Grabada en un estudio hecho de madera, enclavado entre los árboles, en las laderas de los Pirineos, Adam escribió y grabó ‘Legendary’, su obra más épica, lograda y cinematográfica hasta la fecha. Acompañado por el violonchelista canadiense Raphael Weinroth-Browne (Musk Ox, Leprous), quien previamente arregló y tocó el cello en el lanzamiento de Adam en 2016, “Unravelled”, y por la hermosa y misteriosa voz de la ascendente estrella española del folk Raquel Lúa, los tres crearon en conexión una textura rica y compleja, que recuerda al oscuro folk nórdico de Agnes Obel y suena de lo más apropiada para aparecer en una serie televisiva de vikingos.

En un mundo en el que la historia pertenece a los hombres, se nos presenta un relato, basado en la historia de Ladgerda, la doncella del escudo y reina vikinga, el grano de arena de Adam para ayudar a sacar a la luz en la actualidad las trayectorias de mujeres de leyenda. El propio Adam describe así su nuevo single: 

“Su escudo y su hacha reposan levemente contra un árbol. Ella está sola. Solo el sonido de las hojas y la llamada ocasional de un cuervo la acompañan. Una lágrima solitaria rueda por su mejilla, cae de su barbilla y es recibida por el suelo del bosque. Aquí es donde viene cuando necesita consuelo. Aquí no se espera nada de ella, solo que esté entre los vivos. Reflexiona. Todo lo que superó por la historia y la fama, todos los que inspiró mientras los conducía a través del fuego de la batalla, trajo consigo una carga sobre su nombre y la responsabilidad de llevarla. La suya era ser una mujer poderosa en un mundo de hombres. Pero algunas simplemente no están hechas para una vida sencilla. Algunas nacieron para ser líderes, sin importar el coste personal.”

¡Bienvenidos a “Legendary”!

(Altamente recomendada por la hermana de Adam para ser escuchada a todo volumen durante un viaje por los valles de Yorkshire).

“Wake of Disarray”, su nuevo disco para el 4 de noviembre, se puede sintetizar conceptualmente como el vacío que aparece tras el caos, un proyecto nacido en el último año de incertidumbre. Está inspirado en momentos de introspección, el silencio de la naturaleza y la ausencia del ruido humano, sus autores favoritos e imágenes potentes.

Con esta colección de canciones Adam Giles Levy ha querido reflexionar sobre temas como la emergencia climática, la espiritualidad y la desigualdades presentes en nuestra sociedad.