6 razones por las que Bruno debe quedarse en 'OT 2020'

Como hace unos días tuve que enfrentarme a una hoja en blanco con el mismo propósito, es decir, defender la permanencia de Bruno en ‘Operación Triunfo 2020’, y creo que quedó perfectamente expuesto que por talento, esfuerzo y compañerismo merece su lugar en esta Academia, no voy a repetir lo que poco a poco España ha empezado a ver (por fortuna). Bruno es cada vez menos invisible, y eso es una noticia para todos, aunque tenemos que enfrentarnos de nuevo a la posibilidad de que la voz masculina más interesante de esta edición nos abandone.

Estas líneas son para quienes todavía estén indecisos, y espero que sean leídas antes de que esta (nuevamente infame) gala 7 de ‘Operación Triunfo’ nos alcance. Como voy a tirar de audiovisual, porque Bruno no necesita más que ser escuchado, estas líneas también están dedicadas a quienes han visto lo que yo veo: que puede llegar lejos, que es un placer tenerle sobre un escenario y que merece seguir una semana más con nosotros.

Primera razón: ‘Sinmigo’. Creo que nunca antes había dicho que a mí Bruno o me gustó en la Gala 0; pues bien, dicho queda. Fue después, en los días posteriores, cuando lo escuché en otro registro, con este precioso ‘Sinmigo’, cuando comprendí lo que le dijeron en la que fue su presentación: que tiene una voz muy especial. Porque la tiene:

Segundo conjunto de razones. La gala 2 me sirvió para comprobar varias cosas. En primer lugar, que tiene mucha capacidad de absorber conocimientos y correcciones; ‘Mucho mejor’ no fue demasiado bien en el primer pase de micros, pero en seguida comprendió, cambió y mejoró. También me sirvió para comprobar que sabe cómo moverse en un escenario, y que no solo sabe cantar en la intimidad que proporcionaba ‘Sinmigo’.

Tercera razón. Lo muchísimo que trabaja. Porque ‘Podría ser peor’ podría haber sido el desastre que fue durante los primeros días, pero Bruno trabajó, trabajó, trabajó, trabajó… Y trabajó. Y siguió trabajando. Y salió bien, porque dominó su voz, el baile y lo que requería esta canción, que no es fácil. Y otra razón de propina: su capacidad de superarse.

Cuarta razón. No voy a decir nada, simplemente dejaré esto por aquí:

Quinta razón. Y aquí vuelvo a sacar un poquito el enfado de la semana pasada, pero es que a lo mejor nos pensamos que Bruno se traía aprendido de casa su faceta bailarina y por eso le estamos exigiendo más que a los demás; como si diéramos por sentado que puede cantar y bailar a la vez mientras que aplaudimos esto mismo en otros. ‘Everybody’ no es ni mucho menos mi actuación favorita, pero (¡otra vez!) tuvo que bailar, controlar la voz, generar buen rollo y defender una canción que todos hemos cantado hasta estando dormidos. No fue su mejor pase, pero tampoco salió mal. Es decir: hay constancia en él.

Sexta razón. Sexto conjunto de razones, más bien, porque empezaré diciendo que Bruno cantó ‘Lately’ en un tono con el que tuvo que esforzarse más de lo previsto; siempre esas ganas de aceptar el trabajo que tiene que hacer y de superarse. De todos los pases de ‘Lately’ que vimos durante la semana, el de la gala no fue el mejor. Estaba nervioso, y eso también me parece precioso, aunque no salió como se esperaba. Sí esperábamos y tuvimos emoción en su voz, en sus gestos, dentro de él y proyectado hacia el exterior. Y un final que todavía me tiene temblando.