Todo el mundo está hablando de la tercera temporada de ‘The Crown’ y no es para menos. Las expectativas estaban muy altas. El anterior “cast” de la serie hizo un trabajo impecable y todos ellos dejaron el listón muy alto, por esto mismo era preciso que el nuevo equipo eligiera a los actores correctos y que estuvieran al mismo nivel que en las dos primeras temporadas, y parece que lo han conseguido. 

Olivia Colman (‘La Favorita’) está impecable, ha sabido captar la madurez de la Reina Isabel como nadie sabría hacer. No era fácil, era algo extremadamente complicado, recordemos que Claire Foy fue premiada con un Globo de Oro y un Emmy por su brillante interpretación, pero desde luego, Olivia Colman ha sabido coger el testigo. 

El equipo estaba seguro de que no decepcionaría, ya que la ganadora del Oscar lo tiene todo para triunfar con este papel; la edad es similar a la que tenía la Reina Isabel en los años narrados en estas dos siguientes temporadas, también tiene una exitosa y larga trayectoria donde ha podido meterse en la piel de muchos personajes que ha enriquecido su interpretación hasta el punto de ganar la ansiada estatuilla de la Academia y, por último, pero no menos importante, es inglesa. 

Si hablamos de Helena Bonham-Carter (‘El discurso del Rey’), podemos decir exactamente lo mismo que de la “reina”. Vanessa Kirby fue la perfecta hermana y ahora, en esta nueva década que comienza con la tercera temporada, Bonham-Carter es capaz de captar al igual que lo hizo la anterior, la esencia desaliñada, infantil pero muy terca y obstinada de la hermana de la Reina, la Princesa Margarita.

Hay que sumarle también, la ayuda de la elección de sus dos compañeros de serie, sus maridos ficticios. En el caso de la Reina Isabel nos encontramos a un ya maduro Duque de Edimburgo, interpretado por Tobias Menzies (‘Outlander’) y al lado de la Princesa Margarita, tenemos a un esplendido Ben Daniels (‘House of Cards’) que interpreta a Antony Armstrong-Jones. 

En cuanto a la temporada, tenemos sentimientos encontrados. Es verdad que hay algunos capítulos que se hacen algo largos o un poco más pesados, pero también puede ser porque son casi independientes unos de otros. Siguen una línea cronológica obvia y estudiada, pero no termina un capítulo dejando una historia a la mitad y continuando en el siguiente. 

Aún así, la serie sigue siendo maravillosa. Los escenarios, el vestuario, el maquillaje, los sucesos, todo es exactamente como nos imaginábamos que sería. El equipo de ‘The Crown’ hace un trabajo de recopilación de datos impresionante y eso se ve plasmado en la pantalla. 

Algunos capítulos te dejan con el corazón en un puño, como el tercer capítulo en el cual hablan del desastre que ocurrió en Aberfan, cuando murieron por el desprendimiento de una escombrera de una mina de carbón unas 144 personas, de las cuales 116 eran niños. Se cuenta como bien podemos ver en el capítulo, que es el episodio del que más se arrepiente la Reina Isabel en todos los años de su reinado, ya que tardó más de 7 días en acercarse al lugar del suceso. 

Nunca se imaginó que cuando llegara allí vería aquel dolor y sufrimiento, el de todos los padres que habían perdido a sus hijos por culpa de un desastre natural que parece se podría haber evitado. Es maravilloso el trabajo que hace Colman interpretando a una Reina compungida que llora disimuladamente en público. 

Nos llevan a conocer más a fondo algunas personas que nos sorprenden gratamente. En el cuarto capítulo conocemos a fondo la figura de la madre del Duque de Edimburgo, al cual llamaba cariñosamente como se llama el capítulo “Bubbikins”, la Princesa de Grecia y Dinamarca, Alicia de Battenberg, interpretada por una espléndida Jane Lapotaire. 

También nos han ayudado a redescubrir a personas como la Princesa Margarita, la cual llegó a ser invitada a cenar en la Casa Blanca junto al presidente Johnson, al contrario que su hermana, la propia Reina. Gracias a esto podemos ver que muchas veces la relación entre ambas no era fácil, si no todo lo contrario.

Además, nos introducen la figura de un ya joven Carlos de Inglaterra, que es interpretado por Josh O’Connor, su investidura como Príncipe de Gales y sus aficiones, al igual que a su gran amor Camilla Shan, la que se convertiría mas tarde en la Duquesa de Cornualles.

Desde luego, la tercera temporada no ha decepcionado. La interpretación es impecable, el vestuario es idéntico al original, la caracterización es maravillosa y los escenarios te hacen transportarte a un Reino Unidos de entre los años 60 y 80. 

No podemos esperar para ver la cuarta temporada de la aclamada serie y continuar conociendo más afondo a una de las familias con mas influencia del mundo, la Familia Real Británica.