Jennifer Lawrence entra en la treintena siendo una de las mejores actrices del panorama internacional. Y también una de las más destacadas de la última década. Desde que fue descubierta en una calle de Nueva York, la estadounidense no ha dejado de trabajar en proyectos variados y dispares. Muchos la descubrieron gracias a la saga ‘Los Juegos del Hambre’, en la que da vida a Katniss Everdeen, pero lo cierto es que la joven ha viajado entre géneros, directores e historias.
Desde 2006, año en el que se estrenó en televisión con un episodio de ‘Monk’, hemos tenido la oportunidad de conocer de cerca su versatilidad y su talento orgánico. Prueba de esto último es su primera nominación al Oscar a Mejor Actriz. Su trabajo en ‘Winter’s Bone’, del que hablaremos más adelante, le valió este primer gran reconocimiento en 2010. Con 20 años y tan solo cuatro años después de arrancar su carrera profesional como intérprete.
Ahora, recién cumplidos los 30, Jennifer Lawrence acumula en su palmarés cuatro nominaciones a los Oscar y una estatuilla por su trabajo en ‘El lado bueno de las cosas’. Además de tres Globos de Oro, un Bafta y dos Premios del Sindicato de Actores. Un palmarés que bien podría ser el de una intérprete con el doble de edad y que avala a la actriz como una de las mejores del siglo XXI. Un nombre siempre a tener en cuenta, que nos ha ofrecido algunos de los trabajos más potentes e intensos de los últimos años. Para celebrar su entrada en la treintena, repasamos los mejores.
‘Winter’s Bone’
Cuarta película de su filmografía y primera nominación al Oscar. En ella, la actriz da vida a Ree Dolly, una joven de 17 años que tiene a sus espaldas el peso de toda su familia. Sin llegar a la mayoría de edad, tiene que hacerse cargo de sus dos hermanos y de su madre discapacitada. Una vida difícil que se complica aún más cuando descubre que su casa está en peligro. Su padre, un conocido fabricante de metanfetaminas, utilizó la casa como aval para su libertad condicional. Y, si no se presenta a su juicio, Ree y su familia perderán su hogar.
En este largometraje, Jennifer Lawrence nos entrega una interpretación humana y potente, dos adjetivos que la acompañan a lo largo de toda su carrera. También nos regala a una mujer poderosa, capaz de superar cualquier obstáculo y de superarse a sí misma. Un personaje complejo y crudo, una tipología que ha terminado haciendo suya. Quizá este sea uno de los trabajos más desconocidos de la joven. Algo que sorprende si tenemos en cuenta que le valió su primera nominación al Oscar. Una película tan emocional y tan potente como la interpretación de su protagonista.
‘Los Juegos del Hambre’
Puede que sorprenda o incluso extrañe el hecho de encontrar la saga aquí. Los blockbusters no tienen demasiada buena fama, en parte por una creciente tendencia a rechazar todo lo que gusta de manera masiva. Pero lo cierto es que, en ‘Los Juegos del Hambre’, Jennifer Lawrence vuelve a dejar muestras claras de su talento. Su inmersión en el personaje de Katniss Everdeen es inmejorable. En ella, vemos la fragilidad y la fuerza del personaje que conocimos en las páginas. Sus miedos, sus dudas, sus compromisos, su rabia contenida, su dolor y su ilusión. Todo lo que leímos en las palabras de Suzanne Collins está en la mirada de la actriz.
Cualquiera que quiera conocer a fondo su carrera profesional, debe ver la saga completa de ‘Los Juegos del Hambre’. Porque en ella encontramos una importante evolución profesional, así como una parada imprescindible en su camino. No son sus mejores películas, ni las más admiradas, pero son una parte fundamental de su trayectoria.
‘El lado bueno de las cosas’
Probablemente, la mejor. De hecho, quizá podría eliminar ese ‘probablemente’. En ‘El lado bueno de las cosas’ tenemos todo lo bueno de Jennifer Lawrence. Como si el personaje de Tiffany hubiera sido escrito pensando en ella. Y aquí vuelven a aparecer dos palabras que están estrechamente relacionadas con ella: fragilidad y fuerza. Su interpretación en la película de David O. Russell está cargada de esa fragilidad que rompe incluso a los espectadores. Pero también de esa fuerza que estalla en forma de locura o de bailes, de gritos y de reproches.
