Loli (‘La suerte de Loli’) ha empezado a descubrir cómo acercarse a sus ahijados. Una fórmula bastante sencilla, pero que resulta muy eficaz. Identificar las necesidades e intentar ayudar a solventarlas. Aunque en el proceso todo se complique un poco más con la llegada de Octavio. Y no una llegada rápida e indolora sino una llegada que seguro nos va a marcar a lo largo de todos los capítulos. Porque Octavio ha llegado para quedarse. Ya sea en la vida de Loli como en la vida de Nicky. Y, por consiguiente, en la vida de Sam. Seguramente porque Octavio va a empezar a necesitar estar en la vida de Nicky. Porque a todos nos gusta sentirnos queridos e importantes para alguien. Y mucho más si has estado caminando solo por la vida. Así que va a ser interesante ver cómo explican y profundizan en un conflicto real, legal y con muchas aristas.

Loli sigue trazando el presente de la mejor de las formas que conoce. Ha entendido que el tiempo puede ser su aliado. Así que comenzamos a verla un poco más tranquila, aunque la asistente social aparezca cuando menos lo merezca. Por eso de no dejar de sentir la presión que, muchas veces, la vida nos presenta. Y le sumamos un despido inesperado y que nos disgusta. Sobre todo, cuando escuchamos a Vicente explicar los motivos. Motivos que resultan machistas. Y fuera de lugar. Como insinuando al propio Rafael que así tiene el camino libre para vivir lo que quiera vivir con Loli. Veremos en su cuarta semana como se va resolviendo toda esta trama.

Sigo remarcando el trabajo excepcional de Silvia Navarro que, a lo largo de esta semana, se ha vuelto a marcar varias escenas que ponen el bello de punta. ¡Tremenda! Y su capacidad de mostrar química hacia Rafael, Armando, Octavio… Como espectador, de momento, no sabes muy bien si quieres que se enamore o que siga disfrutando de su soltería hasta que conozcamos bien a estos tres. Y así poder decantarnos. Porque cada uno trae algo diferente a nuestra Loli.

Paulina, cada vez más complicado

Paulina se sigue obsesionando por momentos. Y sigo pendiente para intentar comprender el motivo principal. Si se trata de un amor que no desea perder o de un estatus social que no desea que la señale. Sea lo que sea, vienen escenas intensas y complicadas. De eso estoy segura.

Para mí, Gaby Espino, en papeles antagonistas crece al mismo nivel que crece la espuma. A este tipo de proyectos les saca el doble de jugo. Capítulo a capítulo me va gustando cada vez más.

La química entre Silvia Navarro y Gaby Espino es una delicia. Y no en todas las ficciones se ve algo igual. Al mismo nivel tenemos la química de Jacqueline Bracamontes con la propia Navarro. Como se agradece cuando artistas de primer nivel dejan a un lago el ego (que todos los seres humanos tenemos) y se suma toda la energía al proyecto. Da igual quien tenga más minutos o menos en pantalla, lo fundamental es que la historia llegue al público. Me maravilla y aplaudo el trabajo que están realizando dentro de ‘La suerte de Loli’.

Rafael, entre dos aguas

Me divierte el personaje de Rafael (Osvaldo Benavides) porque no es el típico protagonista, sufridor nato. Va un paso más allá. Una persona que está pasando por una crisis familiar, una tentación que pasa por su lado, un nuevo trabajo, sentimientos encontrados y todo tratado con una sonrisa. Vemos a un personaje que está dispuesto a crecer con todo lo que le está pasando. Que solo quiere sumar y no desea restar.

Loli es el futuro que puede tener sin el poso del dolor y del engaño. Y para él es muy tentador. Paulina es ese futuro que eligió en el pasado pero que falló. Y la frustración que da cualquier tipo de fracaso. Se mueve entre dos aguas pendiente de sí mismo, pero con cuidado para no herir. Al menos no intencionadamente.

Roxy y Matías, el tándem perfecto para equilibrar

¿Qué sería de Loli sin Roxy y Matías? Una tortura… Son esos amigos que equilibran la vida. Cuando viene una de cal, ellos te dan una de arena. Y, entonces, todo empieza a tomar otro cariz.

Roxy y Matías se están convirtiendo en el equilibrio que Loli necesita. Y que nosotros como espectadores también necesitamos. Porque vamos a sufrir con Loli pero ambos personajes nos van a dar serenidad. Aunque sus tramas también nos lleven por instantes de incertidumbre. Pero estoy convencida que todo mantendrá una buena estabilidad.

Roxy y Matías siempre han estado en las buenas con Loli, pero ahora están en las malas. Y no hay nada como un buen tequila y un karaoke a pleno pulmón para ver algún rayo de luz entre el dolor.

‘La suerte de Loli’ es, sin lugar a dudas, una historia que hay que abrazar sin tapujos.