‘Velvet Colección‘ nos ha dicho adiós. Lo ha hecho con un emocional último episodio que vimos las pasadas Navidades en Movistar+, y del que charlamos con sus protagonistas en otro emocional encuentro. No es la primera vez que nos despedimos de las galerías, pero algo nos dice que es la última. Y ahora que nos hemos tranquilizado, ahora que hemos asimilado lo que esta ficción ha seguido significado para miles de personas, queremos explicar de forma muy sencilla por qué a nosotras también nos ha gustado. Tanto como para seguir regresando a ella, de vez en cuando.

LA ESTÉTICA

Cuidadísima, como todos sabéis. El vestuario es uno de esos vestuarios que roban la atención de las escenas, y los complementos empleados para embellecer las galerías, siempre cuidadas al detalle, han hecho de esta ficción una ficción preciosa de ver. Por expresarlo de manera aún más simple: daba gusto ver ‘Velvet’. Si aprecias la fotografía, si aprecias los pequeños detalles, si te quedas embelesado con la belleza de las imágenes, entonces disfrutarás de la estética que aquí nos proponen. Lo decía Diego Martín durante ese último encuentro: lo que él llamo el aire Velvet está siempre presente, te envuelve, te fascina y te hechiza. Lo que nos lleva al siguiente punto.

LA FANTASÍA

‘Velvet’ es una serie de fantasía. En esta ocasión, fue Paula Echevarría quien nos regaló la explicación más completa: sus creadores la dieron vida tomando como referencia lo que el espectador siente viendo ‘Pretty Woman’ (1990). Hemos aprendido a ver la comedia romántica por excelencia con los ojos de mujeres despiertas, por lo que somos conscientes de todo lo que está mal en esta película, pero no puede negarse su efecto ni lo que provoca: ganas de soñar con una vida mejor y con un gran amor. Esto es ‘Velvet’. Es la fantasía llevada al extremo, exagerada por momentos pero sincera porque apela a los deseos sinceros de muchas personas. Si te dejas llevar, y nosotras nos hemos dejado llevar, creerás que todo es posible en estas galerías.

OTRO UNIVERSO

Quizá el principal atractivo de este producto. Siempre abogaremos por ficciones que, precisamente, nos hagan despertar y nos enseñen el mundo como es, y nos presenten injusticias y nos enseñen a luchar por cambiarlas; siempre abogaremos por ficciones que visibilicen lo que por desgracia sigue siendo invisible, y que apuesten por mostrar realidades que algunos se empeñan en ocultar. Nuestro compromiso es firme y constante. Pero también agradecemos lo contrario: ese otro tipo de ficción que nos traslade a otro universo, nos haga olvidarnos de los problemas del día a día y tenga la capacidad de llevarnos de la mano a un lugar donde no tengamos que hacer otra cosa que disfrutar de lo que estamos viendo.

Tanto ‘Velvet’ como ‘Velvet Colección’, por cierto, a su manera y adaptándose a la época en la que está ambientada, han sabido dar voz e imagen a algunas de nuestras preocupaciones.

LA FAMILIA

Al final, para los más sentimentales, habrá quedado para siempre la seguridad de que en ‘Velvet’ primero y en ‘Velvet Colección’ después se ha formado una familia. Quizá también al margen de las cámaras (sin duda, diríamos), pero sobre todo en pantalla. Queda la sensación de que un grupo de personajes muy diverso ha aprendido a vencer los problemas y a valorar lo bueno del resto, a querer y quererse, con respeto, tolerancia y honestidad. Esta ficción es también un ejemplo de que puedes encontrar una familia donde menos te lo esperes, y con todo lo anterior, con el amor mostrado y con el amor con la que está desarrollada, podemos terminar de explicar por qué siempre regresaremos a estas galerías. Porque nos gusta estar en ellas, porque nos acogen, nos entretienen y nos hacen soñar. Y, de verdad, a veces no se necesita nada más para valorar un producto. Como ya hemos dicho en otras ocasiones: de corazón, hasta siempre.