By Me queda tanto cine por ver que, cuando lo pienso, me agobio con facilidad. ¿Y si nunca llego a ver todas esas películas que tengo pendientes? ¿Y si la lista no deja de crecer y nunca consigo alcanzar el ritmo necesario para cumplir con mi objetivo? De hecho, es bastante probable que esto ocurra. Igual que es probable que mis gustos continúen moldeándose con el paso de los años y que nuevos títulos se cuelen entre mis preferidos. Ni que decir tiene de los directores de cine que guardo en la privilegiada categoría de ‘favoritos’. Hace tiempo, tan solo aparecían por ahí un par de nombres tímidos. Ahora, si me pillas en un día un poco más despistado de lo normal, puedo llegar a olvidarme de alguno.
Este viernes me apetecía hablar de ellos. De los cineastas que, antes o después, han entrado en mi filmografía personal y han permanecido en ella. Directores que me han conquistado a través de sus películas, de sus historias y de su manera de entender el cine. Ahora, cuando empiece a hablarte de ellos, comprobarás que hay variedad. También diversidad. Aunque me gustaría que hubiera más mujeres. Pensando en escribir esta recomendación, me he dado cuenta de que he visto muy poco cine dirigido por mujeres. Cada vez más, sí, pero muchas de sus películas eran óperas primas. Esto habla de un cambio en la industria, pero también de un cambio que llega demasiado tarde.
En este repaso por mis directores predilectos, he rescatado una de sus películas. No tiene por qué ser la mejor, ni siquiera la que más he disfrutado. Simplemente se trata de un título que considero perfecto para acercarse a ellos y para comenzar a empaparse de sus historias. Una recomendación universal, que haría a todo el mundo, y con la que te invito a iniciar un camino cinéfilo que a mí me ha resultado de lo más satisfactorio.
Martin Scorsese – ‘Taxi Driver’
Siempre he dicho que es mi favorito entre los favoritos. Por su manera de entender el cine, por su capacidad para crear tensión con elementos mínimos y porque, sencillamente, sus historias me apasionan. También lo hace su imaginario, que tantas veces me ha trasladado a Nueva York, a la pequeña Italia y a sus calles más sucias. Nunca me he preguntado cuál es la mejor película de Scorsese, porque las disfruto todas por igual. Pero creo que no hay otra mejor para empezar a bucear en su cine que ‘Taxi Driver’. En ella, la magia de la dupla Scorsese-De Niro está presente. También lo está la ciudad como escenario predilecto del director. Así como el psicoanálisis que vemos en otras muchas de sus cintas, la tensión y una violencia que llega en la dosis justa. Si eres de los que te echa para atrás el cine de hace unas cuantas décadas, olvídate de tus complejos y disfruta.
Clint Eastwood – ‘Richard Jewell’
Aunque hasta hace bien poco no lo había pensado fríamente, Clint Eastwood es actualmente el único que podría arrebatarle la corona a Scorsese. Lo que más admiro de él es su profundo amor por el cine, que muestra colocándose delante y detrás de la cámara con 90 años. Y también su capacidad para rescatar historias pequeñas y, con mucha sencillez, convertirlas en relatos de fuerte impacto. Por eso, mi recomendación para comenzar a explorar su filmografía es justamente su última película, ‘Richard Jewell’. En ella, continúa poniendo el foco en personas corrientes, en el héroe americano llano, el que no entra dentro del canon arquetípico. Y dirige una cinta emocionante, con un nivel interpretativo sublime. Ojo a Paul Walter Hauser. Lo que hace aquí me dejó muy tocada.
Pedro Almodóvar – ‘Todo sobre mi madre’
Ay, Pedro. Cuántas veces, siendo pequeña, me levanté del sofá ante una de tus películas. Y cuántas veces, siendo adulta, me quedado pegada a él viendo una de tus historias. Cómo nos cambia la edad y cómo doy gracias a la madurez por permitirme valorar el cine de este manchego, cuya sensibilidad escapa a las palabras. He perdido la cuenta de las veces que he visto películas como ‘Todo sobre mi madre’, ‘Hable con ella’ o ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’. Y he perdido la cuenta de las veces que Almodóvar me ha hecho reír y llorar hasta quedar sin aliento. Mi recomendación no podía ser otra que la primera que he mencionado. En este caso sí, mi favorita. Una historia que habla del amor de una madre, de los lazos irrompibles y de las mujeres, a las que tanto ha cuidado y cuida en sus obras.
Xavier Dolan – ‘Los amores imaginarios’
Una de las grandes sorpresas que he recibido en los últimos años. Dicen del cine de Xavier Dolan que o lo amas o lo detestas. Yo me encuentro en el primer grupo. Amo su visión, su sensibilidad artística, cómo recoge la emoción en planos que no necesitan de palabras. Tanto es así, que podría ver muchas de sus películas sin audio y seguirían gustándome. Pero, ay, sus guiones. Siempre yendo a lo más profundo y a la vez lo más evidente. A ese amor entendido de muchas maneras y hacia muchas personas. ‘Los amores imaginarios’ es, para mí, una de sus obras más completas. No es la única, y probablemente la mayoría recomendaría comenzar por ‘Yo maté a mi madre’. Pero creo que lo que cuenta y sobre lo que reflexiona en la primera es algo universal, que llega a todos los espectadores de manera intensa. Y que no se olvida.
