Las adaptaciones cinematográfica de la saga de ‘Harry Potter’ son de las más queridas por los lectores y de las más vistas en todo el mundo. Pocas personas hay que no hayan visto aunque sea una película del niño que sobrevivió. Todos hemos soñado alguna vez con el día en que llegue nuestra carta de Hogwarts y tenemos muy claro a qué casa perteneceríamos. Son tantos los buenos momentos que hemos visto dentro de este mágico universo que es difícil escoger solo unas pocas escenas. Pero, para mí, sin ser precisamente de mis favoritas, creo que están son algunas de las más míticas y las que, de alguna forma u otra, nos hicieron olvidarnos un poco de todo lo malo. Algunas de esas que nos hicieron volver a tener esperanza cuando parecía que todo estaba demasiado oscuro en Hogwarts o de esas que nos hicieron reír cuando parecía imposible.

Hermione, Ron y Harry se conocen en el tren en ‘Harry Potter y la piedra filosofal’

No hay duda de que esta es una de las escenas más especiales de toda la saga. El principio de una gran amistad. Ese bonito momento en el que Ron, Hermione y Harry se conocen sin saber que la suya iba a ser una de esas amistades de verdad, de las que duran toda la vida. Porque en ese tren en el que se dirigían a Hogwarts por primera vez todavía no sabían que iban a enfrentarse a todo tipo de bestias y enemigos, pero que juntos podrían con todo. Uno de los momentos más tiernos de toda la saga.

La partida de ajedrez mágico en ‘Harry Potter y la piedra filosofal’

‘Harry Potter y la piedra filosofal’ fue la película que inició esta mítica saga cinematográfica y, como tal, tiene algunos de los mejores momentos. Entre ellos, tengo que destacar también esa espectacular partida de ajedrez mágico que comienzan Harry, Ron y Hermione pero que es nuestro querido pelirrojo el que tiene que terminarla. ¿Quién no se ha imaginado a sí mismo alguna vez jugando a este popular juego? “Blancas mueven primero y después sigue el juego”.

Harry conjura un Patronus por primera vez en ‘Harry Potter y el prisionero de Azkabán’

Conjurar un Patronus es sin duda una de las cosas más difíciles que puede hacer un mago. Es la única forma de defenderte de un Dementor, pero no todo el mundo es capaz de conseguirlo. Harry se pasó todo ‘El prisionero de Azkabán’ intentándolo sin demasiado éxito pese a sus enormes esfuerzos. Sin embargo, es al final, en un momento de debilidad cuando nuestro protagonista consigue esta ardua tarea: de su varita saldrá un precioso Patronus con forma de ciervo que evitará que su alma sea absorbida por un Dementor. Destacando también de esa película el bonito momento en el que Harry descubre la verdad sobre su padrino Sirius Black.

La lección de baile de McGonagall en ‘Harry Potter y el cáliz de fuego’

¿Y qué me decís de este icónico momento en el que McGonagall enseña a sus alumnos a bailar para que no hagan el ridículo en el baile de Navidad delante del resto de colegios? Dentro de la trama no es un momento para nada relevante, pero es una escena tan divertida y cotidiana que es una de las mejores de la película. Porque nos sirve un poco para liberar toda la tensión que hay alrededor del hecho de que Harry haya sido escogido, junto a Cedric, para representar a Hogwarts en el Torneo de los 3 Magos.

Los 7 Harrys en ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 1’

Si ya es difícil controlar a un solo Harry Potter imagínate hacerlo con 7. Esta escena también es una de las más graciosas y fundamentales, puesto que sin este hechizo no hubieran podido escapar. En ese momento vemos cómo todos los amigos de Harry, dispuestos a salvarle cueste lo que cueste, se toman la poción multijugos para convertirse en él y conseguir escapar. Una escena que nos recuerda el verdadero valor de la amistad y nos muestra cómo todos están dispuestos a arriesgarse por una buena causa común.

El enfrentamiento entre Molly y Bellatrix en ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2’

‘Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2’, al ser la última de la saga, también nos dejó algunas escenas de lo más míticas y memorables. Una de las que tengo que destacar primero es la lucha que tienen Molly y Bellatrix, en la que la matriarca de los Weasley nos deja muy claro que nadie se mete con su familia y que por ellos está dispuesta a matar, literalmente.

El enfrentamiento entre Snape y McGonagall en ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2’

Otro de los enfrentamientos más míticos e inesperados de la saga, pero muy necesarios, es el de Snape y McGonagall. Está claro que ambos tenían muchas ganas de levantar las varitas para dejar claras sus opiniones y posiciones y por fin en esta última parte conseguimos verles en acción.

La historia de amor entre Snape y Lily Potter en ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2’

Uno de los momentos más tiernos y esclarecedores de cara al final de las tramas es cuando conocemos, a través de los recuerdos de Snape, su historia de amor con Lily Potter. Un momento de debilidad del mago en el que por primera vez vemos sus verdaderos sentimientos hacia la madre de Harry Potter, los cuales duraron hasta el final de sus días y le sirvieron de justificación para todo lo que había hecho.

Neville Longbottom como héroe cuando mata a Nagini en ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2’

Neville Longbottom, que pese a ser uno de los grandes personajes siempre ha pasado un poco desapercibido, consigue por fin su momento de gloria en ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2’. En este final de la saga vemos como este querido personaje mata a Nagini, uno de los Horrocruxes de Voldemort, convirtiéndose así en un gran héroe para todos y siendo este uno de los momentos más trascendentales para acabar con el que no debe ser nombrado.