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‘Las ventajas de ser un marginado’: libro vs película

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SINOPSIS

VIVIR al margen ofrece una perspectiva ÚNICA. Pero SIEMPRE llega el momento de entrar en escena y ver el MUNDO desde dentro.

Charlie, un chico ingenuo, mordaz y solitario, acaba de empezar el instituto. Vive con sus padres, su popular hermana y un hermano mayor que está a punto de comenzar la universidad. La cosa no pinta demasiado bien el primer día de instituto cuando solo consigue hacer un amigo: un alternativo profesor de Lengua interesado en despertar el genio creativo de Charlie.

Cuando conoce a la bella Sam y al excentrico Patrick, unos chicos llenos de ganas de exprimir la vida al máximo, empieza a comprender lo que es crecer y hacerse adulto. Junto a ellos recorrerá caminos nuevos e inesperados: descubrirá música nueva, empezará a beber, a fumar, a salir de fiesta… e incluso se enamorará por primera vez.


Infinitos. Así es como se sentían Charlie, Patrick y Sam en la mítica escena de ‘Las ventajas de ser un marginado’. Un escenario nocturno, carretera, música de The Smiths, y liberación. Hace más de veinte años que se publicó el libro escrito por Stephen Chbosky, aunque en España no llegó hasta 2014 (Alfaguara), con el lanzamiento de su adaptación en la gran pantalla en 2013.

Logan Lerman (‘Percy Jackson y el ladrón del rayo’), Ezra Miller (‘Animales fantásticos y dónde encontrarlos’) y Emma Watson (‘La Bella y la Bestia’) son los actores protagonistas de esta adaptación. La película, dirigida por el propio escritor, Stephen Chbosky, ahonda en el primer amor y las incógnitas de la adolescencia. Siempre haciendo mención a música ochentera, como David Bowie o Aerosmith, y con diferentes recomendaciones literarias provenientes de las clases de Literatura Avanzada.

Grosso modo, podemos decir que la película de ‘Las ventajas de ser un marginado’ es una muy buena adaptación. Es así, dado que el director y guionista ha sido el propio escritor. Ya conoce a sus personajes, sabe cómo se siente, qué quiere transmitir… Y el elenco escogido, mencionado líneas arribas, es aquel que rige la historia. No podría haber Charlie mejor; Logan Lerman es, durante todo el film, magia constante. Su actuación se disfruta sin apenas dificultades.

La depresión como parte de uno mismo

Si hay algo que sí choca en la película, es lo superficial que resulta la conducta depresiva de Charlie, el protagonista. Es hacia el desenlace cuando descubrimos que hay una sensación ahí dentro que le impide respirar; las lágrimas tienen su por qué. Pero se presenta como algo más, un elemento que no llega a tener el peso que sí tiene en el libro… Da paso al final, esa caída a la que se enfrenta Charlie, y en la que se le humaniza.


Las ventajas de ser un marginado
Las ventajas de ser un marginado

En el libro, la evolución sí es más perceptible. Al ser una novela epistolar, las misivas están fechadas y somos consciente de cómo el tiempo va avanzando. También es gracias a la voz narrativa de Charlie que podemos ver con más claridad cómo es su conducta y cómo sufre diariamente. Por ello, esas emociones tan intensas de Charlie no pillan por sorpresa; llora sin ser consciente de por qué, sufre, se mete en un mundo en el que no pertenece y no se ve capaz de salir… Su vida se convierte, en resumidas cuentas, en una montaña rusa.

El libro tiene ese tono más lírico y dramático, más sensible, y esto se traslada a la película, pero no en demasía. De este modo, sí hay pasajes emocionales, más crudos, pero no llegan a chocar tanto como en las líneas del libro. La inclusión de la depresión en el final es aceptable, dado que mantiene la fidelidad con el libro, pero no se llega a discernir sencillamente cómo Charlie va cayendo en ella, cómo sufre y cómo se lo calla. No es hasta el final que explota y que, finalmente, vemos cómo trata de suicidarse para, meses después, tener un final aceptable (no dulce, porque, al fin y al cabo, es duro) y que llama a la esperanza.

La tía Helen y el amigo Michael

En ‘Las ventajas de ser un marginado’, la tía Helen tiene un papel fundamental para entender cómo es la conducta de Charlie. El libro habla de ella de modo recurrente, e incluso Charlie visita el cementerio para ir a verla. Sin embargo, en la adaptación se aborda más bien de pasada, de mención; no se llega a ahondar en la subtrama de la tía Helen y cómo Charlie sufre por su pérdida.

