. Podemos entender un poco más ‘London Boy’, porque es más concreta y porque casi podemos imaginarnos lo que nos cuenta por la forma en que lo hace.

Al desamor le canta en una canción deliciosamente dolorosa como ‘Death By A Thousand Cuts‘, donde huye de los tópicos en este tipo de producciones para presentarnos un ritmo que sigues sin apenas darte cuenta con una letra a la que hay que prestar mucha atención.

Tenemos sonidos muy frescos, como ‘ME!‘ o ‘You Need To Calm Down‘, acertadas cartas de presentación de este disco. O ‘I Think He Knows‘, una de esas canciones que solo pueden transmitir emociones positivas, y sonidos cálidos como el que encontramos en ‘False God‘ o en la fantástica ‘The Archer‘, una de las canciones más interesantes que hemos escuchado en mucho tiempo. La irresistible ‘I Forgot That You Existed‘ es un canto al olvido que no siempre encontramos en la música, más inclinada a recordarnos lo triste que es nuestra vida sin esa persona. Taylor Swift le canta al amor y al desamor, pero también se canta a sí misma y se dice, como nos dice a nosotros, que se puede olvidar, superar y seguir adelante.

‘Lover‘ es, con todo esto y lo que todavía queda por descubrir a base de escuchas, un disco muy completo con el que Taylor Swift vuelve a escribir para ella y para todos.