Se trata de una fuente de inspiración con numerosas ventajas y un público potencial muy amplio. No es fácil crear argumentos para el séptimo arte, eso es un hecho. Estaremos de acuerdo en que tras tantas décadas, las ideas se van agotando. O, al menos, la capacidad de sorprender al espectador. Es por ello que, cada mucho tiempo, aparece un buen filón para explotar. El más reciente fue el del universo Marvel y los superhéroes. Tras varios intentos en los 80´s y 90´s de hacer películas sobre estos personajes enfundados en sus trajes de látex, finalmente dieron con la tecla apropiada y convirtieron la franquicia en un auténtico éxito a principios de la década del 2000. 

En realidad, la fórmula era perfecta: una serie de protagonistas que ya estaban desarrollados, eran conocidos y cuyas tramas ya tenían un largo recorrido. Era cuestión de adaptar estos ingredientes al celuloide y ya tenían una mina de oro argumental. La cuestión es: ¿es el universo Marvel el único foco de materia prima de estas características? La respuesta es no. Si lo pensamos bien, existe otra fuente casi inagotable de personajes y tramas ya existentes y que se pueden explotar. Estamos hablando de los videojuegos. 

De la consola a la pantalla

En un mundo actual, donde el mercado de los videojuegos ya tiene un valor superior al de la música y el cine juntos, podemos encontrar todo un diamante en materia de inspiración para crear productos audiovisuales. Y así ha sido. Todo empezó hace ya años, con producciones que eran de escasa calidad en sus inicios, como Street Fighter, Doom o Mortal Kombat. Pero con el tiempo, se fue afinando el gusto y llegaron grandes éxitos, como Tomb Raider o Resident Evil. Todo ello hasta alcanzar productos de primer nivel, como Uncharted o las series The Last of Us y The Witcher, que triunfan en el presente. 

Claro que los tiempos van cambiando. Y hay que adaptarse. También el mundo de los videojuegos evoluciona. Por ejemplo, en la actualidad, la versión competitiva de estos juegos está triunfando hasta convertirse en un verdadero fenómeno. Nos referimos a los eSports, que ya tienen un seguimiento que supera los 500 millones de espectadores al año. Si estos títulos, que interesan a una parte importante de la población (con una importante promoción de estos eventos en varios medios), pueden ayudar como inspiración para el cine y las series, ¿por qué no aprovecharlo? Como en los otros casos, hablamos de un universo creativo con personajes definidos y tramas ya creadas.    

Los títulos de eSports entran en escena

Dicho y hecho, Riot Games, junto con Fortiche y Netflix desarrollaron Arcane, la serie basada en el juego League of Legends, el buque insignia de los deportes electrónicos. Lanzada a finales de 2021, se convirtió en un éxito de público y crítica sin precedentes, acumulando prestigiosos premios. Para sus numerosos seguidores, la espera por la segunda temporada se está haciendo muy larga, pero, dados los estándares de calidad, no llegará hasta finales del año que viene. 

El éxito de Arcane parece que haya eclipsado a otras de las series de animación basadas en juegos de eSports. Es el caso de Dota: Sangre de Dragón, inspirada en uno de los MOBA con mayor éxito en el ecosistema de los deportes electrónicos. Algunos de los más importantes eventos de Dota 2, como “The International”, se encuentran, año tras año, el ranking de las mayores audiencias; por otra parte, su sección en los portales de apuestas es de las más visitadas cuando alguno de estos campeonatos está en marcha. Y ahí está la serie, que ya lleva 3 temporadas y sigue con una notable valoración. 

Mientras, otros proyectos de adaptación de títulos de eSports a la gran pantalla se están estudiando. Es el caso de una potencial película sobre uno de los “Shooters” estrella de los deportes electrónicos: el Counter-Strike. El director Ben Wheatley ya expresó su interés en llevar a cabo esta producción hace un par de años. La naturaleza táctica de este título puede dar mucho juego a nivel argumental. Y no sería el único videojuegojuego de estas características en llegar a las pantallas de cine: también parece que la película de Call of Duty podría ser una realidad a corto plazo (incluso se rumorea que la podría protagonizar Henry Cavill). 

Todo parece indicar que esta tendencia va a continuar, entre nuevas temporadas o secuelas de las ya realizadas y proyectos que se consolidan para series y cine. Una masa potencial de espectadores tan grande no se puede pasar por alto; especialmente, con la feroz competencia actual para conseguir suscriptores en las plataformas de streaming y vender entradas para las salas de proyección.