La mochila es un complemento que se está poniendo de moda. Aunque se suelen asociar a los niños, las mochilas no son solo cosa de los más pequeños ni sirven únicamente para llevar libros escolares.

Este otoño son un complemento total. Pero no puedes llevar cualquier mochila ni usarla de cualquier forma. Desde luego, hay líneas que no puedes traspasar. Olvídate de la riñonera a menos que te dediques al trap o al rap. En ese caso, lo que se lleva es una riñonera cruzada en el pecho en la que guardar el todopoderoso teléfono móvil, las llaves de casa, las llaves del coche, la cartera, las tarjetas, pañuelos… y un largo etcétera de objetos que vas a usar en tu día a día. Lo que sí que quedó atrás es llevar la riñonera sujeta a la cintura, el look de dominguero por excelencia.

También queda terminantemente prohibida la bandolera, especialmente en hombres (quién no ha visto alguna vez a alguien con un bolso bandolera, pantalones piratas y camiseta con mangas a la sisa. Y si se combina con unas zapatillas de deporte y unos calcetines por encima de los tobillos, ya tenemos lo más de lo más en mal gusto).

10 consejos para que tu mochila encaje perfectamente con tu atuendo

La mochila es un complemento muy útil, pero si no se lleva de la manera adecuada puede ser una verdadera pesadilla. Se trata de llevar un look total, que encaje a la perfección. Sigue estos consejos y conseguirás que tu mochila quede perfectamente integrada con tu vestimenta.

1. No te limites a una única mochila: del mismo modo que tienes más de un pantalón, una falda, una camisa o un abrigo, lo ideal es que tengas más de una mochila, y que sean de características diferentes, así podrás tener la mochila perfecta para cada ocasión: formales, informales, deportivas, etc.
2. El negro y el gris, los colores más versátiles: si no quieres tener varias mochilas, las bolsas de color negro o las de color gris van a ser las mejores alternativas que vas a encontrar. Los tonos terrosos, los pasteles o los beiges suelen funcionar también, pero el nivel de sobriedad que transmiten es considerablemente menor que el que proyectan el negro y el gris.
3. Cuanto más ligera, mejor: la mochila es un objeto que sirve para portar cosas como el portátil, libros, una agenda… Al final, todo lo que lleves en la bolsa es un peso que vas a tener que cargar sobre tu espalda. Así que, escoge una maleta ligera, que no te vaya a añadir un peso adicional. Si algo tiene que pesar, que sea lo que estás porteando.
4. Cómoda de llevar: en la medida de lo posible, comprueba que la maleta es cómoda a la hora de usarla. Si no la puedes probar, asegúrate de que la puedes devolver si cuando la recibes no es todo lo cómoda que esperabas.
5. Resistente: una buena mochila debe ser resistente. Debe aguantar un buen peso y no debe estropearse si la acabas de estrenar. Compra una mochila elaborada con buenos materiales, te durará mucho más, la acabarás amortizando más fácilmente y transmite una imagen mucho mejor.
6. Sistema de transpiración en la espalda: si hay algo que merece la pena de una buena mochila es que tenga un sistema de transpiración en la espalda, una zona que, especialmente en los días calurosos, tiende a humedecerse con el sudor. Y el sudor de tu espalda puede dar al traste con tu atuendo; a nadie le gustan las personas sudadas.
7. Sobriedad para entornos laborales: si vas a utilizar la mochila para ir al trabajo, lo más adecuado es que optes por una maleta sobria, sin estridencias. A menos que tu trabajo sea distendido, en un ambiente juvenil y relajado. En ese caso sí estaría justificada una bolsa más atrevida.
8. Portadocumentos: si quieres ir un paso más allá a la hora de proyectar seriedad y saber hacer, puedes escoger un portadocumentos, un maletín de los de toda la vida. La piel y el cuero son materiales perfectos para estas bolsas tan refinadas.
9. Bolsa de deporte: para ir al gimnasio, a los partidos de pádel o a las pachangas de fútbol con los amigos, mucho mejor si optas por una bolsa de deporte, pero eso no quiere decir que utilices cualquier bolsa. Lleva una mochila con estilo donde tengas todo lo necesario para practicar deporte y para ducharte y arreglarte después.
10. Riesgo en tu look informal: para aquellas ocasiones en las que no se espere de ti seriedad, puedes arriesgar con mochilas más atrevidas, con diseños menos convencionales y colores más intensos. Trata de que la mochila vaya acorde con tu vestimenta, aunque si lo que quieres es hacer destacar este complemento, puede ser una buena idea que utilices un look neutro y una mochila colorida o con una forma extraña.

Lo más importante para una mochila es que sea un complemento funcional, y que no vaya a generarte un problema físico por falta de comodidad o porque sus materiales no sean buenos. Por suerte, esto no está reñido con escoger una mochila que case a la perfección con tu estilo.