La película recurre al flashback para presentar a la tía Helen. Hay una secuencia en que ella es casi la protagonista; un Charlie niño habla con ella, con complicidad. Se recrea en Navidades, en su cumpleaños, y ella le asegura que irá a por su regalo de cumpleaños; sin embargo, fallece en un accidente de tráfico. Y ya está; hay referencias en alguna ocasión, pero no se le da un peso mayor. En cambio, en el libro es frecuente leer su nombre y conocer las sensaciones que despierta en Charlie, en su mayoría negativas. Es como si a Charlie le arrancaran una parte de sí mismo con su tía; en el libro, está reflejado con muchísima humanidad y precisión. En cambio, en la película no llega a florecer del todo… se queda en una simple anécdota que llega a ser sólida.

El otro desaparecido es Michael, el mejor amigo de Charlie en aquel entonces. Sin Michael, no hay ‘Las ventajas de ser un marginado’. Al fin y al cabo, que la novela sea epistolar es porque Charlie escribe a Michael después de morir… y se dirige a ti, lector, como si fueras su amigo fallecido. Michael es un personaje sin el que el libro no existiría, y su presencia en la película es cero. No aparece. No existe. Y, aunque no incordia, sí que el espectador siente que falta algo, ese propósito que tiene la novela. No obstante, sí que está bien ejecutado, puesto que la película no es epistolar (Charlie, en ocasiones, funciona como narrador, pero no es recurrente el estilo misivo) y su no inclusión no influye en la trama.

Recurrente fidelidad

No cabe duda de que ‘Las ventajas de ser un marginado’ es una película bastante fiel al libro. Las escenas se recrean siguiendo cada una de las palabras que Charlie escribe en sus cartas. La mayor parte de los detalles del libro se incluyen: a Patrick se le llama Nada en el instituto, y se relata la misma anécdota. Se asiste a los mismos espectáculos, se hace el amigo invisible, se marca un punto de inflexión en la escena en que se creen infinitos… De este modo, la adaptación mantiene esa esencia que tiene el libro, ese tono lírico y singular que la hace destacar una vez más.

También los hechos suceden en orden cronológico. La relación entre Charlie y Mary Elizabeth incluso resulta más duradera en el libro; en la película, su duración es la suficiente para que descubramos lo tímido que es Charlie, e incluso la incomodidad que experimenta con la relación. No es indudable la espléndida caracterización que ha llevado a cabo Logan Lerman: es precisa, real, y sabe caracterizar a Charlie de un modo excelente. Lo mismo ocurre con Emma Watson: es una Sam impecable, real. Los dos hacen un tándem perfecto, y solo por ver cómo interactúan y dan vida (de un modo sobresaliente) a los personajes merece la pena el visionado.


Las ventajas de ser un marginado

La película sí da el peso que merece a la música y a la literatura. La música ochentera-noventera es recurrente, con David Bowie o Aerosmith. La literatura también, aunque se ve más simplificada; se recomiendan títulos como ‘El guardián entre el centeno’, pero la lista no es tan rica ni completa como lo es en el libro. Eso sí: el espectador puede anotar las recomendaciones, porque merece conocer (y leer) esos clásicos estadounidenses que Charlie consume.

Me falta…

Algo que sí me ha faltado en la adaptación es una mayor profundización en la relación entre Charlie y Bill, el profesor de Literatura Avanzada. Es el personaje a la que se le atribuye la frase «Aceptamos el amor que creemos merecer», pero ahí se queda. No llega a explotar como personaje… Se queda a medio gas. Podría haber dado más de sí, haber sido el profesor que leemos en el libro. Sin embargo, no tiene un papel principal y su personaje se queda desdibujado, sin llegar a calar como referente en el lector.

También los momentos familiares se quedan algo vacíos. La familia es un peso importante para Charlie, al igual que sus nuevas amistades. En el libro, son numerosas las escenas en que los hermanos de Charlie o sus padres aparecen, pero en la película son escasas. Aparecen y están ahí, pero no llegan a tener un peso primordial en el avance de la trama. Son más arquetípicos, un apoyo que sabemos que está, pero que no llega a tener esa presencia que sí tiene en el libro.

Aun así, ‘Las ventajas de ser un marginado’ es una adaptación impecable que llama a que los sentimientos florezcan, a sentirse dentro de la vida e historia de Charlie. Literatura, música y vida… ¿Qué más se puede pedir? Todos hemos sido alguna vez Charlie. Déjate empapar por esta adaptación (o libro) tan mágica e inolvidable.

Sergio Guillén

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