Los  juegos online han experimentado un fuerte crecimiento desde que se permitieran en España tras la aprobación en 2011 de la ley 13/2011, la llamada Ley del Juego, que se encarga de regular casinos, casas de apuestas, loterías y sorteos como La Quiniela o el cupón de la ONCE.

Una de las razones que justifican el incremento en el número de jugadores y en las cantidades facturadas la encontramos en la inversión que estos negocios realizan en publicidad. De hecho, el crecimiento de las cifras del juego ha sido proporcional al aumento de gasto en publicidad que las operadoras han ido realizando. En los primeros años, la inversión publicitaria creció aproximadamente un 33%, y el volumen de negocio de estas empresas se incrementó en un porcentaje muy similar.

La importancia de la publicidad es un factor clave, por eso mismo, una buena parte de la opinión pública contraria a las casas de apuestas. Aunque jugar al casino por internet  cada vez tienemás popularidad, el gobierno pidió que se pusiesen unos límites fuertes a la publicidad relacionada con este sector.

La Ley del Juego se había quedado obsoleta, en especial, en todo lo relacionado con la regulación publicitaria del sector, se modificó para imponer ciertos límites a la publicidad de este sector. Pero a pesar de las numerosas trabas e impedimentos a la publicidad de casinos y casas de apuestas, las operadoras de juego siguen manteniendo buenas cifras tanto de jugadores como de facturación.

Apuestas y juegos de casino, un fenómeno global

El crecimiento del sector no es un hecho aislado de España, sino que se trata de un fenómeno global que se está produciendo en todo el mundo. Países como Estados Unidos e Inglaterra ya tenían un fuerte arraigo con el juego. Sin ir más lejos, en España estamos a años luz de Inglaterra en lo que se refiere a las apuestas deportivas. Donde también está creciendo mucho la afición a este tipo de juego es en los países de América Latina.

La mejora de las conexiones de las redes de Internet y el desarrollo de dispositivos tecnológicos de última generación con capacidad para conectarse a Internet en cualquier momento y en cualquier lugar han posibilitado que tanto las apuestas deportivas como los casinos en línea estén disponibles para cualquier usuario. Los únicos requisitos que se necesitan para participar en estos juegos son disponer de cobertura telefónica para que llegue la señal y haberse dado de alta en la operadora con la que desees jugar. Se ha producido una expansión imparable de este tipo de juegos. Este desarrollo tecnológico también ha provocado, por ejemplo, cambios en el sector del videojuego que tiene ciertas semejanzas con el juego online.

Las operadoras han demostrado conocer los gustos de los usuarios y cada vez ofrecen mejores plataformas y más facilidades tanto para registrarse y darse de alta en una bookie (solo se precisan un par de datos y escasos minutos) como para acceder a los juegos y gestionar el bankroll (el depósito, la cantidad de dinero disponible en el perfil). La inmediatez y la rapidez son dos aspectos fundamentales a partir de los que entender el éxito de las empresas del juego.

A día de hoy resulta difícil situar el momento en el que estas empresas alcanzarán su punto álgido, ya que gozan de una salud de hierro y tienen mercado suficiente para seguir aumentando sus números.