En ella, juega con su mejor pareja de baile: Bradley Cooper. Juntos, los dos actores forman una de las mejores parejas profesionales que hemos visto en los últimos años. Al nivel de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet o Timothée Chalamet y Saoirse Ronan. Su unión tiene parte de la ‘culpa’ de que ‘El lado bueno de las cosas’ sea una de las películas más emocionales y especiales de la década. Ni que decir tiene que la buena de Jennifer Lawrence se llevó el Oscar a Mejor Actriz Protagonista por su honesta y entregada interpretación.
‘La gran estafa americana’
La tercera nominación de la estadounidense llegó con ‘La gran estafa americana’. Y, de nuevo, de la mano de David O. Russell, un director con el que también forma un más que buen equipo. Aquí, Jennifer Lawrence se sale un poco del registro al que nos tenía acostumbrados. Pero mantiene la fuerza y la potencia que la caracterizan. Lejos de las cámaras, parece una persona sensata, con mucho sentido del humor y bastante alegre. Pero frente a las cámaras tiene una increíble capacidad de representar la locura, y aquí lo vuelve a hacer. Entregándonos escenas en las que estalla por completo, rompe todo tipo de barreras y representa a la perfección el hastío de su personaje. Y que contrastan con las más frágiles, que también tienen un hueco aquí.
Fue viendo esta película cuando comprendí que, además de su emocionalidad, lo que hace que Lawrence sea una gran actriz es su naturalidad y su credibilidad. Siempre está creíble, en cualquier personaje. Como una joven que tiene el peso de su familia a la espalda, una viuda al borde del colapso o una mujer bastante hortera y cansada de su matrimonio. Siempre funciona, en cualquier registro y con cualquier historia.
‘Joy’
Aunque ‘Joy’, de nuevo con David O. Russell y con Bradley Cooper, le valió su cuarta y última nominación al Oscar, la película no terminó de conquistar al público. A mí, personalmente, me enamoró su interpretación. Un trabajo en el que se mete por completo en una mujer humilde que destruye todos los obstáculos que encuentra en su camino. Que se cae, pero se levanta. Y que se construye a sí misma. Una de esas mujeres que nos rodean en nuestro día a día, pero que siempre pasan desapercibidas. Y que no suelen aparecer como heroínas en una película.
A priori, puede parecer que el personaje no encaja con Jennifer Lawrence. Que no es la actriz indicada para darle vida y, sobre todo, para recorrer su camino. Pero, una vez más, la actriz está creíble, entregada y completamente transformada en su personaje. Una vez más, hay emociones y sentimientos que sólo nos pueden llegar con esa fuerza a través de la mirada de la estadounidense. Su nominación fue, para muchos, una sorpresa. Para mí, esperada, merecida y lógica.
‘mother!’
Quizá, su trabajo más controvertido. Una parte del público, encuentra en ‘mother!’ una de las mejores interpretaciones de Jennifer Lawrence. Y la otra simplemente ve algo bochornoso, demasiado pretencioso y sin sentido. Dejando a un lado las valoraciones de la película en sí, la calidad del trabajo de la actriz en ella es innegable. Al igual que lo es la de su compañero de reparto, Javier Bardem.
En la cinta de Darren Aronofsky, la estadounidense conecta directamente con la confusión del público. La vemos así, confundida y perdida, como estamos nosotros. Frágil y temerosa. Pero también tenemos su fuerza, que, de nuevo, contrasta con todo lo anterior. Es nuestro nexo de unión entre lo que vemos en la pantalla y lo que sentimos, lo que interpretamos y lo que entendemos. Y lo es gracias a una interpretación impecable, en la que se tira sin paracaídas y se entrega a un viaje cercano a la locura. Una muestra más de que no hay límites para esta actriz que acaba de cumplir (solo) 30 años.
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