Un día como hoy, hace 20 años, llegaba a los cines “Seven”. Hoy, la película dirigida por David Fincher y protagonizada por Brad Pitt y Morgan Freeman, se ha convertido en película de culto. Para los que no la hayan visto cuenta la historia del veterano teniente encargado del departamento de homicidios, Somerset (Freeman), que está a punto de jubilarse y ser reemplazado por David Mills (Pitt), un ambicioso e impulsivo detective. Juntos tendrán que resolver una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como móvil los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira. A través de los cuerpos de las víctimas se verán obligados a descubrir el enigma viajando al horror y la barbarie más absoluta.
Aunque Fincher se dio a conocer en el cine con la tercera entrega de “Alien” (1992) fue “Seven” la cinta que consiguió darle un toque muy particular. Esto fue gracias a las escenas explícitas conseguidas por el uso de una fotografía oscura y, como no, el maquillaje de Rob Bottin y el soundtrack de Howard Shore. Plano a plano consigue sumergir al espectador en una atmósfera perturbadora y, es más, el final todavía conmueve al que lo ve. Tan polémico es que New Line Cinema, la distribuidora, no estaba de acuerdo y aunque el final tuvo algunas modificaciones, gracias a la presión de Brad Pitt, Morgan Freeman y Fincher, pudo mantenerse.
Son muchos los secretos y curiosidades que giran entorno a “Seven” y que hicieron que esta película se convirtiera en representativa para la cinematografía actual. Fincher y sus productores utilizaron todo tipo de trucos para crear una atmósfera sombría, desde lluvia falsa hasta sprays de agua y aceite. Realmente lo consiguieron ya que Morgan
Freeman describió el set como un lugar oscuro. Todo estaba cuidado al detalle, tanto que el maquillaje de una de las víctimas tardó 14 horas en ser aplicado y los libros de John Doe estaban escritos a manos. Tardaron un total de dos meses en hacerlos y tuvo un coste de alrededor de 15.000 dólares. Su producción tuvo un coste de alrededor 33 millones de dólares y la cinta, solo en Norte América recaudó 100 millones, manteniéndose durante 4 semanas seguidas número uno en taquilla. Pese a todo, el filme tan solo fue nominada a un Oscar por la edición.
No sabemos cómo habría sido “Seven” si finalmente David Cronenberg o Guillermo del Toro hubieran aceptado dirigir la película. Tampoco sabemos qué tal habría sido si, la primera opción de Fincher para el papel de David Mills, Denzel Washington no hubiera rechazado el papel por ser una historia “oscura y malvada”. Ni sabemos qué hubiera pasado si Al Pacino, la opción de los productores para interpretar al Detective Somerset, no hubiera estado rodando “La sombra de la corrupción” y habría aceptado el papel. Lo que sí sabemos es que David Fincher consiguió con “Seven” marcar el género del thriller y que, 20 años después, siga siendo un referente en el cine moderno.
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