Spike Lee – ‘Do The Right Thing’
Vi algunas de las películas de Spike Lee siendo demasiado pequeña. Y no me disgustaron, ni mucho menos. Pero ha sido en mi madurez cuando he comprendido la importancia de gran parte de su filmografía. Es un director gamberro, un director que gusta de desarrollar ideas locas, pero también enormemente respetuoso y comprometido con su comunidad y con su historia. ‘Do The Right Thing’ es la película ideal para comenzar a conocerle, porque en ella se aúna todo lo anterior. Está presente el imaginario de su comunidad, que nunca antes se había visto reflejada con respeto y con sus propias historias en la pantalla. Pero también está el carácter gamberro de Spike Lee. Si después de esta te apetece seguir, pero no siempre en orden cronológico, te recomendaría que continuaras con ‘Infiltrado en el KKKlan’, por la que se llevó el Oscar a Mejor Guion Adaptado.
Rodrigo Sorogoyen – ‘El Reino’
Pocos construyen la tensión como Rodrigo Sorogoyen. También pocos manejan la cámara con tanto acierto como él. En los planos secuencia, pero también en aquellos con los que se mete de lleno en la propia intimidad del personaje. No ha hecho ni una sola película mala. Y se ha atrevido a salir del thriller y apostar por una cinta más intimista y enormemente compleja, como ‘Madre’. Pero creo que para comenzar los visionados, ‘El Reino’ es la mejor opción. En ella está perfectamente lograda la escalada de tensión, se aprecia la ausencia de juicios y también tienen un importante hueco los temas sociales y la reflexiones que se entregan al espectador. Está su gusto por el plano secuencia y su capacidad, junto a Isabel Peña, para crear conversaciones que parecen reales, improvisadas. Los guiones de esta dupla son siempre oro, pero en ‘El Reino’ brillan más que nunca (con permiso de ‘Antidisturbios’).
David O. Russell – ‘The Fighter’
Es probable que te sorprenda encontrarte este nombre en la lista. No es de los más típicos. Pero qué le voy a hacer, me gustan sus largometrajes. Y, además, me ha dado mi película favorita entre las favoritas: ‘The Fighter’. Creo que este director entiende el drama mejor que muchos otros y sabe reflejarlo bien en la pantalla. A veces de manera sórdida, como en la película protagonizada por Mark Wahlberg, Christian Bale y Amy Adams, y a veces con algo más de color. Pero el drama está ahí. En esta ocasión, no puedo hacer otra cosa que recomendarte la ya mencionada cinta. Amarga y oscura, pero con un mensaje de esperanza y de fuerza que se mantiene vivo hasta en los compases más oscuros. David O. Russell también es un buen director de actores, y las brillantes interpretaciones de todo el elenco lo demuestran.
Sofia Coppola – ‘Lost in Translation’
Primera mujer de la lista. Y qué dolor que llegue tan tarde. La mirada de Sofia Coppola tiene una sensibilidad especial. La tiene a la hora de contar historias y de plasmarlas. Pero también a un nivel estético, que siempre ocupa un lugar protagonista en sus producciones. No es de extrañar que fotogramas de diferentes películas suyas hayan terminado convirtiéndose en posters que cuelgan en habitaciones y salones de todo el mundo. Las relaciones también son lo suyo. Y las mujeres, por supuesto. Si quieres conocerla mejor, comienza por ‘Lost in Translation’. En ella encontrarás todo lo anterior, pero también la especial conexión que existe entre la directora y un Bill Murray que parece entenderse a la perfección con ella.
Barry Jenkins – ‘Moonlight’
Una de las últimas incorporaciones a esta lista es la de Barry Jenkins. Escribiendo esto, me doy cuenta de mi tendencia a inclinarme por directores que saben poner en valor las historias pequeñas. Y por directores cuya sensibilidad artística es más que evidente. La acción me gusta, por ejemplo. Pero donde esté una cinta que me remueva por dentro, que se quite todo lo demás. Los trabajos de Jenkins, aunque por ahora no son muchos, lo han hecho. ‘Moonlight’ es mi recomendación, supongo que porque su historia me parece tan necesaria que siento que tengo el deber de compartirla con todos. Como ocurría con Spike Lee, este es un director enormemente comprometido con la comunidad negra y con sus historias, que está llevando a la gran y a la pequeña pantalla. Pero en su cine no hay un tono tan gamberro como el de Lee, sino uno mucho más sensible y emocional.
Greta Gerwig – ‘Lady Bird’
Segunda mujer y ultimo nombre de mi lista. Greta Gerwig es una de las pocas directoras (conocidas) que actualmente está dando voz a las generaciones más jóvenes. Lo hizo en ‘Lady Bird’, mi recomendación particular, pero también en su versión de ‘Mujercitas’, en la que nos mostró que ningún sueño vale más que otro. Y ninguna mujer vale más que otra, independientemente de sus características, de sus anhelos y de sus miedos. En ‘Lady Bird’ analiza los problemas, los conflictos, los dilemas, las necesidades y las dudas de las mujeres jóvenes. De esas adolescentes demasiado estereotipadas en la ficción, y que tanto necesitan verse representadas. Y habla sin complejos un lenguaje que, como las situaciones que presenta con él, reconocemos rápidamente. Ha sido la última en incorporarse a mi lista. Pero, honestamente, espero que dentro de 20 años, cuando la repase, esté repleta de nombres de mujeres y que, finalmente, la igualdad haya dejado de ser un deseo y una necesidad y se haya convertido en una realidad.
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