Miki ama la vida y ama la música, una música que entiende como una fiesta, como elemento sanador, como el mejor altavoz para transmitir todo lo bueno y lo positivo que nos rodea. Y esto es exactamente lo que vemos en su primer disco. 

El pasado viernes 13 de septiembre fue la fecha escogida para la publicación de ‘Amuza’, entre cuyos significados encontramos diversión. Un título que no podría encajar mejor con este trabajo, en el que el buen rollo es el gran protagonista. De principio a fin, este álbum, en el que el viento metal tiene un papel muy importante -y que personalmente me encanta-, nos invita a saltar, a cantar y a sonreír. Sin darme cuenta, escuchándolo con atención para poder hablar de él de cerca, me he encontrado así, sonriendo y moviendo los pies al ritmo de la música. Y es ahí cuando he comprendido que todos deberíamos incorporar a un artista como Miki, capaz de aportar luz a los días más grises, en nuestra banda sonora personal. 

Esto último es uno de los grandes puntos fuertes de ‘Amuza’, su capacidad para cambiar el estado anímico de quien lo escucha y mejorarlo. Sus letras, directas y sin florituras innecesarias, conectan de manera rápida con el oyente y generan una empatía con el mismo. Lo que canta Miki es lo que vivimos muchos en ciertos momentos, lo que pensamos en muchas ocasiones y lo que deberíamos tener siempre presente. Un canto a la vida, al disfrute y a la felicidad que muchas veces nos es difícil encontrar en la música. 

Parece mentira, pero si nos ponemos a pensar, la gran mayoría de temas que escuchamos apelan a sentimientos algo negativos: dolor, tristeza, nostalgia, miedo… Sin embargo, Miki ha apostado en ‘Amuza’ por ir a aquello que más necesitamos y que a veces pasamos por alto: amor, felicidad, generosidad, buen humor… Claro que hay nostalgia y añoranza en algunos temas, pero vistas desde una óptica de positivismo contagioso que hace de estas canciones algo casi adictivo. 

Siendo fiel en todo momento a su estilo musical, ese que ya nos presentó en ‘OT 2018’, y a su forma de ser y de ver el mundo y vivir la vida, Miki Núñez nos introduce en su propia galaxia con ‘Amuza’. Nos invita a formar parte de ella. Y una vez entramos, una vez la escuchamos, al menos en mi caso, las ganas de salir de ella desaparecen. 

Canción a canción 

‘Celébrate’

Fue el primer single de Miki tras su salida de la Academia y resume la esencia del disco, el buen rollo que transmite el catalán con su música.

‘Eterno verano’ (ft. Adrià Salas, Arnau Griso y Nil Moliner)

Mega colaboración con algunos de los principales referentes del propio Miki, cuya influencia se palpa en todo el álbum. Si tuviera que definirla de manera concisa y clara diría de ella que es la fiesta hecha canción. 

‘Nadie se salva’

Nueva versión del tema, esta vez sin Natalia y con estilo 100% Miki. Pese a que la canción con la también ex concursante de ‘OT 2018’ es magnífica, en esta nueva versión no se nota excesivamente su ausencia. Y suena muy bien. 

‘Vivir al 100%’

Esta canción es un claro ejemplo de esas letras que conectan directamente con los oyentes. De nuevo, el buen rollo es protagonista, también en temas algo más ‘lentos’ como este. 

‘Per tu’

Primera canción en catalán del disco. Es una de las que más nos invita a saltar y a bailar. Personalmente, doy las gracias por frases que llegan como ese «el teu foc i el meu fan l’amor a la guerra». 

‘Coral del Arrecife’ (ft. Sofía Ellar)

Mientras otros siempre enfocan el amor desde el lado negativo, convirtiéndolo más bien en desamor, Miki y Sofía nos transmiten aquí lo más bello de este sentimiento. 

‘Apaga la luz’

Más fiesta, más sentimientos positivos, más celebración y, ante todo, más vida. 

‘La venda’

¿Hace falta decir algo de ella? El disfrute trasladado a la música. 

‘Tanto tiempo’

Sonido algo diferente al resto del disco, pero muy interesante. Una vez más, la letra es directa y conecta con el oyente sin ningún tipo de dificultad. 

‘La última palabra’

Muy Miki. Si me pidieran una canción para resumir su estilo, escogería esta sin dudarlo. 

‘La cabaña’

Se acerca bastante al sonido de ‘Tanto tiempo’. Esta otra cara musical del catalán, en la que el positivismo sigue siendo protagonista, es adictiva. 

‘Escriurem’

La canción más íntima, personal y especial de ‘Amuza’. Además de transmitir ese buen rollo que le caracteriza, Miki también puede emocionar con las baladas, y esta es la prueba definitiva de ello. 

‘Y escribir’

Versión en castellano, igual de mágica. Y perfecta para cerrar ‘Amuza’.