La televisión cada vez arriesga más y se atreve a adentrarse en esos terrenos pantanosos que pocos ven oportuno hacerlo. Ahora, son diversas las plataformas que se atreven a indagar en el aspecto de la política interna de un país. Lo hacen gracias a ficciones que es cierto que en la mayoría de los casos no son actos reales, pero sirven para comprender qué sucede realmente. Esto es lo que pasa con ‘Helvética’, cuya primera temporada estará disponible en Filmin a partir de este martes 13 de octubre.

En este tipo de series el éxito se encuentra en la manera de gestionar las emociones. En un momento en el que muchas ficciones van a lo superficial, en ‘Helvética’ se adentran en el meollo de la cuestión, entrando hasta en la cocina y destapando todo lo que hay detrás. Eso es lo que hace que esta ficción sea distinta al resto, puesto que no tiene miedo a mostrar una realidad. A lo largo de los seis capítulos de esta primera entrega nos muestran una trama profunda, de esas que te enganchan y no puedes dejar de ver.

El punto fuerte se encuentra en el planteamiento. ‘Helvética’ comienza con un ritmo frenético, pero poco a poco se hace más lenta con la intención de que el espectador vaya comprendiendo lo que sucede en cada momento. La serie ha sido dirigida por Romain Graf y su reparto lo forman Flonja Kodheli, Ursina Lardi, Roland Vouilloz, Çun Lajçi, Lisa Chapuisat y Arben Bjraktaraj. La ficción trata sobre una limpiadora kosovar que trabaja en el Palacio Federal de Suiza y que se ve envuelta en una trama geopolítica. La presidenta suiza, Kathy Kunz, está dispuesta a intercambiar un arsenal de bombas ilegales por rehenes en Yemen. A todo ello, un oficial de policía antiterrorista arresta a Foruk Sadiki, un dignatario qatarí aliado de Suiza.

Una narración distinta

‘Helvética’ es un thriller y drama con todo lo necesario para atraparte. Lo hace con el tema principal que trata: la corrupción de un sistema político que siempre está en jaque. La lucha por el poder está siempre presente y te adentra a un tipo de batalla de egos pocas veces vista. El objetivo es un cargamento ilegal en el que están interesados los poderes políticos y la mafia. ¿Qué puede salir mal?  En esta serie los personajes tienen el tiempo contado, manteniendo la tensión y adrenalina en todo momento.

El yihadismo también está presente en esta serie. Y se enfoca desde todos los bandos, comprendiendo qué sucede realmente. Eso es lo que pasa con ‘Helvética’, una serie en la que se muestra que quien juega con el poder acaba muy tocado. Todo esto hace que se pueda conocer mejor el entramado que hay detrás de un sistema político que está tocado y que necesita una revisión con urgencia.

Puede parecer a simple vista una serie un tanto especializada en un sector, limitando así su target, pero es todo lo contrario. Cualquier persona puede verla, gracias a la introducción de los diferentes temas. En ‘Helvética’ son capaces de captar la atención por la frenética acción que hay en cada momento, y es que en el primer episodio han sabido sorprender con un discurso imposible de olvidar.

Personajes principales secundarios

Lo normal en este tipo de series es que se consiga una trama en la que los personajes sean lo más importante, pero aquí no sucede eso. La idea original sería ésta pero no acaba de cuajar. Si quieres que los personajes sean los que introduzcan a los espectadores al tema, tienen que tener un recorrido. En este caso te lo plantean muy por encima, no se adentran en el aspecto personal prácticamente.

Kathy Kunz, con una sensacional interpretación de Ursina Lardi, se muestra una mujer segura en el trabajo pero tiene su vida personal totalmente destruida. Por su parte, Valentina (Tina), interpretada por Fiona Kodelji, es una limpiadora con importantes problemas económicos que intenta sacar a su familia adelante, recurriéndose una vez más al tópico de la limpiadora de clase baja que no tiene una buena relación con su familia.

Es triste decirlo pero un personaje secundario logra tener mucho más interés del espectador que el del supuesto protagonista. Esto es lo que sucede con Sandra, la hija mayor de Tina. La chica sufre un abuso sexual en un coche por parte de un chico, algo que muestran sin ningún tipo de problema en la ficción. La relación familiar se deteriora pero no se hace nada para solucionarlo ni evitarlo. De este modo, muestran que un acto de este tipo es menos importante de lo que sucede políticamente, siendo una nimiedad según la serie y algo habitual.

Imparable

Esa es la palabra que mejor define ‘Helvética’: imparable. Se trata de una serie que puedes ver del tirón en una tarde de fin de semana. Lo tiene todo para atraparte, emocionarte y sorprenderte con unos giros de guion inesperados. La ficción nace con la idea de acercarnos un poco más a un mundo desconocido como es el de la geopolítica, ese que tanto se ve en los telediarios pero te suena de oídas. Aquí te lo muestran en todo su esplendor y lo hacen enseñándote cómo es un sistema político tan complejo como el suizo.